Capítulo 29

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Deimon ni se inmutó, ni me miró solo espetó
—siéntate—
Mire a Kevin quien levantó sus dos manos y movía su cabeza en señal de negación ya sabía muy bien porque era mi enojo
—a ver empieza hablar alfa—
Deimon dejó de hacer lo que estaba haciendo leyendo papeles y firmando acuerdos; chasqueó la lengua y sonrió
—si no fueras mi hermano y luego mi beta, arrancaría tu lengua y con ella misma te ahorcara pero luego Akira me odiaría, Abril jamás me haría suyo y pues kevin tal vez me abandone y tal vez solo tal vez no encontraría un beta que sea tan pacifico como tú aunque kevin ascendería a tu puesto... pero no creo encontrar alguien que maneje mejor la seguridad y a los lobos en entrenamiento que Kevin así que en definitiva te dejare vivir—

Lo mire de mala gana estaba furioso

—Deimon no estoy de humor para tus amenazas en forma de chistes ¿me puedes explicar quien es ese lobo y quienes son las nuevas integrantes del servicio?—
Deimon alzó una ceja y frotó su cara
—creo que tú te has convertido en mi y yo en ti—
—Deimonnnn— Gruñi, él rio
—bueno ya ya, no te molestes más te explico; ese lobo con el que tuviste tú el primer encuentro se llama Eliot acacio es príncipe de la manada darzee—
Me quede sorprendido se supone que esa manada había desaparecido hace siglos como es que de la nada apareció
—¿me puedes explicar cómo es que después de tantos siglos aparece esta manada de la nada?—
—exactamente eso es lo que voy averiguar por cierto tendrás el placer de hablar con él—
Toc toc
—alfa, Eliot acacio está aquí—
—esto tiene que ser una broma—
—no exactamente, dile qué pase—
Mi lobo gruñía en mi interior, no le gustaba ese nombre y mucho menos ese tipo que había aparecido de la nada y ya había causado problemas.

Minutos antes:
Salí bastante molesta de la mansión o no exactamente molesta eran celos ¿que hacía esa chica del servicio coqueteándole a naim? a mi naim ¿Desde cuando se había perdido el respeto en la mansión? Y lo peor fue escuchar a mi madre decirme todas esa cosas delante de todas las criadas.
Iba tan entretenida en mis pensamientos y mi enojo que no me percaté cuando cierto lobo que había visto antes volviera a estar frente a mi
—hola princesa nos volvemos a encontrar, ¿será una señal del destino?—
No hable me quede mirándolo sin decir una sola palabra
—lo siento no quise incomodarla, permítame presentar...__
—no te ha pedido que te presentes ante ella—
Era Arturo quien lucia molesto e incómodo, el lobo que me hablaba volteo hacia Arturo y le alzo una a lo que respondió incrédulamente
—¿y tú eres?—
Arturo chasqueó la lengua odiaba que no lo reconociera todo el mundo lo hacía sentir sin poder suficiente
—el que podría ARRANCAR TU CABEZA Y NO SER JUZGADO SI TE SIGO VIENDO MOLESTAR A MI HERMANA—
su lobo habló haciendo que este baje su cabeza en sumisión, ambos seres tenían un carácter indomable
—lo siento futuro alfa de la manada RAKSHA no fue mi intención ofenderlo con mis palabras pido perdón por mi atrevi—
cállate y sigue tu camino—
como ordené señor—
No sabía si reír o regañar a Arturo por hacer que aquel lobo gruñera despacio por la sumisión que le causó Gabriel creo que no era tan necesario, aquel lobo cuyo nombre aun no sabía camino rozando mi brazo y un gruñido salió de Arturo
—basta hermano, ahora vamos hablar—
Abracé a mi hermano por la cintura y el puso su brazo izquierdo sobre mi hombro.
Ambos nos sentamos en el jardín en los columpios que teníamos de niños y yo empecé la charla
—a ver Artur, ¿que es lo que te tiene tan alterado?—
El miró hacia el frente y empezó a hablar
—es papá le reclame el porqué de haberme puesto a naim como entrenador y me regañó fuertemente delante de Kevin—
Reí un poco pero luego recordé que mamá también me regañó a mi
—mamá también me ha regañado y deja de quejarte naim es bueno y lo sabes te entrenará muy bien—
Mire hacia el piso nuestros padres no eran duro ni nunca nos han maltratado pero cuando nos corregían algo era con todo el peso y autoridad
—jajaj mamá te regañó ¿a ver por que?—
No quería decirle me daba un poco de pena y el lo noto
—vamos Akira tienes la cara roja y eso solo sucede cuando algo te da pena te conozco muy bien eres mi hermanita—
—pues hay una nueva chica en el servicio o una no hay varias y entonces ella le estaba coqueteando a naim y yo me enoje y le dejé claro el es mío y yo...—
—hey cálmate ¿si? Estás hablando muy rápido y no logro entender—
Luego de unos minutos le conté toda la historia a mi hermano el no dijo nada se paró del columpio y tomó mi mano y me paró
—sabes que a pesar de que no me llevo del todo bien con naim es un hombre que daría más que su vida por ti no creo que tan si quiera haya notado que esa sirvienta nueva lo halla mirado así en forma de coqueteo—
—Arturo no hables así, se dice chicas del servicio—
Arturo rio a carcajadas
—es lo mismo lo digas como lo digas—
Voltee mis ojos exasperada por la actitud tan detonante de mi hermano, seguimos hablando mientras caminábamos despacio
—no me has contado nada sobre laila, ¿cómo van las cosas?—
El suspiro algo así como que cansado o decepcionado
—desde la ultima vez que estuvo aquí no hemos vuelto hablar... la extraño tanto estoy mas enojado y molesto porque no puedo amarrarla y a obligarla a vivir aquí me prometí no ser tan tosco como papá pero estoy perdiendo el autocontrol—
Me pare frente a él y le pegue una cachetada que no le hizo absolutamente nada
—¿por qué me pegas?—
—¿no le has enviado tan si quiera una carta y flores? ¿En serio Arturo, como la vas a conquistar si no se hablan?—
—pero tú fuiste quien dijo que no la...-
—tonto, te dije que le dieras espacio no que la abandones por completo, vamos a casa ahora mismo vamos a enviarle una carta y flores a laila ayúdame a recoger unas flores qué hay por aquí en el jardín—

Arturo camino conmigo y me ayudo a recoger rosas rojas para hacerle un hermoso arreglo a laila mientras lo hacía toque la medalla de la pequeña cadena que me había regalado naim el día de mi cumpleaños y recordé las rosas que me había regalado cuando desperté.

Cundo llegamos a casa nos abrieron la puerta ambos nos estábamos riendo pero paramos cuando escuche gritos de naim abri rápidamente la puerta y vi a naim parado señalando al lobo que me había vuelto a encontrar naim miró a mi dirección con sus ojos color miel y sus caninos fuera mientras que mi padre miraba la escena un tanto molesto y aquel lobo no se inmutaba solo miraba a naim cosa que dejó de hacer en cuento me vió y dijo
—princesa.







Continuará....

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora