Temptation || Draco Malfoy

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Nuestras vacaciones de verano finalmente iniciaron, hoy viajaríamos a la Toscana para vernos con Alessio y Niccola.

Hacía un año estaba de dos meses de embarazo, hoy, un año más tarde estoy subiendo a mi avión privado con mi hijo de cinco meses y medio.

Una pequeña sonrisa salió en mi rostro al pensar en eso.

Era la primera vez que mi hijo pisaría las tierras donde su madre pasaba los veranos jugando.

Draco cargó a nuestro hijo y se sentó en el asiento del copiloto, obviamente yo llevaría el avión.

Durante unos segundos antes del despegue me planteé apagar los localizadores por Nacho, pero entonces eso me hizo pensar, realmente soy una mujer cobarde?

No, a mi no me han enseñado eso.

Yo nunca pierdo.

Así que dejé activados los dispositivos de localización.

El vuelo fue como tenía que ser, muy tranquilo.

Así que en cuestión de un par de horas aterrizamos en la Toscana.

Un coche ya nos esperaba, con su propio conductor.

Una media hora más tarde llegamos a la misma casa dónde nos habíamos quedado hace un año.

Nada más salimos del coche, vimos a Niccola saliendo de la puerta, con su hija Giovanna en sus brazos.

-Benvenuto a Italia!-sonrió ella emocionada-que tal ha ido el viaje?

-Todo muy tranquilo-le sonreí-que grande está la pequeña Giovanna!

-En unos días cumple 6 mesecitos, aunque Scorpius también está grandecito

-Cinco meses y medio-sonreí mientras dejaba un beso en su frente-ya han llegado los belgas?

-Llegaron hace media hora, vamos! Pasad dentro!

Ambos asentimos y entramos junto a ella a la mansión.

En la mansión estaba Alessio, junto al matrimonio belga.

Alessio nos sonrió nada más vernos, y se acercó a Draco para abrazarlo, ellos eran buenos amigos a decir verdad.

Luego mi esposo se acercó al ministro belga, y le saludó.

A su lado estaba su esposa, Aurora.

Ella me sonrió nada más verme y se acercó a saludarme haciendo una pequeña reverencia.

-Estás preciosa princesa-sonrió ella-sin duda es todo un honor poder compartir estas vacaciones junto a usted

-Muchas gracias-sonreí-espero que no os hayamos hecho esperar demasiado tiempo

-No digas tonterías, no nos importa-siguió ella-como está vuestro pequeño?

-Muy sano-sonreí-él está conociendo las tierras dónde su madre pasaba los veranos

-Todavía recuerdo cuando lo vi en el baile hace unos meses, era tan pequeñito...

-Creeme que soy consciente, a veces pienso que el tiempo pasa demasiado rápido

Por el resto de la tarde, Alessio y Niccola nos enseñaron las habitaciones dónde dormiríamos y el resto de la mansión.

Luego, fuimos al pueblo y tras eso regresamos a la mansión para ducharnos.

Con la llegada del atardecer empezó la cena y esta se alargó a la sobremesa, dónde nos pasamos hablando y riendo hasta la media noche.

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