Capítulo 87

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—¿te has vuelto loco naim? ¿Sabes que pasaría si el consejo o mi papá se entera de esto? ¿Que ejemplo estás dando a los lobos?—
Naim escuchó cada pregunta llenas de reproches que le decía Arturo entendiendo que él tenía razón, caminó hacia una de las bancas del campo mientras que a eliot otros lobos lo ayudaban a levantarse
—buena pelea...naim—
Dijo él mientras tenía una bolsa con hielo en su cara que a pesar de lo magullada que estaba, sonreía.

El entrenamiento no continuó pese a que Arturo y naim decidieron dejarlo hasta ahí y mientras iban caminando naim se frotaba los nudillos había un silencio incómodo entre ambos
—Arturo yo... se que no fue correcto dejarme provocar de eliot y menos delante de los lobos pero no me pude contener la rabia me cegó con esto no quiero justificar mi falta pero...—
—no te preocupes, si con eso te sientes mejor me da igual, todo lo que te reclame delante de los demás fue solo para evadir que eres un beta irresponsable y que te dejas provocar con facilidad—
Naim sonrió algo avergonzado Arturo se estaba comportando más maduro que él
—pensé que estabas molesto por mi estupidez—
Arturo negó con la cabeza y se detuvo para cortar unos girasoles, naim le hizo compañía y en cada girasol que observaba veía la cara de Akira, Arturo había terminado pero se quedó viendo como él no despegaba la mirada de las plantas
—te acuerdan a ella verdad?—
Dijo acercándose a niam y colocando su mano en su hombro
—la extraño cada día, ha sido tan difícil no puedo negarlo creo que he trabajado mas de lo debido solo para mantener mi mente ocupada pero cada acción me recuerda a ella, su risa, sus enojos, saber que...—
—¿es capaz de matarte si la engañas?—
—si, Justo eso son tantas las emociones y es tan grande este sentimiento, puedo apostar que esta haciendo berrinches cada día jajaja Akira siempre a odiado hacer ejercicio—
Arturo lo escuchaba hablar de akira como si ella fuera toda su vida y le alegraba mucho debido a que él también extrañaba mucho a su hermana pero sabía que no era el mismo sentimiento que siente naim
—vamos ya, es hora de ir a casa muero de hambre pero mientras regresamos ¿qué tal si nos echamos una carrera?—
—¿que recibirá el que gane?—
—si yo gano me dejarás dar el entrenamiento junto a ti—
—¿y si yo gano?—
—dejare de llamarte beta inútil—
Naim puso ojos en blanco y sin decirle nada a Arturo emprendió la huida dejándolo atrás
—¿no qué haces? Eso es trampa naim aun no habíamos empezado—
Ambos llegaron agitados naim tomó la delantera ganando así la carrera
—¿que te pasa? hiciste trampa naim—
—en este mundo de lobos, tomar el primer lugar usando la habilidad te hace el más fuerte—
Ambos entraron por la puerta principal y el olor a carne fresca los invadió caminando con rapidez hacia la cocina pero naim se detuvo en la puerta cuando vio a Saraí en la cocina
—¿sabes que Arturo? ya se me fue el hambre iré al despacho te veo allí—
Arturo frunció el ceño y pudo ver a Saraí con los cachetes rojizos este puso ojos en blancos y se sentó en un taburete
—sírvanme de todo—
Vociferó, naim quien iba saliendo escuchó y negó con la cabeza caminó hasta el despacho y cuando abrió la puerta se encontraba Abril sobre la mesa desnuda y la cabeza de deimon enterrada entre sus piernas
—¡maldición! te hemos dicho que esta no es tu habitación—
Cerró la puerta a gran velocidad y fue a la cocina a avisarle a Arturo que deimon había llegado pero que no intentara ir al despacho hasta que él no los llame.

Toc toc...
—pase—
Naim aprovechó el momento y pasó a visitar a linda
—¿cómo está ella?—
Le pregunto a laila quien estaba a su lado mientras linda dormía
—está muy triste lloro mucho pero al final quedó dormida así que le he hecho compañía ¿Arturo ha terminado ya?—
—si, hemos terminado está almorzando luego vendrá a verlas deimon también a regresado no se si sabía-
Laila se emociono tal vez deimon tenía información sobre su padre
—¿esta en el despacho? ¿puedo ir a verlo?—
—creo que en este momento no sería lo más recomendable si quieres dormir esta noche—
Laila frunció el ceño no entendía a que naim se refería
—solo espera que él te busque ¿si?—
Ella asintió y observo las manos de naim las cuales aún estaban algo heridas
—¿que te ha pasado ahí?—
Naim acarició sus manos respiro profundo pero no le ocultó la verdad a laila
—le he molido la cara a golpes a eliot—
Ella levantó su cejas algo asombrada y asintió en cámara lenta naim le sonrió y se despidió cerrando la puerta tras él sin agregar una palabra más.

Unos minutos después Arturo subió al cuarto de linda sabía que laila se encontraría allí
—hey hermosa—
Abrazo a laila y luego empezó a olfatear
—¿ha estado naim aquí?—
—si estuvo aquí vino a ver a mamá y me he enterado que ha llegado el señor deimon ¿ya lo viste?—
Arturo gruñó algo celoso no era algo de sorprender en los alfas
—no me gusta que estes sola con ningún lobo y sobre mi padre aún no lo he visto naim me advirtió que no fuera al despacho—
—si también me dijo mi mismo y por favor Arturo, naim es tu cuñado no seas dramático—
—de seguro encontró a mis padres procreando más hijos jajajaj y me llamas ¿dramático? Te mostrare lo dramático que soy—
Arturo tomó a laila en sus brazos cargándola sacando de ella un chillido
—¿Arturo estás loco? bájame ¿a donde me llevas? Vamos a despertar a mamá—
—si no haces silencio despertaremos a tu madre—
El abrió la puerta y ella trataba de forzar para que él la deje pero era en vano, era como una hormiga tratar de empujar una roca
—estás mojado de sudor no te has duchado—
—jajajajaj cuando estabas en celo nunca te importó eso—
Laila sintió el rubor subir a sus cachetes y se tapó la cara algo avergonzada, Arturo la subió a la cama y quitó las manos de su rostro mientras estaba encima de ella sin hacer presión
—no tienes porque avergonzarte laila amo tanto como eres, te amo desde antes de nacer fuiste hecha para mi ¿sabías?—
—¿cómo actúe durante el celo?—
Arturo se separó de ella y empezó a quitar su ropa quedando totalmente desnudo
—hiciste todo el trabajo, fue poco lo que hice debido a mis lecciones pero estuviste magnífica amor disfrute incluso las mordidas que me diste y los arañazos fue como si pediste la razón y solo teniendo sexo la recuperarías—
Laila abrió sus ojos a más no poder no sabía que su comportamiento había sido tan agresivo debido a que no tuvieron tiempo para hablar acerca del celo
—¿Tan agresiva fui?—
El se rio y camino hasta la puerta del baño y tocó la manija
—fuiste más de lo que espere ojalá tú celo sea seguido—
Entro al baño dejando a laila con una sonrisa en su rostro, unos minutos habían pasado y el cansancio la venció dejándola dormida Arturo salió del baño y la vio respirar lento
—oh no, no me dejarás así—
Quito la toalla y subió sobre ella con su cuerpo frío besó su cuello suavemente haciendo que laila abra los ojos y suelte un gemido
—¿bebé qué haces?—
Dijo adormilada pero queriendo más de la lengua de este en ella
—necesito de ti ahora—
Veinte minutos después ambos estaban gimiendo del placer que se generaban uno al otro, mientras él se hallaba sentado sobre la cama y ella se hallaba sentada sobre él.
El besaba sus labios y apretaba su cintura mientras que ella movía sus caderas con suaves movimientos sintiéndose tan libre y tan llena
—te amo, Arturo esto se siente tan...ah...bien—
El ayudaba a dar estocadas más profundas mientras la apretaba más y ambos disfrutaban de sus cuerpos hasta llegar al punto donde cada uno tuvo ese orgasmo deseado.
—podría estar dentro de ti todo el tiempo y no me cansaría laila—
Dijo él luego de correrse dentro de ella y abrazar su cuerpo tembloroso.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora