Temptation || Draco Malfoy

c.016

Mi semana de vacaciones había pasado más rápido de lo que esperaba.

Ya estabamos a viernes. Hoy era el baile de primavera y en este, mi padre iniciaría su venganza contra Kyle.

Pero para eso aún quedaban unas horas. Ya había comprado mi vestido, fui ayer con la abuela y Narcissa.

A penas eran las once de la mañana y acababa de desayunar.

Me encontraba leyendo en mi ventana cuando llamaron a la puerta. Segundos después, apareció Draco.

Me sorprendió verlo, puesto que no iba con sus trajes, pero si iba vestido de negro.

Llevaba unos pantalones elegantes y un jersey.

-Hace cuanto que no montas a caballo?-me preguntó

-Buenos días Keira-hablé- has dormido bien? Yo genial gracias por preguntar

-Perdón-sonrió para después acercarse a mi y sentarse frente a mi- Buenos días

-Ahora mejor-sonreí

-Entonces cuanto tiempo hace que no montas a caballo?

-Desde el verano pasado-aclaré- no suelo montar a caballo en invierno y suelo retomarlo por estas fechas pero ya sabes

Le enseñé mis manos bendadas.

-Y es por eso que he venido a verte-me sonrió mientras acariciaba mis manos- quieres que te lleve a dar un paseo a caballo? Yo llevo las riendas así que lo único por lo que debes de preocuparte es por agarrarte a mi

-Está bien-sonreí mientras me levantaba

Me agarré a su brazo y ambos salimos de la habitación mientras hablabamos.

-No sabía que montaras a caballo-hablé

-Cuando cumplí doce años mis padres me regalaron un caballo-aclaró- todavía lo tengo y suelo salir

-No lo sabía-sonreí- quiero verlo algún día

-Pronto-sonrió

-Como recordabas que yo monto a caballo?

-Anoche recordé cuando en un verano hace unos años con tu caballo intentaste saltar un par de tablones-aclaró- recuerdo que en el primer intento tu caballo se asustó y dió media vuelta

-Y en el segundo me tiró al suelo-reí- bueno en realidad no toqué el suelo, como frenó antes del salto yo del impulso terminé sobre la crin y antes de caer papá me cargó en sus brazos. Pero al tercero lo logré

-No te diste por vencida-sonrió- no entra en tus planes perder

-Supongo que en eso nos parecemos-sonreí

Un par de minutos después, llegamos al establo donde se encontraba mi yegua Hera. Ella era de color blanco, pero tenía un montón de manchas negras, asimilandose a las de una vaca. Y su cabello era negro como la noche.

Hera se encontraba comiendo, pero cuando me vió dejó de comer y su vista fue a mi.

Yo fui directamente a acariciar su hocico y de paso le di un par de mimos.

Siendo honestos, no era una gran fan de los animales, pero mi yegua Hera y mi gata Iris ocupaban un lugar especial en mi corazón.

Tío Massimo me la regaló cuando cumplí 10 años. Recuerdo que unos días después, los aurores encerraron a mi padre de Azkaban.

Fui hasta un armario donde tenía todas las cosas de Hera que utilizaba para montar y Draco las cargó por mi, mientras que yo regresé hasta Hera y la saqué del lugar donde dormía y hacía su vida.