Capítulo 78

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—AHG—
Un sonido húmedo y un quejido de parte de Arturo fue el que salió cuando ambos se separaron del nudo debido a la rapidez con la que ella se salió de él.
—eres una loba muy salvaje, no quiero lastimarte pero si sigues así de inquieta llamaré al lobo feroz—
Laila le gruñó mirándolo a los ojos, los de ella se encontraban totalmente rojos y cada vez más era más fuerte su aroma impidiendo que el miembro de Arturo deje de estar duro.
Laila se hallaba sobre él aún luego de salirse pero su instinto salvaje y su celo no le permitían durar más de veinte minutos sin querer volver a ser embestida por Arturo, él aún podía soportar más así que vio en los ojos de ella la lujuria y el deseo que tenía de volver a ser llenada por él quien sin pensarlo la tomó por el cuello atrayéndola hacia él y besándola salvajemente.

Laila chupaba el cuello de Arturo dejándole visibles moretones y una que otra mordida a su piel blanca disfrutando del tacto embriagador de los fluidos de ambos
—ahhh—
Gemía laila entre gruñidos quien colocó su pecho izquierdo en la boca de Arturo donde este empezó a chupar con suavidad y mordisqueaba provocándole una sensación agradable al tacto, su mano se deslizó hacia si vagina tocando con su dedo mayor el clitoris de ella provocando que ella abra su boca mientras su respiración se aceleraba un poco más, su dedo se movía intensamente hasta lograr sacar de ella un orgasmo y sin esperar mucho la embistió nuevamente moviendo su cintura suavemente mientras la hundía más y todo su pene era estrangulado por la vagina de ella, las paredes de su intimidad se sentían más apretadas de lo normal debido a que se había hinchado por el nudo de hace unos minutos.
Sudor, flujos, incluso lagrimas y algo de sangre habían en las sábanas debido a al intensidad del sexo que ambos tenían laila apretaba salvajemente los brazos de Arturo clavando sus uñas en él provocándole cortadas leves
—Ahhhhhh—
Arturo había tenido otro orgasmo la incomodidad de sus lecciones no le permitían tomar a laila como el quería.
Toc toc...
La puerta fue tocada laila gruñó molesta mirando en dirección a la puerta y Arturo la cubrió la acosto en su pecho, para que su cuerpo desnudo no fuera visto y alardeó
—entre—
Pero la puerta tenía seguro y el no podía levantarse a abrir la puerta
—hijo el doctor quiere verte—
Dijo abril tocando la puerta nuevamente, a su lado estaba su teléfono intento tocarlo pero laila gruñó molesta y mordió su brazo
—por favor preciosa necesito hablar con mi madre para avisarle nuestra condición y no nos molesten—
Laila se negaba a aceptar necesitaba que Arturo siguiera complaciéndola, su cuerpo ardía y sentía que cada penetracion de él calmaba ese fuego en su interior, su cuerpo empezó a sudar más de lo normal el frío de su habitación no era suficiente y Arturo lo entendía empezó a moverse nuevamente para aliviar aquel infierno que estaba viviendo ella, necesitaba encontrar la manera de hacerla dormir aunque sea una hora para poder avisar que laila había entrado en celo, comer no era tan importante en situaciones así, aunque los tres días de sexo salvaje sin control se terminaban notando al final en quien no tenía el celo.
Dos horas después volvieron a tener otro nudo pero esta vez dolió más, laila no quería mover ni un solo dedo tenía todo su cuerpo encima de Arturo mientras temblaba sutilmente y él sentía como algo apretaba fuertemente todo su pene sintiendo cómo si quisiesen arrancarlo de él y no pudo contener el gemido adolorido, su cuerpo estaba agotado tenía más de 8 horas teniendo sexo sin pausa alguna.

El nudo fue suelto y todo el peso de laila cayó sobre él la observó como peleaba con ella misma por no querer dormirse pero estaba agotada necesitaban ambos retomar fuerzas, le dio un beso en los ojos y ella terminó por caer rendida mientras salían ronquidos de su garganta por el agotamiento, Arturo no perdió tiempo y tomó su teléfono
—fuck, son las 4 de la tarde estoy tendiendo sexo desde la madrugada—
Hablo en voz baja con miedo a despertarla y con ganas de que su mamá conteste para avisarle y poder descansar antes de que laila despierte con nuevas fuerzas restauradas
—alo—
—madre—
—¿hijo están bien? Porque aún no salen de la habitación tuve que irme ya que toque la puerta y nadie contesto—
—madre, laila está en celo—
—¡oh Dios mío! tenías que haber empezado por ahí—
—solo quiero que le informes a su madre y a papá por el momento estoy bien solo exhausto aunque todo mi cuerpo duele—
—¿necesitas algo?—
—agua muy fría y ¿podrías traer la llave mi cuarto? tiene seguro, laila está encima mío y si hago algún movimiento brusco despertará y será mi fin—
Abril colgó el teléfono Deimon estaba al lado de ella y ella habló rápidamente
—Laila entro en celo—
Gritó emocionada y tapándose la boca Deimon se sorprendió aclarando sus ojos
—seremos abuelos—
Abril lo abrazó feliz pero Deimon estaba tan desanimando, se estaba esforzando mucho por encontrar a Kevin y también sus lobos
—amor, se que estás triste no creas que yo no lo estoy pero es solo que me emociona un nuev...—
Abril no pudo hablar más cuando Deimon la subió a su regazo de golpe y la besó mientras agarraba su cuello y metía su lengua dentro de la boca de ella buscando la de ella y su aprobación
—no se que haría si no estuviera a mi lado abril, has llevado mi vida a otro nivel de paz y seguridad y me has aceptado sin importar mi mal humor y mis cambios de humor repentinos, me dijste hijos y una manada próspera y ahora tendré nietos creo que ya estamos algo viejitos—
Lágrimas brotaron de los ojos de ella y el le sonrió con calidez
—no llores, te dije que nunca mas quería verte llorar-
Ella colocó la mano de él en su cachete y cerró sus ojos
—llorar de felicidad mi amor, te amo tanto—
Abril besó los labios de su esposo con deseo y luego lo abrazó
—tengo que ir a llevarle agua a Arturo prometo que hoy quitaré tu estrés—
Deimon palmeó el trasero de ella y esta le sonrió pero al darse la vuelta Deimon volvió a poner su rostro serio y desanimado Abril cerró la puerta y en sus adentros dijo
—se que llevas mucha carga aún mi amor pero pronto nuestro hijo ayudará a que alivies tu peso—
Y camino hacia la cocina en busca de una jarra con agua fría.

Abril tomó las llaves y abrió la puerta lentamente entró a la habitación colocando la jarra de agua al lado de su hijo y sonriéndole pasando su mano por su frente, él se hallaba dormido pero laila despertó y abrió sus ojos de golpes, le gruñó a Abril y trató de atacarla pero Arturo la sostuvo
—corre mamá y cierra la puerta—
Arturo tuvo que sostenerla fuertemente debido a que estaba totalmente fuera de sí, Abril cerró la puerta de golpe y colocó su mano en su pecho agitado Saraí quien venía con una canasta a recoger las ropas sucias la vio y se acercó a ella
—señora Abril se encuentra usted bien?—
Abril agitó su mano pidiéndole una pausa y luego habló
—laila entró en celo—
Arreglo su ropa y camino hacia las escaleras, Saraí sonrió a sus espaldas
—cada día esto se pone mucho mejor.
Espetó con malicia idealizando más sus planes macabros.

Una Diosa para un beta (contenido para adultos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora