El diario de Nikholay

Capítulo 42

    -No, no puede ser...- le digo aún sin terminar de encontrarle sentido a ese informe que corroboré al menos cinco veces desde que terminé de leer para estar segura de que sea el correcto sobre los restos que envié.

    -Ahí dice claramente que los restos no pertenecen a un cuerpo humano sino que a un mamífero.-

    -Un león...- susurré incrédula.

    -Tiene que ser una maldita broma todo esto.- dice molesto mientras se levanta a servir dos nuevas tazas de café.

    No digo nada porque no sé qué decir, no dejo de leer el informe una y otra vez, y observar en detalle las imágenes que lo acompañan.

    Cuando vuelve a tomar asiento a mi lado comienzo a soltar mis pensamientos en voz alta.

    -Quitando la posibilidad de que siga con vida, podemos pensar que quizás se hayan desasido del cadáver y decidieron reemplazarlo por el de un animal que tuviera un peso aproximado para evitar sospechas. Piénsalo de este modo, si el cadáver quedó hecho trizas luego del incendio en su celda tal vez lo arrojaron a la basura y para evitar problemas de protocolo desde la prisión crearon todo ese teatro para que nadie haga preguntas incómodas.- le digo y él me mira un poco escéptico antes de pensarlo dos veces y comenzar a dudar.

    -No lo sé, parece más algo planeado por él desde un principio que una historia de conspiración por parte de la correccional para encubrir un suicidio.- dice y algo de lógica tiene, pero no estoy lista para manejar esa hipótesis aún así que le busco la vuelta.

    -Sé lo que parece, pero quizás el informe preliminar del forense que decía que el cadáver tenía ambas piernas fracturadas, sumado al hecho de que se encontraba casualmente en aislamiento provenga de una represalia por parte de la seguridad o quizás alguna inconsistencia en el supuesto suicidio.-

    -Eso no explicaría el por qué de enviar al horno a un león. ¿Y qué es eso circular que apareció entre las cenizas?- pregunta mirando detenidamente una imagen en el informe que nos llama la atención.

    -Lo buscaré en la red, pero parece una moneda antigua...

    ...Aquí está, parece la misma. Dice que es una moneda de 1 Pound fabricada en 1994 en Reino Unido donde en el dorso se podía observar el rostro de la reina Isabel II y en el reverso la figura de el León Rampante de Escocia.- le digo y nos quedamos un segundo en silencio cada uno perdido en sus pensamientos.

    -Tengo el presentimiento de que estamos dando vueltas en círculos sin llegar a ningún lado. Me cuesta creer en una conspiración detrás de todo esto porque no le encuentro el sentido.- dice soltando un largo suspiro y yo coincido pero solo un poco con su pensamiento, algo me huele mal pero necesito saber más.

    -Anotemos todo y continuemos, una vez revisemos todos los ítems de la lista tengo la esperanza de que conseguiremos encontrarle un sentido.- le digo y al terminar de decir eso suena mi móvil.

    -Hola Max, ¿Cómo están?

    -...Todo marcha muy bien, creo que estoy logrando avanzar con tu querida hermanita.- dice casi susurrando seguro para que ella no lo escuche.

    -Me alegro mucho. ¿Pudiste hacer algo con lo que te dejé?- 

    -...Si, ese móvil que le sacaste a uno de los matones que intentó matarte no fue muy difícil de desbloquear.

    -Bien, y qué encontraste?-

    -...Resulta que el Capitán tenía mucha fe en que controlaba absolutamente todo o era un tonto, porque enviaba audios que quedaron perfectamente conservados en el móvil. Te los enviaré a tu correo en este momento.-