Taylor
~Nunca imaginé que pudiera ocultar tanto dolor en su alma, miles de teorías se cruzaron por mi mente del por qué de su extraña personalidad pero en la puta vida habría acertado a que ha pasado por traumas tan grandes a causa de una sola persona. Ese maldito hijo de puta de Malkov ha arruinado tantas vidas como le ha sido posible y resulta que fue desde que era un crío adolescente. Ruego al cielo y a todos los santos que realmente esté muerto, porque si llego a encontrar pruebas de que fingió su muerte, lo único que desearé será matarlo con mis propias manos. Nunca creí que entendería la ira, el odio y la sed de muerte que sintió Eros cuando se enteró de lo que le había hecho a su mujer y no sé cómo hizo para no matarlo de igual manera aunque no fuera lo correcto.~
-¿En qué piensas?- la tranquila voz de la mujer recostada contra mi pecho me devuelve a la realidad.
-En que creo que nunca en mi vida había sentido tanta sed de acabar con la vida de alguien.- le digo sincero.
-No pienses de esa manera, matarlo no solucionaría nada. Mírame a mí, el peor error ortográfico que he cometido fue ponerle puntos suspensivos a lo que debía llevar un punto final. Me habría ahorrado muchos años de sentimientos equivocados si no hubiera creído que podría corregir lo incorregible.- dice y creo que estoy logrando que me diga lo que tanto he querido saber. ¿Qué quiere?
-¿No estás buscando venganza de él por haber arruinado tu vida?- le pregunto.
-Sabes... La gente siempre dice que tienes que perdonar y olvidar para poder continuar con tu vida. Pero no, no tienes que perdonar y tampoco tienes que olvidar para continuar; sólo tienes que volverte indiferente y luego continuar.- dice y no puedo dejar de pensar que está jugando con mi mente. Está disfrazando las palabras para no decirme la verdad y eso me molesta.
-Yo creo que vivimos en una sociedad donde mentir se volvió rutina, traicionar monotonía y ser hipócrita es la ropa del día.- le digo poniéndome tenso sin poder evitarlo.
-Bueno, no necesito de tu ironía en este momento. ¿Quieres saber el porqué? Aquí va...- se separa bruscamente de mi pecho y me mira con su carita de indignada que me encanta.
-No es necesario que te pongas a la defensiva.- le digo para provocarla un poco más y funciona perfectamente cuando sus ojos se transforman y se aleja un poco más de mi cuerpo como si intentara poner distancia entre nosotros para poder hablar.
-Soy fuerte porque fui débil, estoy en guardia porque fui traicionada, me río porque estuve triste y vivo hoy porque mañana es incierto. Desde que mi esposo me dijo que no era suficiente mujer para él me juré que encontraría a Nik y si era necesario lo torturaría hasta encontrar las respuestas de ¿por qué a mí, por qué tuvo que joderme la vida de esa manera? Pero con el paso del tiempo comprendí que no sirve de nada victimizarse de esa manera entonces me hice una nueva promesa y fue que lo encontraría para que lo que me pasó a mí no le pasara a nadie más. Evidentemente he llegado tarde, porque de haberlo encontrado antes de que él se cruzase con Katherine quizás su vida hoy no sería igual ni cargaría con las mismas cicatrices que yo, pero ya nada puedo hacer por ella. En cuanto a Nik, sólo debo hacer mi trabajo y confirmar que él y todos los responsables ya no caminen libremente entre la sociedad. Y en lo que respecta a mí... Sí, soy la misma mujer que de antes de casarme, con la diferencia de que ahora sé lo que valgo, lo que merezco y lo que quiero...- dice ya un poco agitada por es esfuerzo de hablar sin parar.
-¿Y qué es lo que quieres?- la pregunta salió de mi boca sin procesarla antes y en un tono bastante molesto.
-Yo estoy sola para no estar con cualquiera. En cambio tú estás con cualquiera para no estar solo.- dice provocándome para evitar responder.
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El diario de Nikholay
ActionLa detective especial Petrova es asignada a la investigación de la masacre ocurrida en Moscú. Pero a medida que la investigación avanza, la detective llega a un punto muerto cuando se encuentra con el nombre de Nikholay Malkov y una muerte sospechos...