Capítulo 45

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—Arturo sabes el error que acabas de cometer al que laila te marque a ti—
Estaba de pies con ella aún dormida en su forma animal, cabe destacar que no era tan pequeña su pelaje blanco se había manchado de mi sangre y pesaba un poco más de lo habitual
—se su pone que es mi pareja padre, no le veo nada de malo—
Papá estaba muy alterado mientras kevin y linda no paraban de ver a laila con brillos en los ojos es una loba verdaderamente hermosa
—Arturo, un alfa no se deja marcar por su pareja, la manada lo tilda de débil y que será un alfa fácil de dominar al dejarse marcar por su compañera—
Mire a mi padre sin decir una sola palabra y seguí mi camino dejándolo con la palabra en la boca tenía que llevar a laila a mi aposento.
—¿a donde la llevas?—
Dijo linda dando un paso hacia a mi un tanto nerviosa
—a mi habitación, donde ya pertenece—
Sin importarme más aquella conversación caminé con prisa y pude escuchar a mis espalda a mi madre hablarle a mi padre
—no seas tan duro con él, tal vez no lo vean de esa manera la manada ya es mas joven pueden cambiar de parecer—
—tú no lo entiendes Abril, los machos alfas no pueden dejarse dominar ni por su reina es una ley en todas las manadas desde el mas joven hasta el mas viejo lo sabe—
Sin más seguí caminado no iba a permitir que mi padre me arruine la noche un poco más, caminé todo el pasillo y me encontré con la mucama con la que le provoque algo de celos a laila
—¿señor Arturo está bien?—
Intento acercarse a mi pero la detuve y sigilosamente y di un paso atrás.
—estoy bien, no tienes porque preocuparte—
—pero...esta..sangrando—
Esta me escaneo completo, detalle que me hizo sentir incómodo y detuvo su mirada en mi cuello
—está marcado alfa, se ha dejado marcar por su loba-
Resople tan fuerte que dio un respingo y un paso atrás del susto
—encárgate de tus asuntos; ejemplo limpiar la sangre que vengo derramando todo el corredor y las escaleras, lo de más no es de tu importancia—
Abrí la puerta sin más y la cerré detrás de mi pude ver a la chica reverenciarme pero no me importó tenía mejores asuntos que resolver Justo ahora y uno de ellos era mi padre.

Recosté a laila en mi cama con cuidado su pelaje era tan blanco como la leche y muy suave acaricié su cabeza y fui al baño para prepararme un baño y revisarme la mordida que me había provocado mi amada. Moje una toalla pequeña y fui hasta la cama y limpie la sangre de su  pelaje suavemente no quería despertarla estaba en un profundo sueño sin perder tiempo me fui a la ducha la cual sería rápido y luego procedí a revisarme la herida mientras de mi cintura colgaba una toalla
—es una clavada profunda—
Me había dicho Gabriel en mi subconsciente
—creo que es más profundo de lo que espere—
—Saraí es una loba muy dominante—
—aún no sabía el nombre de su loba ¿en que momento tuviste el tiempo de preguntar su nombre?-
—lo he hecho mientras duerme profundamente, he hablado con ella está muy enamorada de nosotros es un tanto posesiva nada que no controlemos sabiamente—
Sonreí y corte mi conversación con Gabriel, creo que era la primera vez donde hablábamos sin tener que insultarnos mutuamente.
Termine mis necesidades y procedí a cambiarme luego de curarme, no había letras como las de mi madre solo los colmillos marcados profundamente supongo que ha de ser porque mi marca no de hallaba aún en ella ni nos habíamos enlazado como pareja, le di un beso a mi amada y salí del cuarto directo hacia mi padre quien hoy no sería una noche agradable para él.

Al bajar las escaleras pude escuchar gritos, una fuerte discusión y naim cerrando la puerta del despacho de un portazo que si no hubiese sido construida de una madera dura la había roto por completo, pasó por mi lado con una aura muy pesada y terminó por chocar hombro con hombro conmigo nos miramos y pude ver sus ojos color miel anunciando que su bestia estaba tomando el control de él, naim no era de los que se enojaban fácil pero últimamente estaba muy alterado gruñó y me mostró sus colmillos pero siguió su camino sin mirar atrás y yo termine por entrar al despacho
—Naim tiene que parar, su mal humor  solo puede causar problemas entiendo a la perfección que esté celoso y que esté molesto por no haber tomado la decisión con ambos pero eso no le da derecho de agarrase a golpes con Eliot solo porque si—
—padre—
Dije suavemente había llegado pero este ni me había prestado atención, en el despacho se encontraban kevin y mi madre que al verme fue hasta a mi y me abrazo
—siéntate—
Me dijo el hombre que me había dado la vida de manera tosca y fría
—padre, no entiendo...—
—haz silencio Arturo te hablaré de un alfa a otro sin importar que seas mi hijo, no puedo consentirte ya eres un adulto y te dejaste marcar, todos aquí saben que eso es una ofensa hacia un alfa de alfas eres mi primogénito y heredero al trono como alfa pero lo que hiciste estuvo muy fuera de lugar—
Mamá fue hasta el y trato de calmar su ira mientras masajeaba sus hombros pero se notaba muy rígido
—no seas tan duro con él—
Papá gruñó en desacuerdo en este momento el no entendía razones mamá dejó de masajear sus hombros dio pasos hasta quedar en frente a papá, ya sabíamos lo que significaba, ella odiaba que papá le gruñera decía que es una falta de respeto y que estar en desacuerdo con la opinión de ella no le da derecho a gruñirle tan salvajemente
—si no estás de cuerdo con las opiniones que como tú esposa y madre de tus hijos pueda brindarte pues no tengo nada que hace aquí no escucharé los gruñidos de un lobo anciano gruñón—
Kevin y yo tratamos hasta más no poder de ocultar la carcajada papá abrió sus ojos grises  grandemente
—¿me dijiste anciano Abril?—
Mamá camino hacia la salida luego de darme un beso de despedida
—oye no te marches sin responder ¿me acabas de llamar anciano Abril?—
—no me interesa hablar contigo...y otra cosa—
Mamá estaba abriendo la puerta miró hacia abajo antes de irse por completo y espetó
—tienes una semana de castigo abuelo—
Papá intento levantarse de la silla e ir tras mamá pero ya está había cerrado la puerta
—oh eso si que no, te voy a castigar por lo que me acabas de decir y muy duro—
Vociferó aún cuando mamá había cerrado la puerta pero esta al parecer escuchó abrió la puerta y le gritó
—déjame en paz—
Y dio otro portazo, me sentía un tanto asqueado porque pude entender a la perfección a qué se referían estos dos y en cierto modo para mi no era agradable imaginarme aquellos escenarios sexuales.
—creo que tendremos que mandar a reparar la puerta—
Dije rompiendo un poco el silencio que ya se empezaba a notar, Kevin movió su cabeza de un lado a otro y soltó una risilla pero como siempre estaba sumergido en una computadora.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora