Temptation || Draco Malfoy

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No se cuando, pero Laura morirá.

Pero el como si lo se.

Y eso es muy sencillo, quien la matará será nada más ni menos que mi propia sangre.

Mi maldición tiene una pequeña ventaja, y es que mientras que mi cuerpo siga estando maldito, mi sangre será puro veneno en pocas palabras.

Con solo unas gotitas es capaz de matar a gente en pocos segundos.

No era la primera vez que los Rosier habíamos usado nuestra sangre como arma y sin duda la derramaría contra ella.

Con esto ya eran dos mujeres a las que quería matar tras el nacimiento de mis hijos.

Gweneth y ahora a Laura.

Pero se que no soy la única con intenciones de matar, puesto que mi padre tiene a alguien en mente.

Al ex marido de Magnolia.

Papá quería matarlo por el mero hecho de que él prefería a las mujeres antes que a sus dos hijas, Cassandra y Briseida.

Y yo estaba de acuerdo con ello.

De hecho papá tenía planeado ponerse a investigar sobre su paradero, es más en cuanto se ponga a ello estoy más que segura de que será incluso capáz de saber hasta cuantos latidos por minuto hace su corazón.

Los días se me pasaban realmente rápido a decir verdad.

Como Draco dijo, el domingo por la tarde regresaron a Reino Unido, aunque volvería en unos días para pasar varios días conmigo.

De mientras nuestro único consuelo eran las llamadas nocturnas.

Cada noche después de la cena iba hasta mi habitación y le llamaba, por lo menos hablabamos cada noche unos 20 minutos.

Llevo sin verlo dos días y no voy a negar que le hecho de menos.

El embarazo me hace ser más sensible.

Y hablando del embarazo, oficialmente había cumplido 6 meses.

En tres meses ellos ya estarían aquí, lo que significa que tenemos que empezar a prepararnos para su llegada.

Todavía seguíamos arreglando la habitación de Chiara, ayer por la tarde fuimos a comprar muchos más muebles para su habitación.

Quedarme aquí había sido muy buena idea, puesto que podía ayudar bastante a mi tío.

Él a duras penas podía descansar por la noche, la alimentación de su hija, la mafia y Laura le impedían dormir en pocas palabras.

Así que ayer por la mañana en cuanto me desperté me colé en la habitación de mi tío y me llevé a la pequeña a mi habitación para que almenos mi tío pudiera descansar un par de horas seguidas.

Y eso era justo lo que iba a hacer en este momento.

Eran casi las ocho y cuarto de la mañana y mis dos pequeños no me estaban dejando descansar mucho, últimamente a uno de ellos le daba por patalear por las mañanas.

En realidad sentía que siempre era el mismo el que pataleaba, era el mayor podía sentirlo.

Además teníendo en cuenta que cada pocas horas me estaba haciendo pis, sus pataditas no ayudaban precisamente.

Almenos por el momento no había llegado a hacerme pis encima.

Como fuera, tuve que levantarme para ir al baño antes de ir a la habitación de mi tío.

Una vez hice pis, finalmente pude salir de mi habitación, tenía pensado regresar por almenos un rato más ahí.

Llegué a la puerta de mi tío y con cuidado para no hacer ruido la abrí.