Temptation || Draco Malfoy

c.014

Third person

Las lágrimas no tardaron en llegar.

Keira no sabía que hacer.

El chico del que había pasado su adolescencia enamorada había tratado de darle amortentia.

Bueno la cuestion era que no había echo ya a estas alturas.

Y Keira no iba a negar que tenía miedo.

Pero a su vez no sabía que hacer.

Necesitaba una explicación y la iba a conseguir esta noche.

Pero de momento no le explicaría a su padre que ya sabe quien es el autor de su envenenamiento.

Todavía no.

Así que trató de calmarse, arregló su maquillaje y decidió ir al Gran Comedor a cenar.

Se reunió junto a sus amigas y actuó como si nada.

Una vez terminaron de cenar, regresaron a la sala común para preparar los últimos detalles de la fiesta.

Keira se quedó junto a ellas y una vez vió a Adam entrar junto a Ava por la puerta de la sala común fue disparada hacia ellos.

-Que teneis pensado hacer?-preguntó ella

-Adam y yo teníamos pensado subir a la habitación por un rato-aclaró Ava mientras sonreía

Iban a drogarse.

-Os acompaño-le sonrió ella de vuelta

Los tres pusieron rumbo a la habitación del chico, hasta que Elsie les paró.

-Donde vais?-preguntó ella

-Vamos a mi cuarto-sonrió Adam- haremos un trio, si quieres te puedes unir

-Eres un guarro!-rió Elsie- os veo en un rato?

-Ahí nos verás rubia!-sonrió Ava

Dicho eso, los tres subieron a la habitación de Adam, no sin antes encontrarse a Melissa saliendo del pasillo de las habitaciones de chicos con cara de pocos amigos.

-Pero y a esa que le pasa-rió Ava mientras entraban a la habitación

-Yo que se-rió Adam mientras se disponía a buscar la droga- es más pesada, pasa casi siempre por aquí, va a ver a Kyle

-Pobre chica-rió Ava sentandose en el escritorio- como puede ser tan estupida como para ir detrás de un tio como ese

-Eso me convierte en estupida?-rió Keira

-Para nada nena-sonrió Ava antes de inhalar en el escritorio la raya que se había estado preparando segundos antes- tu ahora vas con Malfoy, así que sin duda eres la más inteligente

Ava le encantaban los opiaceos. Con eso, lograba sentirse agusto en su cabeza.

Adam en su lugar preparó un porro y justo cuando se lo encendió Keira habló de nuevo.

-Adam-le llamó- yo también quiero

-Estás segura?-preguntó el con una ligera preocupación- no hace más de dos semanas que saliste de la enfermería

-Por favor-le suplicó ella

Él cedió y un par de minutos más tarde, le otorgó uno a la chica.

Una hora después, finalmente bajaron a la sala común.

Esta ya se encontraba llena de jovenes de todas las casas.

Estaba oscuro, la musica estaba alta y una gran parte de la gente se encontraba bailando.