Capítulo 57

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Ring ring
maxi jack chicos cuanto tiempo—
Se levanta Arturo del sofá, laila lo mira como camina de un lado a otro con una amplia sonrisa maxi y jack son los mejores amigo de Arturo los cuales están de viaje, se conocieron en la escuela porque los tres eran igual de problemáticos.
Laila se acercó a Akira quien estaba con naim hablando despacio mientras los demás seguían con el tema y tratando de animar a Akira
—¡hey!—
Se sentó a su lado y tocó la rodilla de ella
—se que no somos las mejores amigas y no es como que hablemos temas personales constante mente, sin olvidar los malos encuentros debido a Arturo, pero eres increíble Akira y luego que puedes dominar esa parte de ti salvaj...—
Laila dejo de hablar de golpe y sintió un fuerte escalofrío
—¿laila te encuentras bien?—
Sus ojos estaban cambiando de color los cerró sonrió y le respondió a naim
—si, estoy bien solo sentí un mareo—
Arturo empezó a olfatear mientras hablaba por teléfono con sus amigos, miró a laila gruñendo silenciosamente mirándola con deseo, naim al escuchar lo que le dijo laila frunció en el ceño las lobas no se marean, no se enferman tal vez no quiso decir la verdad para que no le hagan preguntas y salir del paso
—pues como te decía Akira, lo vas a lograr y todo estaremos esperándote así que no te desanimes y no te preocupes que yo misma me encargaré de desgarrar las orejas de naim si lo veo haciendo algo incorrecto aunque eso es imposible—
Los tres rieron por lo que había dicho laila una chica que rara vez estaba de humor o se prestaba para una conversación
—¿y cómo vas con mi hermano?—
Pregunto Akira a laila quien miraba a Arturo de reojo viéndolo reír a carcajadas.

—y dime Arturo no nos has contado sobre laila—
Arturo sonrió suavemente olvidó contarle a sus amigos que laila y el ya se habían unido
—bueno chicos se que teníamos mucho tiempo sin hablar y esas cosas pero lo cierto es que laila y yo estamos comprometidos y ya nos unimos en una sola alma—
Los chicos gritaron tan fuerte que casi rompen el tímpano del oído de Arturo felicitándolo y felices porque al fin su amigo había logrado su cometido aunque todos sabían que sería imposible que no lo lograra conociéndolo, para él no iba a ser una tarea imposible.
Arturo iba caminado hacia laila y su hermana luego de despedirse de sus amigos los cuales no paraban de hablar y Arturo tuvo que terminar la llamada, al llegar y sentarse al lado de laila ese olor lo golpeo y apretó la pierna desnuda de ella pegando su nariz la cabeza de ella sintiendo una excitacion fuerte no sabía que estaba pasando pero para él ese no era el momento preciso estaban atravesando una situación un poco difícil.
—pueden retirarse a un aposento—
Recalcó naim sonriente mirándolo salvajemente con Akira en su regazo
—naim eres un...—
Arturo no pudo continuar  al escuchar a Deimon quien venía con botanas y Abril traía refrescos mientras que linda y Kevin venían con mantas calientes y palomitas
—hoy es noche familiar—
Gritaron sonriendo, Akira se levantó feliz hace mucho no hacían una de esas reuniones familiares
Arturo y Naim se desafiaron pero se levantaron para ayudar, laila se quedó quieta sentía un cosquilleo dentro de ella y algo que se removía
—podrías calmarte—
Se habló a sí misma o mejor dicho a su loba quien estaba inquieta
quiero dar un paseo, quiero estirarme
Laila no hizo caso y pasó la mano por su cara un poco frustrada levantándose y sintiendo su ropa incómoda en su piel no quería molestar a Arturo el se hallaba ayudando a acomodar todo para la pijamada pero no se sentía bien
—ar...—
Dudo pero la voz en su cabeza diciendo que lo llame fue más fuerte
—Arturo—
El la miró y sonrió camino hacia ella
—amor ¿que necesitas?—
Le dijo mientras le daba un beso en los labios
—¿o era que ya me extrañabas?—
Sonrió mientras la sostenía de la cintura con suavidad
—no, es que necesito sacar la loba a pasear—
Arturo sonrió y entendió a la perfección lo que ella le quiso dejar dicho y era que desde que su lado salvaje había salido a la luz laila nunca más había transformado su cuerpo y su loba tenía la necesidad de salir y correr
—familia, vengo en un momento laila y yo iremos a cambiarnos—
La madre de laila frunció el ceño y espetó
—no tarden, pero no entiendo porque se quieren ir a cambiar si ya tienen pijamas puestas—
Laila sonrió algo túmida mirando a Arturo y dándole un golpecito en la mano para que el responda
—pues... lo que sucede es que me ha dado calor y sude un poco así que me siento un tanto incómodo—
Linda asintió y ellos salieron de la sala de estar directo al cuarto subiendo las escaleras con rapidez con ambas manos enlazadas y corriendo por el pasillo
—ven aquí—
Arturo se subió a la cama y la dejó frente a él de pies
—quítate la ropa amor, te va a doler pero podrás dominarlo creo que debimos hacer esto antes—
Laila movió su cabeza en aceptación y se empezó a desnudar suavemente Arturo se quedaba viéndola embobado perdido entre las curvas de ella su lado salvaje se removió dentro de él y ese aroma que ella desprendía lo envolvía a querer tenerla sobre él saboreando sus labios y tocando cada parte de su piel.
—bueno aquí voy—
Dijo ella abriendo sus brazos y sintiendo como sus huesos empezaban a cambiar, sintiendo un horrible dolor como si mil cuchillos la estuvieran atravesando no pudo evitar gritar toda si piel empezó a caer, sus manos y uñas se alargaron y su boca pasó a ser un hocico donde salieron dientes sumamente afilados y una cola alargada con una forma coqueta salió de esta, se sacudió y se quedó viendo a Arturo para luego gruñirle suavemente a lo que este le habló en su cabeza
—ven aquí—
Ella fue hasta él y al llegar se acosto en el piso y se dio la vuelta para que esté le acaricie la panza así que arturo se bajo de la cama y empezó a jugar con ella
—quien es la loba más preciosa de todos los siglos—
Laila se volvió a levantar sacudiendose nuevamente y el colocó sus manos en la cabeza de ella y la acarició y toda su columna, ella lamía la cara de él y las manos, el pego su nariz a la nariz de ella y le lamia toda la cara feliz moviendo su cola pero laila quería correr por el bosque aunque ya era tarde y aún no estaba capacitada para salir a correr a esta hora y a pesar de que  la manada es segura puede presentarse cualquier inconveniente como algún rogue o cualquier accidente
—quiero salir a correr—
—solo si prometes que será en el jardín sin querer salir a correr al bosque—
Laila movió la cola y dio vueltas feliz y corrió hacia la puerta, él sonrió y la abrió corriendo ella delante de él
—¡hey espera!—
ambos bajaron las escaleras con rapidez llamando la atención de todos
—emmm ya vengo—
Dijo Arturo corriendo hacia la puerta principal detrás de ella quien corría feliz al salir, laila empezó a correr por todo el jardín el cual estaba mojado por la lluvia que había pasado pero no era un impedimento para que ella corra y sea feliz aunque pasado media hora se detuvo mirando hacia el bosque Arturo gruñó
—¡no lo hagas!—
Pero fue tarde laila corrió hacia el bosque sin importar la advertencia de Arturo cuando estaba apunto de entrar a menos de la mitad del bosque fue detenida por Arturo quien la mordió suavemente por la cola y le gruño jalándola hacia él

—te dije que no podías ir al bosque ¿por qué me desobedeces? no sabes defenderte aun laila—

Laila volvió a su forma humana; sus huesos volvieron a su lugar y su cuerpo quedó temblando en los brazos de Arturo, no se encontraba en lo profundo del bosque pero había entrado un poco menos de la mitad, ella era un tanto veloz
—lo siento no pude controlarlo es muy fuerte y la adrenalina que genera correr se siente tan diferente no podía parar—
—tienes que empezar a entrenar para que puedas controlarla—
Arturo le dio un beso en los labios y trató de darle calor, el calor de el cuerpo de ella no era suficiente y se hallaba desnuda en el bosque frío, Arturo se quitó su camiseta y se la colocó a laila dejando su dorso desnudo Arturo colocó las piernas de ella a cada lado de su cintura para levantarla y salir rápido de allí, laila colocó su mentón en el hombro de Arturo abrasándolo en el cuello cuando él se levantó laila lo detuvo
—no te muevas—
Su respiración empezó a acelerarse Arturo ya sabía que algo los estaba acechando por esa razón decidió cargarla aunque no le había dicho nada a ella para no asustarla solo que no pensó que tendría que luchar
—bien, escucha laila se que estás nerviosa te voy a bajar te quedarás detrás de mi y no te vas a mover okey—
—si—
Dijo ella con mucho miedo viendo cómo unos ojos rojos los miraba a ambos y se empezaba a acercar más
—se está acercando más, aumenta la velocidad—
Arturo seguía de espalda, bajo a Laila y le dio un beso cuando escuchó cómo aquel animal se lanzó sobre ellos dio un salto convirtiéndose en la bestia que es y mordiendo sin piedad aquel animal quien logró rasguñar su brazo derecho cayendo al suelo sin vida y Arturo con su cabeza en su hocico emanando sangre espesa, escupió la cabeza de aquel animal el cual era un rogue y se quedó viendo a laila mientras mostraba sus grandes dientes, comparando su cuerpo con el de ella era una hormiga delante de una abeja.
Por otra parte ella estaba temblando la apariencia de Arturo no era muy hermosa que digamos este miró hacia la luna y empezó aullar llamando a los lobos de su familia

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora