c.003

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Nada más Thomas escuchó esas palabras salir de la boca de su primogenito, su corazón se heló.

-Como dices?-preguntó él con miedo

-Digo que Keira ya ha entrado en la fase 2-aclaró Anthony como si su padre fuera estúpido- nos ha dicho que le dolían los huesos, no podía dormir por eso y por lo otro

-Hace cuanto?-preguntó él yendo a su despacho

-No lo se-respondió- no ha dicho cuanto exactamente

-Deberías de haberle preguntado-habló rápidamente

-Tu crees que nos ha dado tiempo a preguntarselo?-habló Benedict- Si nos ha helado la sangre a todos y ella no dejaba de llorar por esos dos

-Tranquilizaros todos-habló Narcissa- Seguro que en los libros pone algo sobre la maldición, ahora nos vamos a ir todos a la cama que ya es tarde y trataremos de buscar una solución cuando Keira no esté en la mansión

~

Los días fueron pasando y hoy el profeta visitaría la mansión Rosier, concretamente a las 5 de la tarde.

Y desde que esa mañana Violet, Narcissa y Astoria abrieron los ojos, la mansión pasó a ser todo un alboroto.

Querían que la mansión y su diamante se mostraran en su máximo esplendor.

Parecía mentira, pero aquel día todo el mundo en esa casa estaba muerto de los nervios y eso que aún no había llegado el día.

Todos menos Keira.

Ella sabía que si todo quería que saliera a su favor, debía de estar tranquila. No podía perder la calma en ningun momento.

Así que se quedó en la cama hasta las once de la mañana y tras eso bajó hasta el comedor y desayunó tranquilamente, mientras observaba a las tres mujeres dar ordenes.

Una vez comió, regresó a su habitación buscó uno de sus conjuntos de ballet y se lo puso, para después salir hasta el primer piso, donde su padre años atrás le había construido su propio estudio de ballet personal.

Una vez en la habitación buscó uno de sus tantos discos de vinilo de musica clasica y lo hizo sonar.

Bailó ballet durante una hora seguida, eso la liberó de todos los males que le perseguían por un rato. Ya lidiaría con sus malditos dolores de huesos por la noche.

A medio día comieron todos juntos, aunque tampoco es que le dejaran comer mucho a Keira puesto que a la mitad de la comida, su abuela la obligó a meterse en la ducha.

Ella tampoco se negó, simplemente asintió y con una sonrisa puso rumbo a su cuarto.

Estaba ilusionada en verdad.

Sabía que hoy era el inicio de una nueva etapa.

Nada más salir de la ducha, Astoria ya estaba en la habitación esperandola. Ella le regaló un conjunto de lencería blanco, para que se lo pusiera hoy y la noche de la presentación. También le regaló una bata de seda y ella no dudó en ponersela.

Su abuela entró con la peluquera que se haría cargo de ella, era la misma mujer que siempre las peinaba y maquillaba a las tres.

La mujer hizo un moño bajo en su cabello, ambas pensaron que quedaría bien un moño elegante.

También le hizo un maquillaje sutil, no querían sobreecargarla.

Luego ella le ayudó a ponerse su vestido blanco y sus zapatos blancos.

Y por último vino la tiara. Esta era de oro blanco y tenía demasiados diamantes como para contarlos.

Una vez estuvo completamente lista, la chica salió de la habitación y dejó a Keira sola.

Temptation || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora