Capítulo 47

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—¡Akira!—
Volví a exclamar y trate de ayudar a la chica del servicio a levantarse del piso
—no la toques naim o verá de lo que soy capaz—
Me quede a medias no quería ni moverme, mi princesa estaba vuelta una fiera salvaje, sus pupilas estaban dilatadas y sus ojos los cuales eran bastante grandes me miraban con enojo, tristeza, y algo de decepción
—lo-lo-lo siento—
Dijo la chica parándose del piso y acariciando su mejilla que ahora estaba bastante colorada mientras las lágrimas empezaron a derramarse sobre su rostro
—¿se cuales son tus intenciones?—
Volvió a replicar Akira, la furia se apoderaba de ella y no sabía si acercarme o salir corriendo
—HABLA ¿crees que puedes darte el lujo de coquetearle a naim libremente?—
—amor ella no me estaba coquetean...—
—tú guarda silencio bien entretenido te tenia la chica esta, pero ya se, ella es una loba y yo no, tal vez...—
—¿que cosas dices Akira?— La interrumpí
—Jamás te cambiaria por nadie, eres mi mate, mi mitad, mi complemento, te amo mas de lo tu cerebro puede imaginar, yo nunca te engañaría Akira nunca por favor cálmate—
Las lágrimas salieron de sus ojos pero las sacó rápidamente
—dijiste que solo irías hablar con papá pero te veo aquí hablando con ella mientras tus labios tienen una pequeña sonrisa y yo estoy acostada esperando por ti preocupada sin saber si arreglaste todo con papá...—
Miró a la chica fijamente y le gritó haciendo que esta se espantara
—LARGATEEEE—
Le gritó, la cual salió huyendo y casi se cae por lo largo de su vestido, luego de desaparecer me acerqué a akira la cual se alejó de mi
—déjame, no me toques—
—no me pidas eso por favor vamos hablar, esto es solo un mal entendido amor—
Me rompía el alma verla triste por mi culpa, siempre supe que Akira no soporta los celos y por eso trataba de andar al margen pero hoy las cosas de habían salido de control
—¿por qué lo haces naim?  No entiendes que no quiero que ninguna te mire o te sonría o tan si quiera te hable eres mío naim—
Sentí una corriente eléctrica correrme toda la espina dorsal y detenerse en mis testiculos escucharla reclamarme me excitaba a un punto que no conocía trataba de evitar los encuentro sexuales con ella pero con el paso de los días era inevitable no sentir esa conexión sexual que nos estaba afectando poco a poco a los dos.

—si, soy solo tuyo y eso es lo que quiero que nunca borres por favor, quiero abrazarte permíteme tocarte y sentirte, no me castigues de esa manera tan cruel no podría dormir tan si quiera sin ti—
Levantó su cabeza y respiro profundo antes de decir aquellas palabras que me apuñalaron mi corazón
—acostúmbrate a dormir sin mi naim—
Iba a darse la vuelta para marcharse pero no aguanté mi lado salvaje tomo posesión de mi
—no, no lo haré—
La tome por la cintura y la levante, está soltó un grito tapé su boca y con rapidez entré a mi habitación lanzándola sobre la cama
—¿que estás haciendo naim? No quiero estar en esta habitación déjame salir—
Cerré la puerta y la mire con mis ojos color miel y algo dilatados por la excitacion que sentía en este momento
—no te dejare ir hasta que me escu...—
Pase mi mano por mi cara muy frustrado y caminé hacia el baño para poder controlarme, Akira no se había percatado de que su vestido se había levantado dejándome ver sus bragas de encaje blanco, me pare frente al espejo del baño y empecé a mojar mi cara con agua templada, sentía un horrible calor recorrer todo mi cuerpo y podía sentir el peso de mis testiculos, levante mi cabeza y mire hacia arriba, tenia todo el olor de Akira sobre mi
—¿que te pasa?—
Ella estaba ahí con cara preocupada mirándome fijamente, volteé lentamente estaba parada en la puerta mientras acariciaba su brazo derecho con el izquierdo y movía sus pies descalzos, su vestido el cual era un tanto traslúcido me dejaba apreciar sus curvas y creo que lo noté más porque eithan tenía el control de mi, la observé de los pies a la cabeza, piel blanca, cabellera blanca, nariz roja en la punta, labios pequeños y gruesos, cachetes rosas y una hermosa marca que iba desde su cuello hasta su hombro derecho.

Creo que se había dado cuenta de mi "problema" ya que el rubor se le subió a la cara y bajo un poco su cabeza con una leve sonrisa, caminé hacia ella como depredador dándole la mirada más sexy que tenía y le respire profundamente en su oído mientras suavemente pegaba su cuerpo al mío para sentirla y abrazarla creo que sintió algo duro que chocaba con su estómago ni los jean azules algo gruesos lo detenían.
—¿te sientes bien?
Dijo ella buscando mi rostro yo solo trataba de respirar profundo pero a cada vez que lo hacía inhalaba más su aroma trague grueso antes de responder
—si preciosa estoy bi-bien—
Ella apretó su abrazo y volvió a mirarme
—¿por qué me mientes? Se que no estás bien puedo ayudarte, déjame ayudarte sabes que estoy aquí para ti y que puedes tomarme cuando quieras—
La apreté más fuerte contra mi, no aguantaba más escucharla ofrecerse a mi de esa manera tan sutil, tan pura y tan sana con ese toque de delicadeza en su voz.
La tome por su mano derecha dejándola frente a la bañera me aparte de ella y empecé a quitar los broches de mi camisa, ella me miraba tímidamente mientras yo la miraba con las pupilas dilatadas disfrutando de su nerviosismo.
Luego de dejar mi pecho descubierto y quitar toda prenda que tenía quite mis botas colocándola a un lado y por último desabroché mi pantalón dejándolo caer por si solo, eché hacia atrás mi cabello el cual chorreaba en mi frente levanté mi mirada encontrándome con la de ella algo curiosa e inquieta, tenía puesto unos bóxer blancos y al bájame el pantalón por completo pude ver la mirada de Akira algo asombrada por el grosor de mi pene me acerqué a ella y tome una de sus manos y la coloqué ahí, lo caliente de su mano lo pude sentir y me dio un alivio una sensación de paz
—naim— (Dijo bajo y con timidez)
—¿crees que duela mucho?—
Sonreí por su inocencia pero dejé de hacerlo ella no paraba de acariciarlo por encima de aquella tela que solo estorbaba.
—espera—
Metí mi mano en el agua de la bañera la cual estaba tibia y eché un líquido que le deba una sensación agradable al agua volví hacia Akira y la empecé a desnudar suavemente ella no se negaba ni parecía la chica que había golpeado a otra hace unos minutos, termine por quitar su vestido dejándola solo en sostén y bragas y pase mis manos detrás de su espalda mientras desabrochaba su sostén dejando sus pechos que eran de un tamaño reducido al aire los acaricié, tan suaves y Perfectos y no dejé de mirarlos ni un segundo, tomé sus labios entre los míos y la besé con hambre, me coloqué de rodillas y la mire fijamente mientras empezaba a chupar su pezon izquierdo haciendo que esta se encorve un poco más y apretara su agarre a mi cuello. Todo su pecho cabía en mi boca así que succionarlo era tan placentero pero no se comparaba con sus gemidos por la sensación de placer que emanaba en ella
—¡NAIM!—
Exclamó excitada así que aproveche para succionar el otro mientras masajeaba sutilmente.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora