Una Diosa para un beta (contenido para adultos)

Capítulo 43

Laila se dio la vuelta y abrió sus ojos adormilados se sentó en la cama buscando algo pero fui más rápido que ella y me escondí
—Arturo—
Me llamo pero aunque quería ir y besarla y abrazarla tenía miedo de volver a perder el control. Laila volvió a caer en su profundo sueño y salí de la habitación cerrando la puerta tras mio, entre a mi habitación y me dispuse a dormir, mas tarde sería un día largo y tenía algunos planes pendientes, antes de irme en su closet dejé una prenda que le había comprado para un lo use el día de su cumpleaños obviamente le dejé una nota escrita.

Cómo siempre me desperté temprano me duché y salí de mi habitación a desayunar, tenía mucha hambre debido a que en la noche anterior no prove ningún bocado, aunque ahora que lo pienso mejor lamento mucho haber dejando a laila sola pero la discusión con mi padre me hizo enojar mucho, no negare que me gusta verla comer lo hace despacio y con tanta delicadeza, ya se que parezco un enfermo pero no puedo evitar mirar cada detalle, quiero conocer cada pequeño detalle para cuando sea mi esposa no tener que esperar que ella me diga algo solo hacerlo porque se que le gusta o la hace sentir bien.

Entre a la cocina eran las 7:30 am de la mañana las mucamas del servicio ya estaban preparando el desayuno
—¡buenos días!—
Dije sin mirar y abrí el refrigerador tome un vaso y me serví un poco de leche
—¿señor Arturo por qué se sirve? Con gusto lo atenderíamos tome asiento, ahora mismo le preparo su desayuno ¿me podría indicar que desea hoy?—
—prepárame lo mismo de ayer, no pude comerlo gracias a naim—
Me senté mientras tomaba la leche que me había servido, vi a Kevin entrar con rapidez a la cocina
—buenos días Arturo veo que estás listo temprano—
Asentí pero no le preste atención.
Estaba desayunando tranquilamente hasta que todos empezaron a entrar a la cocina
—buenos días—
Dijo linda muy animada mientras entraba e iba directo al refrigerador por un pequeño pastel y varias velas de colores y Kevin la ayudaba
—iremos a despertar a laila, ¿nos acompañas Arturo?—
Di un último sorbo de mi bebida y me levante de la silla
—quisiera acompañarlos pero tengo asuntos pendientes—
Había terminado mi desayuno, la cara de linda al escuchar mis palabras de que no iría con ellos a despertar a laila fue con algo de decepción pero volvió a sonreír felizmente mientras sostenía el pastel
—espero tengas tiempo para la cena de esta noche para celebrar juntos el cumpleaños de laila—
Asentí, y procedí a salir de la cocina sabía que harían una cena para celebrar el cumpleaños de laila pero tenía otros planes así que ella tendría que faltar por esta noche, la iba a tomar para nosotros dos de tantas noches, esta era la merecida.

No espere tan siquiera a que Kevin me diera indicaciones de que haría no pensaba quedarme en casa tenía que planear la cena perfecta con la chica perfecta que la diosa me había concedido pero antes quería ponerme aprueba no tenia tanto tiempo entrenando así que le daría una vuelta por el bosque a la bestia.

—alfa Arturo—
Los lobos que custodiaban la entrada al bosques me hicieron reverencia
—¿que tal esta todo por aquí? ¿Ningún movimiento extraño?—
Le pregunté pero ellos me dejaron claro que todo iba en orden y no había de que preocuparse asentí y escuche a uno de ellos hablarme
—alfa Arturo ¿por qué de dirige al bosque usted solo?—
Me voltee y lo mire con mis ojos inyectados en sangre
—voy a soltar a la bestia—
Pude sentir su miedo y no solo el de él, si no el de todos los que ahí estaban, dieron un paso atrás nerviosos logrando hacer que Gabriel se sienta más fuerte, algo que había notado que el miedo que sienten los demás nos hace sentir superior.
Sin importar qué empecé a transformarme, cada hueso acomodándose a mi forma animal dolía y se sentía como si me estuvieran sacando los huesos uno a uno, mi boca se iba abriendo mientras mis colmillos salían y eran tan afilados que podría desgarrar un cuerpo completo de una sola mordida, mi boca sangraba esta era la segunda vez que me transformaba en bestia y era horrible el dolor, no sabía si esto ocurría siempre pero esperaba en la diosa luna que no, que solo sean las primeras transformaciones.