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Tal y como Draco me propetió, noviembre fue un mes relativamente tranquilo.

Habíamos tenido que acudir a alguna fiesta de compromiso, pero por lo demás no había salido demasiado de casa, hacía frio y tampoco quería sacar demasiado a los niños para que se enfermaran.

También había ayudado a Cassandra con su boda, el día había llegado finalmente y se iba a casar. Sin duda alguna me sentía feliz por ella, este será uno de los días más felices de su vida.

Y lo sabía por que yo hace cuatro años había pasado por lo mismo, con mis dramas pero con muchas cosas más buenas.

De hecho, ayer Draco y yo cumplimos cuatro años de casados. Cualquiera imaginaría que hicimos algo ostentoso para celebrar que llevabamos cuatro años casados, pero en realidad no hicimos nada más allá.

Draco me regaló una tiara para que la estrenara hoy, y cuando acostamos a los niños cenamos los dos juntos y vimos una pelicula que me dejó elegir, le obligué a ver mi pelicula favorita, Mamma mia.

Mis peliculas favoritas eran todas muggles, pero si algo claro teníamos mi esposo y yo es que debíamos dejar entrar las modernidades del mundo muggle al mundo mágico. Voldemort detestaba a los muggles, pero era un idiota al no ver todo lo que ellos poseían, así que mi esposo y yo hemos ido introduciendo en nuestro día a día cosas muggles.

Teníamos televisión en casa desde hacía bastante tiempo, por ejemplo.

A los niños les encanta, por las mañanas cuando terminan de desayunar ven un rato la televisión, a mis mellizos les encantan los dibujos animados y Allegra es capaz de quedarse embobada mirandolos junto a sus hermanos pese a que no entienda absolutamente nada.

De hecho, ahora ellos se encontraban viendo la televisión mientras que yo me había estado arreglando.

Primero había arreglado a mis pequeñines y luego me terminé de arreglar con la ayuda de mi esposo.

-Lista-respondió él mientras terminaba de atarme mis zapatos de tacón, nos vamos ya?

-Claro-le sonreí mientras me ayudaba a levantarme

De nuevo había llegado a esa etapa de mi embarazo dónde empezaba a necesitar la ayuda de mi esposo para todo. Era normal, ayer había cumplido seis meses y medio de embarazo, en cuestión de menos de tres meses ella ya podría nacer.

Draco y yo fuimos hasta el salón, dónde como había dicho mis tres hijos se encontraban viendo la televisión. Scorpius y Nora estaban sentados en el sofá, viendo los dibujos tranquilamente y Allegra estaba sentada sobre la alfombra, jugando con uno de sus tantos juguetes.

-Niños, nos vamos o seguís viendo la televisión?-habló Draco llamando su atención mientras cargaba a Allegra en sus brazos

-Ya habeis visto suficiente la televisión por hoy-respondí-ahora a pasar el resto del día con vuestros primos jugando

Los dos se bajaron del sofá y vinieron a agarrar mis manos para marcharnos hacia la mansión Rosier. Utilizamos la red flu para llegar hasta ahí, estaba prácticamente toda mi familia reunida.

Obviamente los saludé a todos y tras eso decidí ir a ver a Cassandra, conociendola estaría de los nervios.

Nora quiso acompañarme, por lo que no me importó demasiado.

Llamé a la puerta y segundos después abrí.

Ella no se encontraba sola, Briseida y Magnolia estaban con ella.

No pude evitar sonreir al verla, estaba preciosa.

-Hola!-les sonreí a las tres-estás preciosa Cassandra!

Temptation || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora