Capítulo 13

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  Aria

    ~Cuanta intensidad por dios... Esos dos son fuego puro cuando están juntos y cuando discuten... Bueno, creo que me puedo hacer una idea de cómo es que solucionan sus conflictos o por lo menos como lo haría yo si mi esposo fuera así tan posesivo, terco y caliente como aparenta el Sr. Cook.
    Con respecto a la pequeña conversación con Katherine, esa mujer definitivamente percibe más de mí que muchas de las personas que me rodean a diario y no es que sean muchas las amistades o las personas cercanas que tengo pero ella parece deducir mucho de la persona que se oculta en mi interior y eso no sé si me agrada tanto. Debo agradecer la interrupción de los agentes en el momento justo en el que me estaba viendo acorralada por su insistente intento de relacionarnos y por más que sea cierto que presiento que podríamos entendernos muy bien eso es algo que no quiero hacer, porque cada vez que me relaciono y me abro a las personas algo malo sucede y termino lamiendo mis heridas por confiar demasiado, así que decidí volver a ser la misma mujer fría de siempre.~


    -¿Por qué no les has dicho que el cadáver posiblemente no sea de Malkov?- la voz de Taylor me saca de mis pensamientos mientras estamos en su jeep viajando hacia la mansión Smith.

    Pero no pienso responderle, si estamos jugando ahora es mi turno de ignorarlo. Prefiero seguir con mi mente ocupada en pensar otras cosas para que me hagan olvidar el hambre voraz que tengo porque el malhumorado agente se ha levantado con el pie izquierdo esta mañana.

    -¿Ahora resulta que vas a mantenerte callada? ja... No creo que puedas, resulta que mientras más tiempo paso cerca tuyo descubro que no es uno de tus fuertes mantener la boquita cerrada.- dice en tono burlón y lamentablemente para él no me conoce de nada. Porque no tiene ni idea de lo seca y distante que puedo llegar a ser yo también.

    Y sé que me está provocando para que reaccione, pero no hago ningún gesto en respuesta, ni siquiera giré a mirarlo a la cara.

    -Te comportas como una niña caprichosa y malcriada. Supongo que no ha habido un hombre en tu vida que te dé las nalgadas que realmente te mereces por actuar de forma tan infantil como lo estás haciendo.- dice al cabo de unos minutos cuando se dio cuenta de que no estaba cayendo en sus provocaciones y de verdad esta vez que tuve que hacer uso de todo mi autocontrol para no partirle la frente contra el volante por lo que acaba de decir.


    ~Él no tiene ni puta idea de lo que he pasado en mi vida para estar diciendo esas cosas y la sangre en mis palmas a causa de mis uñas prueba que de verdad podría matarlo si quisiera. Necesito salir de este maldito coche antes de cometer un homicidio y pasar el resto de mis días en prisión por culpa de un idiota que ni siquiera vale la pena.~


    Aprovechando el momento justo en el que se detiene frente a un semáforo desabroché mi cinturón y me bajé del vehículo antes de darle tiempo a reaccionar y comencé a caminar sin rumbo fijo intentando controlar mis intentos homicidas sabiendo que contaré con unos minutos hasta que reaccione, logre estacionar el vehículo y venga a buscarme para volver a atacarme con su insoportable actitud de superioridad. Aunque también existe la posibilidad de que me deje aquí y siga su camino por su cuenta y de verdad que eso sería lo mejor que me podría pasar, pero no creo tanto en los milagros.

    Solo recorrí unos metros más y vi un Starbucks, eso bastará para darme unos minutos extras y podré saciar mi necesidad de cafeína matutina. Sin apresurar más el paso pero sin detenerme logré ingresar justo antes de que llegue hasta mí un furioso Taylor que parecía dispuesto a cargarme sobre su hombro y llevarme hasta su coche.

El diario de NikholayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora