Temptation || Draco Malfoy

c.002

Third person

Narcissa y Violet tenían un plan.

Hacer que Keira y Draco terminaran casados.

Ellas sabían que los dos no buscaban el amor, así que por que no juntarlos a los dos?

Hoy acompañarían a Keira a comprarse su vestido para el 1 de enero, el día donde la presentarían en sociedad como uno de los nuevos diamantes.

Este solo tenía una única regla, y es que debía de ser de color blanco.

Violet y Narcissa practicamente no durmieron esa noche, la emoción les podía. Su plan debía de salir perfecto si querían que fuera un éxito.

Ambas esperaban en el salón a que Keira apareciera, pero se hizo de esperar. Primero apareció Bellatrix, seguida de Astoria.

Astoria también estaba nerviosa. Para ella sería como revivir todo lo que pasó cuando fue un diamante en 1999 y esperaba que Keira lo pasara igual de bien que lo pasó ella.

Astoria recordaba como el año de antes su hermana Daphne también fue nombrada diamante, al igual que su mejor amiga Pansy y desde entonces, ella ansiaba con ser elegida diamante.

La suerte estuvo de su lado y juró que cuando su padre le dió la noticia se puso a gritar.

De todos modos ella no quiso conocer a nadie. Ella tenía claro que se daría el si quiero con Sky.

Y lo mismo le pasó a Violet y a Narcissa. No les hizo mucha falta pensarse con quien pasar el resto de su vida.

Pero Keira no lo tenía tan claro. Ella ya sabía que sus oportunidades de casarse por amor se iban esfumando.

Así que como había acordado con sus amigas, por muy triste que sonara Keira no se casaría por amor.

Keira ya sabía que a partir del uno de enero tendría a todos los hombres que quisiera a sus pies, así que solo trataría de buscar al mejor mortifago, lo cual parecería algo muy tedioso.

Dylan no tenía ni puñetera idea de que hacer. Lo que si sabía era que ya era el momento de madurar, así que por que no empezaba por una esposa? Él había visto por encima todas las chicas que se habían presentado para ser diamantes y a simple vista no le llamaba ninguna la atención salvo una amiga de su hermana, Naomi.

Y luego estaba Draco. El próximo ministro.

El señor tenebroso le había propuesto ser el proximo ministro, pero con una única condición: debía contraer matrimonio.

Él no necesitaba a ninguna chica. Había visto a todas las que se presentaron y no le interesaban. Salvo Keira, ella era caso a parte.

La conocía desde que puede recordar y en su infancia estuvo enamorado de ella pese a que la chica fuera 6 años menor que él.

Una vez llegó a Hogwarts, trató de olvidarse de ella. Trató de conocer a chicas y por un tiempo logró olvidarse de ella. Cuando se graduó de Hogwarts, volvió a pasar olimpicamente de ellas y se centró plenamente en dos cosas: los mortifagos y su familia.

Tampoco es que sirviera de mucho, puesto que cuando Keira regresó en verano a los 16 años, de pronto ella ocupó sus pensamientos las 24 horas del día.

El solo pensamiento de la chica, lograba hacer que Draco se corriera en sus sabanas como un jodido adolescente.

Así que ahora su única misión era hacerla su esposa.

-Keira, querida deberías de ir bajando-habló Violet desde el salón, esperando a que su nieta le hubiera escuchado

En realidad no lo hizo, pero bajó unos minutos después completamente arreglada lista para irse.