Capítulo 19

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Toc toc

se que estás ahí laila ábreme la puerta—
Escuche mi puerta ser tocada por Arturo  me quede en la cama me sentía tan molesta aún, rechazaba a Arturo pero tenía bien claro que no sería toda la vida que llegaría ese momento donde tendría que ceder y en cierto modo no me sentía ni un poco preparada.
—ábreme o rompo la puerta ya me conoces—
Lo escuche decir no me inmutaba ya conocía ese comportamiento agresivo, de la nada escuche cómo empezó a hacer un conteo regresivo
—5, 4,3,2 dos y medio—
Movía el llavín hasta que me harté y caminé hacia la puerta y la abrí ahí lo vi con su brazo izquierdo reposando en el marco de la puerta sus ojos azulados me escanearon y me dio una sonrisa ladeada volteé los ojos exasperada por su manera tan cínica y caminé hacia la cama pero este me detuvo tomándome por un brazo sin hacer presión ni dañarme
—¿Qué?—
Le dije de mala gana, vi como una de su cejas se alzó y me miró con un poco de dureza y termino de entrar a mi habitación cerrando la puerta detrás de él.
—vine para que habemos laila es hora de aclarar este asunto—
Me dijo con con voz ronca y ese toque sensual que tenía, prácticamente cuando tienes tú lado salvaje despierto pasas de ser un simple Niño ya eres mayor y eso pasaba con Arturo aunque tuviera edad de niño para ser lobo ya era más que suficiente y su madurez también.
—¿Arturo que otro asunto quieres aclarar?—
Le dije mirándolo fijamente aunque dejé de mirarlo a los ojos la intensidad de su mirada me ponía un tanto nerviosa.
—debes de quedarte a vivir aquí—
Me dijo él en ese momento casi me atraganto con mi propia saliva y empecé a toser el me dio varias palmaditas por la espalda
—ya estoy bien y ni te lo creas no voy a vivir aquí—
Dije sentándome en la cama y pasando mi mano con frustración por mi rostro mi mamá me había hablado de que esto podía pasar pero si lo vemos a mi manera aún no soy loba aunque ya siento que esta despertando, mi cumpleaños esta cerca y estoy un tanto ansiosa el dio pasos lentos hacia la ventana miró fijamente hacia allá y lo vi tomar aire cerrar los ojos y voltear hacia mi
—¿que parte de no te estoy preguntando no entendiste laila?—
Sonreí irónicamente si el quería guerra eso le iba a dar
—¿que parte de no voy a vivir aquí tu no entendiste?aún no eres alfa no puedes obligarme—
Pude ver esa cara de frustración y de rabia pero la supo ocultar a tiempo antes de volver hablarme
—Laila, nunca intentes retarme porque puede ser que pierdas y recuerda que yo nunca pierdo—
Lo mire extraño pensé que se alarmaría y empezaría a gritarme en vez de eso camino hacia la puerta volteó hacia mi y me guiñó un ojo dándome una sonrisa que para mi entender no era buena pero lo peor no fue eso si no cuando salió de la habitación cerró la puerta con llave dejándome encerrada y para mi mala suerte las habitaciones están preparadas para evitar que se escuche afuera ya que los lobos suelen ser ruidosos a la hora de hacer el amor.
Trate de abrir el llavín y tocar pero fue en vano
—Arturo por favor ábreme—

Narra Arturo mars:

Deje a laila encerrada tenía una ira tan grande que iba a explotar pero no sería delante de ella la escuche llamarme y decir que le abra la puerta pero iba directo a hablar con sus padres ella no iba a salir de aquí es mía y cómo tal pertenece a esta casa y a mi lado hasta que podamos unirnos en uno solo y eso significa marcarnos mutuamente, no importa que hoy quiera matarme luego me agradecerá que no la quiera dejar ir pero el problema no es laila el problema es su mamá se que no va querer dejarla aquí es una lástima, no cambiare de idea sobre esto.
Camine hacia el despacho y abrí la puerta encontrándome con papá y Kevin pensé que estaría el lobo elegido para mi hermana a decir verdad no me interesa llamarlo por su nombre aun me quede con las ganas de seguir la pelea pero se que un día me desquitaré este deseo ahora mismo el no es importante.
—buenas noches—
Dije entrando y sentándome tomando una carpeta de las que habían en el escritorio con quejas de los lobos de la manada siempre se quejan
—buenas noches hijo mío—
Mi papá como siempre tan cariñoso
—buenas noches Arturo—
Dijo kevin moviendo su cabeza y tan tosco como siempre por esa razón el me agrada bastante siempre esta haciendo lo que le corresponde y dando la opinión necesaria y mejor aún de acuerdo cuando se trata de laila y yo, no pude leer bien cuando la puerta fue abierta de repente
—¿me puedes explicar por qué encerraste a mi hija en la habitación?—
Una linda muy molesta y una Abril tratando de calmarla entraron al despacho Kevin levantó la vista hacia su mujer y me miró mientras arrugaba su cara mi papá me miró y yo solo eché la silla un poco hacia atrás girándola en dirección hacia linda
—sssshhhhhh—
Alce mi dedo mandándola a callar por así decir pero su voz se metió en mi oído lastimándolo no me gusta que griten
—¿hijo por qué hiciste eso?—
Me dijo mi madre un poco cansada de la situación kevin fue hacia su esposa y la abrazó mientras que mi madre se acercó a mi papá quien aún no dejaba de mirarme esperando una explicación
—le dije que querida hablar con ella no me quiso escuchar le comenté que se tenía que quedar aquí que este es su nuevo hogar y ya saben cómo se puso así que la dejé ahí para que no trate de escapar—
—¡ay no!—
Exclamó mi padre afincando sus codos en el escritorio y colocando su mentón en sus dos manos mi mamá masajeaba sus hombros mientras me aclaraba los ojos.
Linda se tapó la boca pensé que iba hacer un show de gritos pero en vez de eso empezó a llorar en el pecho de Kevin y este me miró pero no pude descifrar su mirada aunque tampoco era de mi interés pero si quería saber que iban a decir al respecto, al final sea bueno o malo laila es mía y eso es lo único que importa.
—sabía que este día llegaría—
Mire en dirección a Kevin quien hablo había dolor en sus palabras vi el rostro de mi padre cambiar kevin no nos estaba mirando pero al hacerlo habían lágrimas en su rostro mi papá abrió sus ojos hasta más no poder kevin siempre ha sido serio ni si quiera sonríe a menudo o se ríe
—kevin lo siento—
Dijo mi padre mostrándose sensible ante su amigo Kevin volvió hablar
—pero por favor Arturo permite que se quede con nosotros hasta que su lado salvaje llegue y luego pueda vivir aquí contigo aun siento que no he disfrutado del todo de mi laila—
No era de esos que se conmueven pero kevin habló bien no se alteró así que hable de mis condiciones
—cuando preparen la cena les diré mis condiciones ahora iré a ducharme quiero que ella esté y que conste que este de acuerdo o no será como digo—
Y salí del despacho sin decir nada más y subí las escaleras con cuidado abrí la puerta de la habitación de laila y fui directo a  la mía lanzándome a la cama y respirando profundo

—serás toda mía LAILA.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora