Una Diosa para un beta (contenido para adultos)

Capítulo 25

Llegué a casa agotado mentalmente y físicamente una hora después que laila había partido junto a su familia al entrar me encontré a mi madre quien iba para la habitación de Akira me vio y fue hasta a mi
—Arturo ¿donde te habías metido?—
Me pregunto sin ser cariñosa como lo es siempre la mire y respire profundo antes de contestarle
—solo fui al bosque a descargar mi ira—
Ella se acercó a mi y tocó mi cara suavemente y luego me abrazó los afectos de amor no me gustaban pero necesitaba ese abrazo dejé que me abrazara y cerré mis ojos el aroma de mi mamá me calmaba totalmente y me hacía feliz luego se despegó de mi y tomó mi cara entre sus manos
—se que la situación con laila es difícil amor mío pero recuerda que no es imposible cuando conocí a tu padre ni si quiera tenía idea de cómo iba a amar a un hombre que simplemente me secuestró y me trajo a un bosque de Londres no entendía cómo iba amarlo pero tú papá poco a poco logro que me enamore perdidamente de él por sus acciones y su cuidado hacia mi entonces con esto hijo mío te digo enamórala, tus acciones hablarán más de ti que tus palabras—
Era cierto lo que decían, las madres tienen el poder de hacerte ver las cosas desde otra perspectiva las palabras de mi madre me consolaron y me hicieron sentir menos miserable
—¿sabías que te amo madre?—
Ella sonrió y me hizo bajar hasta su altura y me dio un beso en la frente y acaricio mi cabeza cosa que a los lobos nos encanta
—estoy muy segura de que me amas mi pequeño bebé—
Y esa parte no me gustaba o eso le hacía creer a mamá cada palabra o cada mimo de parte de ella alegraba mi corazón y podía sentir la paz y tranquilidad que sentía Gabriel, ronroneaba en mi interior
—podría vivir con esto—
—nadie te pregunto—
—mocoso detestable—
Ya tendría que acostumbrarme a que mi lado salvaje y yo viviríamos en total desacuerdo
—mamá ya soy adulto—
—jajaja para mi siempre serás mi pequeño—
Ella me miró a los ojos y colocaba mechones de mi cabello detrás de mi oreja mientras me hablaba un poco del pasado
—el pequeño que me cuidó durante mi embarazo y me protegía de...geisha—
Sus ojos se llenaron de lágrimas no tengo recuerdos de esas escenas pero mi madre me contó que la llegue a proteger en varias ocasiones mientras estaba en su vientre
—me cuidaste de Iván y de todas sus torturas nunca me dejaste sola nunca se fueron  lucharon conmigo hasta el final tú y....aki-aki-ra—
La abracé estaba llorando ya no quería que siguiera hablando, los recuerdos la golpeaban aún
—mamá no hables de esto por favor no quiero verte más triste ya paso y nunca más volverás a sufrir yo tú hijo Arturo Mars estoy listo para pelear y velar por ti, también papá y toda la manada ¿si?—
Ella sonrió y limpie sus lágrimas este era un momento de hijo y madre en medio de la sala y podría jurar que era muy especial y emotivo
—solo quiero que sepas que tú y tu hermana son lo mejor que ha pasado en mi vida aparte de tu padre que llegó para salvarme del dolor y la tristeza ustedes son mi única familia y cualquier cosa que les pueda pasar no lo soportaría, porque no hay ni existen palabras para expresar el amor que siento por mis hijos—
Y volvió a llorar mamá estaba muy sentimental creo que estaba diciendo palabras desde lo más profundo de su alma o todavía cargaba un poco de miedo por lo que había pasado hace unos años, le di un fuerte abrazo
—mamá eres muy hermosa la diosa bendijo a Deimon con una esposa muy hermosa—
No seguí hablando cuando escuché la voz de mi papá decir
—¿quien es Deimon?—
Mamá volteo y empezó a reír al ver como papá me miraba enojado
—¿ya sientes que has crecido mucho y ya no puedes llamarme papá?— sonreí
—si soy un lobo grande...papá—
Este rio y fue hasta nosotros abrazó a mamá y colocó su mano en mi cabeza desordenando mi cabello
—¿de que tanto hablan que mi hermosa esposa tiene lágrimas secas en su rostro?—
Papá beso los labios de mamá con tanto amor y dulzura
—solo hablamos un poco de laila y una cosa llevo a la otra y termine hablándole un poco del pasado—
El la pego más a él y beso su frente repetidas veces mirándola a los ojos y con sus dos manos en la cabeza de esta y ella con sus brazos alrededor de la cintura de él
—amor te he dicho que el pasado está en el pasado y lo importante es vivir lo que vivimos ahora nuestros hijos nuestra manada no quiero que sigas acordándote de esas cosas crueles que sólo enfermaran tú mente por favor, mejor ¿porque no vamos a ver si podemos tener más cachorros?—
Mire a mi papá como si tuviera tres cabezas
—¡papá!—
Ambos empezaron a reír fuertemente me alegraba ver a mi mamá más animada caminamos hacia la habitación de Akira y ahí estaba naim dormido a su lado con la mano de ella agarrada sentí un poco de tristeza por él se veía muy arrepentido papá fue hasta el y le tocó el hombro
—hey hermano—
Este casi salta del susto que se llevó
—que- qué- pasó que—
Dijo con sus ojos rojos por el cansancio
—debes ir a descansar naim estás muy agotado—
Dijo mi padre este miró a Akira y miró a mi padre y replicó
—no me iré hasta que no despierte quiero que vea la cara que vio por última vez antes de morderla como lo hice, quiero ver su reacción cuando me vea otra vez—
Papá negó con la cabeza yo estaba parado ahí no opine pues en este momento no quería fastidiarlo se veía muy agotado y arrepentido mamá seguía pegada a mi brazo y me dijo en voz baja
—naim está muy arrepentido me hace mal verlo así-
—eso no quita que haya hecho una estupidez al morder Akira por celos ni si quiera entiendo porque naim tendría celos si la manada entera sabe que ella es de él—
Nadie se imagina aún que un lobo desconocido había provocado tal cosa en naim el cual estaba desbastado.