Una Diosa para un beta (contenido para adultos)

Final 2

Naim se levantó algo aturdido cada día que pasaba era más difícil para él, antes de conocer a Akira se encerraba con otra lobas que por estar con un alto rango de la manada perdían su pureza o eran viudas y pasaba su celo con ellas pero las lobas solo tienen hijos de sus mates era una regla en raksha. Luego de un baño y colocarse ropa bajo a la cocina, velozmente le prepararon desayuno y Saraí quien él creía que lo había dejado en paz debido a que no lo acosaba ni si quiera lo miraba le pasó un vaso de jugo, terminaba su desayuno tranquilamente mientras usaba su computador Arturo llegó a la cocina con Vael en brazos en busca de chucherías 
—ven con tío—
El pequeño riendo abrió sus brazos y naim lo tomo feliz para que arturo tomara algunas cosas
—¿te tomarás el día libre hoy?—
—si se lo prometí a laila, ademas sabes que hace mucho hemos estado ocupados y no le he dedicado el tiempo que necesita, cada vez que llego a casa siempre la encuentro dormida con vael sobre ella o en la habitación de linda—
—ha sido difícil para ella pero aún así se ha mantenido firme—
—laila es más fuerte de lo que imaginé pero no puedo negarte que su estado emocional es terrible—
—no tengo dudas de eso pero este pequeño precioso hoy está más hermoso—
—si ¿y tú? Te veo algo cansado y con ojeras ¿te sientes bien?—
—mmm estoy apunto de entrar en celo y no puedo dormir durante las noches—
Con algo de risa Arturo fue hasta naim quitándole a vael de sus brazos el cual empezó a llorar
—hey hey, ¿no quieres ir con mamá? ¿No quieres pasar el día con tus papás precioso?—
Lo tomo y se marchó naim cerró la laptop y camino fuera de la manada, había pasado mucho tiempo desde que fue a su lugar favorito debido a que le traía recuerdos con Akira pero hoy quería ir aunque tenía un presentimiento algo extraño.

Horas antes:

—oh es hermoso—
Kevin estaba listo para los antojos de eliot mantenía los ojos cerrados dormido a ley de minutos para despertar, lo habían limpiado y no estaba atado a nada aunque sus heridas curaron tenía las cicatrices profundas en sus muñecas y tobillos
—por favor coloquen la máscara recuerden que él será la sorpresa que recibirá raksha en unos días—
Sentado como rey en su trono daba órdenes y llegó su amada la que le informaba cada paso que daba Akira
—has vuelto pronto, últimamente me has extrañado bastante—
—tu sentido del humor en este momento no es agradable eliot, tengo buenas noticias para ti, es hora de que tu hermana empiece el juego, Akira a caído en mi trampa como verás manipule tanto su mente que la hice creer que no podía controlar sus emociones así que le recomendé que las sellara, mi plan ha sido exitoso y nadie a sospechado de mi—
Eliot sonrió de oreja a oreja cada cosa estaba saliendo según lo planeado y que Akira sellara sus poderes significaba que no había quien lo parara el día de su ataque, se levantó de su silla y camino hacia la ventana viendo la luna en su máximo esplendor.
—fui creado por geisha con un propósito y fue destruir a deimon pero naim es lo que más quiero ver sufrir, quiero todo lo que es de él y someter a todo el que se ponga en mi contra ¿te imaginas ver a un alfa sirviéndome a mi? solo imaginarlo enchina mi piel—
Ella caminó hacia él y lo abrazó por la espalda
—el orgullo de un alfa es tan fuerte que dudo que quiera vivir luego dé—
—ninguno va a morir, todos sufrirán, me se servirán y así iré manada tras manada hasta lograr que la mismísima luna venga hasta mi y se arrodille ¿no es eso lo que quieres Mar? ¿Ver a tu creadora bajar su cabeza ante ti?—

Ella sonrió maliciosamente su odio hacia la luna creadora de todos los seres, era de años atrás, envidiaba como todos la alababan y a las demás que eran igual a ella no, la sed de poder hizo que sucumbiera a los caprichos del mal que habitaba en ella pero solo ella podía controlar.

—la luna roja es en dos semanas, y para mejorar todo esto naim caerá en celo por lo tanto será demasiado difícil para él poder pelear en su condición, Akira no podrá usar sus poderes pero a pesar de todo la mejor parte será ver como ella lo rechazara y yo estaré ahí para consolarla—