La detective especial Petrova es asignada a la investigación de la masacre ocurrida en Moscú.
Pero a medida que la investigación avanza, la detective llega a un punto muerto cuando se encuentra con el nombre de Nikholay Malkov y una muerte sospechos...
~¡Condenada y terca mujer! Que facilidad que tiene para sacarme de mis casillas, cómo puede ser que sea la única persona sobre la faz de la tierra capaz de hacer que pase por una tormenta de emociones en sólo 24 hs. Y encima se da el lujo de intentar hacerme a un lado y dejarme afuera como si fuese más un estorbo que parte del equipo. Pero esto no se lo voy a dejar pasar, y en cuanto tenga la oportunidad me voy a cobrar una buena venganza por esa actitud. Sé que su enojo se debe a que siempre tuve la posibilidad de rastrear su ubicación ya que no se despegaba en ningún momento de su ordenador y por eso lo elegí para colocar el rastreador. Pero lo que no sabe es que nunca lo he contactado, jamás me atreví y no sé porque, en mi interior sentía que la estaría traicionando aunque la otra parte racional de mi sistema me llevaba a desconfiar.~
-Sabía que algo como eso te traías entre manos cuando le diste esa orden a Miller.- La voz de mi compañero me distrae cuando estoy terminando de cambiarme.
-Eso será porque tú habrías hecho exactamente lo mismo.- le digo sin voltear a verlo porque su leve risa me confirma que estoy en lo cierto.
-Puede ser, pero podrías haberlo dicho desde un principio y no dejar que vaya a la comisaría a riesgo de que me descubran cuando tenías al alcance una posibilidad de rastrear su ubicación de forma más segura.- dice y se que tiene razón, pero tuve mis motivos también.
-Si no hubiera desconfiado de ella desde que la conocí habríamos tenido que actuar de la forma en la que lo hicimos hasta ahora. Ya viste su reacción y no me digas que no notaste la mirada asesina que me dio cada vez que conectó conmigo luego de decirle eso. ¿Te soy sincero? Si, quería evitar a toda costa tener que pasar por toda esta situación hasta dar con esa maldita laptop y quitarle el rastreador para que nunca lo sepa.- le digo sincero y tuve que detenerme porque ella acababa de salir de la habitación con su ropa de combate y vuelvo a maldecirla una y otra vez en mi mente porque se ve aún más caliente que si llevase un disfraz de enfermera sexy.
-Pueden tomar las armas que quieran si no traen las suyas, sólo sean discretos y usen guantes, no querrán dejar de premio sus huellas al capitán de la policía Rusa si la llegan a perder.- dice mientras toma las suyas y le da una mirada de advertencia sobre todo a Clark y Jones.
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Sin hacer contacto visual conmigo toma el plano de la mansión y lo extiende sobre la mesa mientras seguimos atentos cada uno de sus movimientos. Comienza a explicarnos cómo vamos a entrar y por dónde vamos a salir, hacia dónde tiene que dirigirse Eros con Jones y dónde se tiene que ubicar Clark para tener una panorámica de todo el lugar.
~Por supuesto que he prestado atención a cada palabra que salió de sus lindos labios, pero en ningún momento pude dejar de mirar su perfecto cuerpo enfundado en ese uniforme que me hace desear quitárselo prenda por prenda hasta que no quede más que piel llenando mis manos... Aunque podría permitir que sí se quede con algo, y es que esa cintura pequeña, ese trasero levantado y esas armas enfundadas en sus muslos me hacen perder la cordura de solo imaginarla completamente desnuda excepto por esas tiras de cuero rodeando su cuerpo.~
