Capítulo 36

5.8K 687 65
                                    

Había pasado media hora desde que Akira estaba en mi habitación en mi cama, no había dejado de mirarla aún no me creía que ella era mía, seguía desnuda entre las sábanas con la que cubrí su hermosa figura acariciaba sutilmente su cabeza y di un beso en su frente. Eran al rededor de las tres de la tarde.
Lentamente fue abriendo sus ojos y estiró sus brazos
—¡mmmm! Siento como si me han quitado un peso de encima—
La bese suavemente sonriendo en sus labios
—te dije que te tenía una sorpresa quiero que vayamos antes de que sea más tarde—
Ella frunció el ceño
—¿no era esta la sorpresa?—
Reí a carcajadas Akira era tan inocente al hablar
—solo quise hacerte feliz, ahora vístete y vamos pero es una cita a escondida nadie más que nosotros debe saberlo—
Ella miró hacia el reloj en la pared y luego me miró y sonrió
—podrías taparte—
La mire sin entender hasta que la vi cubrirse hasta el la frente

—jajajaja, Akira no tienes porque tener pena conmigo aunque no lo hayas notado te observe completita se cómo es cada parte de tu cuerpo, donde queda cada lunar, cada pequeña vena de color azul que se te nota por tu piel tan blanca—Su carita era un...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—jajajaja, Akira no tienes porque tener pena conmigo aunque no lo hayas notado te observe completita se cómo es cada parte de tu cuerpo, donde queda cada lunar, cada pequeña vena de color azul que se te nota por tu piel tan blanca—
Su carita era un poema mientras la detallaba y le hablaba de lo perfecta que era ella, sin lugar a dudas estaba muy perdido envuelto en ella, pero es que la delicadeza de su piel y la suavidad, sus voz tan delicada y su manera de ser tan auténtica digna de admirar eran lo que me tenían tan loco, la vi nacer y crecer y ahora la estoy viendo convertirse en mi mujer con la que formare mi famila, estuve en cada momento, cuando dijo sus primeras palabras que por cierto fue mi nombre, cuando dio su primeros pasos incluso cuando lloraba y solo yo podía calmarla, he estado tan involucrado en su vida que la conozco mas que a ella misma, cada  gesto que hace cuando está molesta y quiere disimular que no.
Se sentó en la cama dándome la espalda echó su largo cabello hacia atrás el cual bajaba en ondas y se levantó y camino lentamente hacia el baño mientras movía sus caderas tan suavemente la mire desde los talones hasta su cabeza y sentí otra vez esa punzada en mi parte intima, tanto yo como mi parte salvaje estábamos sufriendo pero iba a contenerme. Escuche la ducha abrirse lo que aproveche para ir a la habitación de ella y buscarle ropa cómoda para el viaje y para que no se vaya a resfriar al salir de la habitación me encontré con la chica nueva del servicio
—hola—
Me hizo reverencia la cual le hablé rápidamente
—no es necesario que hagas eso, aquí en la mansión tenemos prohibido que nos estén reverenciando—
—lo siento, es solo la costumbre nuestra manada se regía por las costumbres antiguas—
Le di una sonrisa suave y me dispuse a irme
—esas son las cosas de su novia la princesa cierto?—
Mire mi mano y la bolsa color rosa que tenía en mis manos y moví mi cabeza dándole a entender que si
—son una bonita pareja—
Dijo ella pero sus ojos me miraban fijamente como si desearan algo más que una conversación acto que me hizo sentir incómodo
—bueno, te dejo Akira me espera—
La vi cambiar su cara cuando le dije que Akira me esperaba en mi habitación
—¿ya han completado su unión?—
Me pregunto cosa que encontré que estaba un tanto fuera de lugar
—a ver ¿cómo es que te llamas?—
—zara, zara snock
—pues bien, mira zara snock el hecho que no permitamos que no nos hagan reverencia no significa que puedan tratar temas a la ligera entiendes?—
Ella bajo su cabeza y junto sus dos manos
—lo siento beta naim no quería faltarle al respeto mi más sinceras disculpas—
—bien—
Le dije y caminé hacia mi habitación al entrar pude escuchar los pasos de la chica cuando se marchó Akira aún estaba en el baño así que entre a mi closet para colocarme una chaqueta cuando salí ella se hallaba de espalda se estaba terminando de colocar la ropa interior me quedé en silencio mirándola, colocó crema en toda su piel y se echó una fragancia con un aroma un tanto dulce a frutas tropicales, Akira poseía un olor especial y era a frambuesas.
—que haces ahí parado observándome naim—
—¿como te diste cuenta que he estado aquí? ¿Si estás de espalda y no te has volteado?—
—¡mmm!—
caminó pasos hacia mi mirándome fijamente
—nuestra conexión es tan fuerte que puedo sentir más de lo que te puedes imaginar—
Enlazó sus brazos a mi cuello y besó mis labios en un beso mojado donde succionaba mi lengua sin compasión
—sabes que si sigues haciendo esto provocarás que termine uniéndome a ti y no te muestre la sorpresa—
Ella rio en labios despegándose de mi cuerpo y volviendo por su ropa
—lo que más deseo en esta vida es unirme a ti en todas las formas posibles aunque no me quejo, sin lazo o con el tú y yo somos inseparables naim.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora