Una Diosa para un beta (contenido para adultos)

Capítulo 104

—¡Malditos, basta!—
Gritaba Kevin mientras eliot daba descargas eléctricas a su cerebro con el fin de convertirlo en una máquina de pelea y que poco a poco fuera olvidando lo que era y sus raíces y su mente solo acatará órdenes de él para que atacara a sus propios compañeros el día que la guerra volviese a raksha y matara sin piedad como tenía planeado él y toda la manada que había instalado en raksha.
—Naim nunca se equivocó contigo y lo peor es que quise defenderte—
Espetó apretando la mandíbula mientras nuevamente lo electrocutaban sin piedad, se hallaba acostado con ambos pies y manos atados a cadenas gruesas de platas y cables conectados a sus cien.

Las cadenas le estaban destrozando las muñecas y los tobillos, su cuerpo estaba desnudo y tenía muchas cicatrices de las torturas que le proporcionaban cada día.

—¿tratas de manipularme y sienta pena por ti? Déjame decirte que lo único que siento es lástima pronto seré dueño de raksha y para eso te estoy preparando tú serás quien destruyas a tu propia manada y quien lo diría a tu propio nieto—

Los ojos de Kevin se agrandaron no sabía que tenía un nieto ya que eliot solo le hablaba de linda y de lo mal que lo estaba pasando.
—¡ups! Si olvide ese detalle tu hija ha tenido un hijo tiene algunos meses, lo olvidé porque como verás solo te mantenía informado del estado tan deplorable de tu esposa, me daba mucha lastima pero gracias a ese pequeño que al fin y al cabo no vivirá para tener el trono ha mejorado—
Hablo con asco y Kevin empezó a mover las cadenas desesperado queriendo deshacer el cuerpo de él en migajas
—TE VOY A MATAR ELIOT Y VOY A COMER TÚ CARNE Y BEBER TU SANGRE—
Otra vez eliot bajo la palanca y Kevin temblaba y apretaba sus dientes para poder soportar sintiendo como aquella electricidad lo quemaba por dentro hasta dejarlo sin aliento.
—¿que es todo este escándalo?—
Kevin se sorprendió aún sin tener fuerzas al ver aquella mujer que perfectamente conocía no podía creer que ella era cómplice de eliot.
—amor, estás aquí—
Ambos se dieron un beso apasionado y él sonrió en los labios de ella y le acomodó el cabello detrás de su oreja
—me encanta que estes viniendo más seguido—
—mmm vigilar a la mocosa de Akira es algo agotador pero la chica ya esta aprendiendo un poco más y tendremos nuestros planes listos—
Por un momento olvidaron que Kevin estaba ahí y este habló llamando la atención de ella
—tú—
la acusó con su tono y aunque era bajo fue suficiente para que ella supiera que él no le habló bonito.

—¿por qué se abren tus ojos, que te sorprende de todo esto, no están acostumbrados ustedes a las traiciones de quienes más confían?—
—eres una...—
—yo que tú en tu condición no perdería los minutos de vida que te quedan tratando de insultarme aunque quiero resumirte un poco como ha sido la vida sin ti en raksha—

Ella se acercó a él tomando su mandíbula con las puntas de sus dedos

—todos te buscaron a más no poder incluso en manadas ajenas, tú esposa se consumió en tristeza y el embarazo que tuvo tu hija días después de tu desaparición hizo que ella nuevamente pueda levantarse, el bebé de Arturo apenas tiene seis meses y se llama Vael el nombre que le dio naim luego de que halla hecho que la pena de veinte años imputada por el estupido consejo bueno para nada, halla sido de diez años para poder tomar el trono de su padre debido a que asesino un lobo jajajajaj que en realidad no es tan lobo...—
—merecen la muerte todos ustedes han dañado mi familia...—
—si no callas no podré contarte toda la historia; naim está apunto de terminar su casa y la manada nuestra..—
miró a eliot antes de seguir hablando y este asintió

—esta instalada en raksha esperando que demos la señal para atacar a cada uno, en poco tiempo han aprendido como pelear con ellos y sus puntos débiles donde están cada uno de sus escondites para que los niños, ancianos y mujeres no sean lastimado, pero lastima, el día de la guerra nuestras mujeres entrarán junto a las de ustedes y masacrarán a todos uno por uno sin importar edad, o género, y los pocos que queden vivos servirán a nosotros—
—perteneces al templo dime ¿por qué nos haces esto?—
Aquella mujer dio pasos alejándose de él y tomó asiento y le dijo:
—no quiero ser una sombra, en las ninfas habita el bien y el mal y lamentablemente me gano el mal Kevin, es un poco extraño que te cuente todo esto pero...—
volvió a acercarse a él tenia con ella una pequeña cajita de cristal y de ella sacó una piedra roja