Capítulo 40

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    -¿Es por eso que estabas tan afectada? Es porque crees que aún tienes la oportunidad de volver a encontrarte con él. Genial, justo lo que necesitaba.- La grave voz de Taylor ha vuelto a ser tan distante e inexpresiva como lo fue cuando nos conocimos no sé en qué momento se alejó tanto de mí volviendo a su asiento pero no pude evitar sentir un escalofrío y una punzada de dolor por su repentino rechazo.

    No pude tampoco afirmar ni negar lo que dijo pero no fue por no saber la respuesta, fue porque no me dio la oportunidad de explicarle, ni siquiera ha vuelto a mirarme en todo el resto del viaje.

    ~Como si no fuera poco el desorden que tengo en mi cabeza me tengo que poner a lidiar con el repentino ataque de celos de quien hasta hace un momento era el que más claridad tenía en su mente con respecto a nuestros sentimientos...~


    Tampoco creo contar con el tiempo para ocuparme de eso ahora porque lo que tengo frente a mí es la preocupación reflejada en cara de Eros y preguntando absolutamente todo lo que ha pasado en mi vida desde que Malkov apareció en ella y también los pormenores de la investigación que me llevaron a la sospecha de que sigue con vida.

    -Eros tranquilízate, sé que estás en todo el derecho de preocuparte por la seguridad de tu esposa y en cuanto toquemos tierra podrás regresar con ella para mantenerla a salvo, pero necesito que pienses en frío; Si existe la posibilidad de que Malkov realmente esté vivo no creo que Katherine sea su principal objetivo o lo primero que habría planeado sería dirigir la investigación de su asesinato hacia tí para tener el camino libre con ella o en su defecto con el tiempo que ha pasado y los días que llevas fuera del país ya la tendría en su poder. Te reitero, no pretendo que te quedes tranquilo pero no pierdas la cabeza, podrás estar con ella en poco tiempo. Ahora cuéntame, ¿qué fue lo que les dijo mi jefe cuando le entregaron la evidencia?- le pregunto pero parece estar procesando mis palabras porque no ha dejado de mirarme y creo que ni siquiera ha parpadeado durante mi discurso como si estuviera hipnotizado, hasta que parece reaccionar dando un par de parpadeos sacudiendo levemente la cabeza.

    -Lo siento, tienes razón. Wow... De pronto pareces otra persona, mejor dicho pareces haber vuelto a ser la fría y concentrada detective que conocí. ¿Tanto te importa encontrar a Malkov?- pregunta con una doble intención y debo tener cuidado con lo que decida responder porque puedo ser mal juzgada por el resto del tiempo que permanezca a mi lado.

    Asimismo y a riesgo de parecer obsesionada, decidí responder con sinceridad.

    -Nadie juega conmigo, con mis sentimientos o con mi vida sin mi consentimiento y sale ileso para contarlo. Cuando comprendí que no valía la pena seguir gastando mi tiempo en encontrar respuestas de una persona psicológicamente enferma entonces quise hacerlo pagar por dañar a tantas personas a lo largo de su vida. Pero ahora... ¡Ahora quiero matarlo con mis propias manos por ser tan psicópata y retorcido como para haber estado jugando con mi destino como si fuera su maldita marioneta!- le digo seria, sin gesto de emoción y parece no sorprenderse con mi respuesta. Simplemente parece estudiar algo en mi interior con esos penetrantes ojos celestes por un par de segundos y luego comienza a hablar como si nada hubiera oído.


    -Agradable señor tu jefe, por suerte no se había creído nada de toda la historia que planeó el capitán junto con tu compañero para incriminarte, ya había comenzado su propia investigación recolectando el resto de la evidencia que necesitábamos como para que tanto el jefe de la policía rusa como sus socios incluyendo al político involucrado con Malkov fueran detenidos al instante. Lo que sí me dijo es que te dijera que: "Eres una niña tonta primero por haberte dejado secuestrar y luego por no acudir a él en cuanto lograste escapar". Resulta que en cuanto no te reportaste con él al día siguiente de regresar a tu país, rastreó las cámaras de seguridad y pudo reconocer con un adn a los secuestradores con los cadáveres que encontraron en un galpón abandonado y de inmediato supo que eras la responsable.- dice y yo creo que nuevamente mi rostro comenzó a palidecer porque por más que haya sido en defensa propia y que mis secuestradores sean ex-convictos fugados de la prisión no debí matarlos y luego quemar el lugar junto con todas las pruebas de mi secuestro.

El diario de NikholayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora