El diario de Nikholay

Capítulo 26

    "Regla N° 1 del comportamiento masculino y el juego de seducción: Cualquier cosa que tengas que perseguir en la vida, va a huir."

    Yo sabía perfectamente que él tampoco era capaz de quedarse conmigo luego de conocer mi historia, pero aún así lo dejé entrar... Porque sí, él me enamoró sin darse cuenta, luego me rompió el corazón tal y como me enamoró... Sin darse cuenta.

    No puedo controlar mis pensamientos, no me pasó ni cuando me separé de mi esposo, ese dolor, esa opresión que siento en el pecho no me permite respirar, esa angustia repentina y esas ganas de llorar que hacen de mi garganta una enorme bola que no puedo tragar...

    ¡Joder! ¿Cómo podría dejar de querer lo que comencé a querer sin querer?

    Mis propios pensamientos hacen que me ría sola mientras camino por el aeropuerto de Moscú y la gente me mira como si estuviera loca y quizás tengan razón, quizás ya he perdido completamente la cabeza, porque si en este momento alguien me preguntara qué fue lo que hice en las últimas cuatro horas desde que subí a ese avión no sabría qué responder. He estado tan metida en mis propios pensamientos que no tengo ni puta idea de hacia dónde voy en este preciso momento.

    ¿Porque siento que estoy perdida, que me falta algo?

    ¡Maldita sea! Yo y mi estúpida costumbre de sentir que pierdo lo que ni siquiera es mío...

    ~Necesito calmarme. Esta no soy yo...~

    Cuando concentré mi vista en lo que me rodea además de la cantidad de gente que va y viene veo que estoy a solo unos pasos del baño de mujeres así que me meto en él para mojarme un poco la cara antes de salir del aeropuerto a ver si el contraste con el aire frío de afuera me aclara un poco las ideas.

    Contemplando mi reflejo en el espejo la verdad es que me cuesta reconocerme a mí misma porque no puedo evitar ver la tristeza y el dolor reflejado en mis ojos, y sólo puedo recordar lo que me dijo mi terapeuta una vez cuando aún era una niña y lidiaba con la depresión de haber perdido a mi mejor amigo. Él me dijo: "Lo peor de que una persona se vaya de tu vida, es que siempre se lleva algo de ti con ella."

    ~Son tantas las personas que se han alejado de mí que comienzo a creer que ya no me queda más nada para dar. Y por más que mi terapeuta haya intentado convencerme de lo contrario sigo convencida de que quizás estoy destinada a morir sola. Si, suena super dramático pero en ciertas ocasiones me pongo cursi y melancólica.
    "-No seas tan exagerada que sabías desde un principio que esto iba a suceder.-"
    La voz en mi cabeza hizo su aparición y eso solo me deja en claro que necesito mantener mis emociones a raya para controlar a esa odiosa voz molesta que ronda por mi cabeza. Pero aunque me cueste, tengo que aceptar que tengo los pies en la tierra, pero el corazón perdido en algún amanecer...
    "-Ahora resulta que la odiosa y molesta soy yo, cuando sabes muy bien que tu consciencia es sólo un reflejo de lo que sabes que es verdad y no te atreves a admitir. Como por ejemplo que te enamoraste hasta la médula cuando un hombre bonito, con unos increíbles ojos y un cuerpo que trae de vuelta al mismo demonio desde el infierno ha puesto sus ojos sobre ti, te fundiste a sus pies como una gelatina.-"~

    -¿Ves por qué no me agradas?- me respondo sola.

    -Que pena que no te agrade, parecía que te caía bastante bien la última vez que nos vimos.- Una voz a mi espalda y un rápido movimiento (o será que mis cerebro reacciona en cámara lenta) hacen que de un momento a otro me encuentre contra una de las paredes y con mi propia arma apuntando directo a mi rostro.