Capítulo 73

2.4K 360 22
                                    

Mire su pie el olor a sangre se metió en mis fosas nasales
—está herida—
Espete tomando una servilleta de tela y pasándola a Arturo para que la limpiara, los lobos solemos ser muy celosos
—no es grave, sanará en unos minutos—
dijo él mirándola con tristeza y acariciando su pierna
—necesito ir a descansar me siento un poco aturdida-
Al intentar levantarse tambaleó y Arturo la sostuvo
—llamaré al doctor—
Dijo Deimon preocupado al ver a laila pálida
—no, estoy bien no se preocupe por mi tal vez es cansada—
—laila si te sientes muy mal puedes ir a descansar no debiste levantarte tan temprano—
Espetó Abril acariciando su cabeza, Arturo la llevo hasta su habitación y volvió al despacho alegando que la había dejado dormida pero que algo le preocupaba.
habían pasado dos horas cuando sonó el teléfono Abril lo tomo ya que nos encontrábamos ocupados
—buenos días abril—
—linda que gusto oírte ¿cómo te sientes?—
—estoy un poco preocupada, Kevin me había llamado venía de camino a casa pero han pasado dos horas y aún no llega—
Abril cambió su rostro a uno más pálido y aunque no queríamos interrumpir era inevitable que no lográramos escuchar, tanto como Deimon, Arturo y yo nos miramos y todos nos pusimos alerta Deimon tomó el teléfono quitándoselo a Abril
—buenas, linda...—
La puerta fue tocada interrumpiendo la conversación de linda y él, tres lobos entraron haciendo reverencia y luego procedieron a dar el mensaje
—alfa, necesitamos que venga con nosotros es una emergencia—
Algo empezó a incomodarme nos levantamos listos para partir la cara de frustración de Deimon fue al instante
—alo, Deimon ¿ha ocurrido algo?—
—emm, Linda te contactaré más tarde trata de no preocuparte conociendo a Kevin tal vez solo está preparando un regalo para..—
—no Deimon, siento punzadas en mi corazón, siento que algo malo ha ocurrido necesito...—
—linda por favor mantén la calma saldré en busca de él pero por favor no te asustes Kevin es fuerte—
Y sin dejarla terminar de hablar Deimon tranco el teléfono colocó sus dos manos sobre la mesa del escritorio Abril estaba hecha un mar de nervios
—amor—
Le dijo y él la abrazó podía sentir su incomodidad y su desesperación aunque trataba de ser calmado para no alarmar a todos los que estábamos ahí presentes
—abril mírame, cuando laila despierte no le digas nada, trata de entretenerla no quiero causar estragos sin saber que ha ocurrido, aunque podrías ir por la manada verificando los daños ,si, es una buena idea y me dejas los informes en el escritorio, ve con laila y algunos lobos más así ellos te ayudan—
Deimon estaba muy nervioso sus palabras salían de su boca a gran velocidad
—amor cálmate, estas un poco alterado—
Dijo abril acariciando su rostro rasposo por la barba creciente y la cabeza de él descanso en el hombro de ella
—te amo mucho abril—
Le dio un beso en la frente y nos pusimos en marcha.

—no tenemos tiempo, es hora de sacar las bestias a correr—
Nos convertimos en nuestras partes salvajes y corrimos a toda prisa fuera de la mansión junto a otros cinco lobos más
—papá ¿crees que algo malo le pasó a Kevin?—
Arturo le hablaba a Deimon, el cual no había dicho nada al respeto solo se dejaba ver serio sin abrir la boca como siempre, de mi parte corría y corría con rapidez sentía mis patas picar me sentía tan desesperado no quería imaginar que algo malo podría haberle ocurrió a Kevin.

Al llegar al lugar nos detuvimos, varios lobos nos esperaban, cambiamos a nuestras formas humanas y los lobos nos pasaron una mochila que contenía prendas de vestir, los lobos cuidadores de la manada suelen cargar con ropa.

—Alfa, que bueno que ya ha llegado—
Observamos todos los alrededores habían pedazos de cristales en la carretera sin dudas había ocurrido un accidente pero por más que olfateamos no podíamos encontrar algún rastro de que era kevin, podría haber sido otra persona cualquiera.
—esto cada vez me gusta menos—
Espero Arturo mirando hacia abajo del Barranco donde un gran río turbulento con rocas de buen tamaño pasaba y solo había una pequeña porción de tierra donde muchos árboles la adornaban, pero si el carro hubiese caído por ahí tendría que haber una señal y bajar era más que imposible y si cayó por el Barranco no quedaría con vida.
Deimon se mantenía hablando con los lobos haciendo todas las preguntas necesarias para poder dar con Kevin.
Me acerqué a Arturo con todo este problema me había desocupado la mente y había olvidado el dolor de haber dejado ir a Akira
—¿que estás mirando?—
Le pregunté estaba tenso me coloqué a su lado no había respondido a mi pregunta así que guarde silencio
—¿no te parece extraño?—
Me hablo sin mirarme  me dio un poco de curiosidad saber a qué se refería exactamente
—¿a que te refieres?—
Y sin más Arturo se dejó caer hacia el Barranco abrí mis ojos a más no poder y aunque intente tirar de él no fue suficiente pude escuchar la voz aguda de Deimon
NOOOOOO ARTURO—
Gritó con desesperación e intentó lanzarse pero lo detuve
—¿que estás haciendo? déjame ir a buscar mi hijo—
—no Deimon, no permitiré que hagas una locura tú también—
Ambos estábamos en el suelo tuve que ejercer mucha fuerza para poder sostenerlo su corazón latía desenfrenadamente se separó de mi bruscamente y nuestra discusión se dio a más fuerte, echó su cabello hacia atrás mientras caminaba de un lado a otro sin saber que hacer
—¿por qué hizo eso? Que le dire a su madre o tan si quiera a laila o a Akira, tenemos que bajar—
Deimon no paraba de hablar no tuve tiempo en mirar si Arturo había caído en el agua o sobre los árboles
—cállate y cálmate—
—MI HIJO ACABA DE SALTAR POR EL BARRANCO HAS VISTO...—
Se acercó a la orilla y señaló pero se quedó observando me acerqué y sonreí
—ves lo sabía Arturo no haría una estupidez sin tener algo en mente, Kevin lo ha entrenado muy bien-
Arturo estaba derribando árboles fruncí el ceño sin entender
—espera, ¿que está haciendo?—
Pregunté un tanto sin entender Deimon, yo y los demás lobos estábamos observando cómo Arturo convertido en su bestia destrozaba todo, dio un aullido de alerta al parecer había encontrado algo.

—tengo que ayudarlo—
—no, déjalo solo que termine lo que está haciendo no siempre estarás ahí para él—
Deimon me analizo unos segundos antes de responder
—¡maldición! odio que tengas razón—
—¡cuidado!—
Nos gritaron los lobos, restos de un coche estaban siendo lanzados por Arturo, los lanzaba a gran altura ejerciendo bastante fuerza.
Nos acercamos nuevamente y lo que vimos nos dejó perplejos  Arturo venía subiendo enterrando sus garras entre el Barranco rocoso podía sentir el dolor en mis garras de solo de ver, los restos y escombros de dicho vehículo se encontraban en muy mal estado no creo que quien haya caído por ahí quedara con vida aunque en mi mente no cabía que era Kevin.

Arturo estaba por terminar de subir cuando se quedó congelado y sus ojos se empezaron a cerrar aunque Deimon y yo fuimos hábiles y lo sostuvimos su cuerpo era muy pesando por lo que fue muy difícil terminar de subirlo
—ya está campeón—
Diji Deimon mirando a su hijo en la carretera con sus ojos cerrados y con la respiración agitada.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora