Capítulo 39

714 72 27
                                    

Nota de escritora:

Mis queridas y fieles lectoras, primero me disculpo por tardar tanto en actualizar, he tenido algunas complicaciones para sentarme a escribir. Por eso en compensación, les dejo un capítulo extra-large súper cargado de emociones y palpitando lo que será el final de esta intensa historia. Espero que lo disfruten y nos leemos pronto... ;)




    No volvimos a cruzar palabra, no quise siquiera mirarlo a los ojos. No quiero ni pensar en que los demonios de mi pasado puedan volver, fue una de las etapas más difíciles de superar de mi vida y no me puedo permitir caer de nuevo en ese círculo vicioso. Por supuesto que tanto Mery como Will se dieron cuenta de mi repentino cambio de actitud y no emitieron sonido al respecto, solo se habló de temas triviales por el resto del viaje hasta que estábamos acercándonos a la costa de Umea.


    -Aria, querida ¿puedes ayudarme por aquí un momento?- Mery me llama para que salga de la pequeña habitación donde permanecía recostada con la excusa de que estaba cansada solo para evitarlos a todos.

    Salgo y me lo encuentro a Taylor ayudando a Will con el amarre al puente mientras Mery me espera para levantar la vela.

    -Gracias por tu ayuda muchacha, espero que te sientas mejor, y si quieres comentarme qué fue lo que te sucedió para que te cierres hace un rato, espero que sepas que puedes confiar en mí.- dice con toda la buena intención de ayudar, pero ya no me entran esas balas.

    -Estoy bien Mery, gracias, pero no gracias. Igualmente fue un placer conocerlos.- le digo un poco cortante y con una sonrisa un tanto forzada de mi parte.

    -Gracias a ustedes por acompañarnos en este viaje, nos han dado un respiro de aire fresco con su juventud y vitalidad. Y como decía mi madre; Siempre existe una razón por la cual conoces a alguien, o tú necesitas que cambie tu vida, o ellos necesitan que cambies la suya.- dice Will a mis espaldas y cuando me giro en su dirección me encuentro con la mirada de Taylor puesta en mí y un nudo se forma en mi estómago porque parece que cada cosa que digan estos ancianos nos relaciona cada vez más.

    -Gracias a ambos por sus sabios consejos, prometo que no los olvidaré pero no les aseguro ponerlos en práctica inmediatamente.- les digo a ambos con la voz carente de emociones como acostumbro a dirigirme hacia todo el mundo.

    -Disculpa si cruzamos la línea y nos metimos en dónde no nos correspondía, no fue esa nuestra intención señorita. Solo queríamos recordarles que a veces a los seres humanos se nos olvida que la vida es un ratito, que las personas no son eternas y que las oportunidades se acaban...- dice Will y no puedo evitar sentirme como la mierda porque me da toda la sensación de que para llegar a esa conclusión ha perdido mucha gente querida en su vida.

    -Yo... Lo siento, no quise ofenderlos.- digo avergonzada mirando mis manos.

    -Tranquila, no nos has ofendido, solo voy a dejarles una sola reflexión más para que piensen antes de que se marchen... ¿Y si el destino les dijera: "Les daré otra oportunidad pero disfruten de cada instante que pasen juntos porque en cualquier momento los separaré para siempre"?-


    ~No pude responder nada a eso por más que lo intenté no supe qué decir, porque no creo en esas cosas pero como dije anteriormente, cada cosa que dicen me golpea de lleno porque por más que no quiera admitirlo, el constante riesgo al que nos sometemos por nuestros trabajos, las distancias que nos separan, el abismo de diferencia en nuestras personalidades y podría continuar todo el día encontrando motivos por los cuales una relación entre nosotros podría llegar a su fin y el miedo corre por mis venas de solo imaginar no volver a verlo nunca más.

El diario de NikholayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora