04화

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Jungkook no echó a Taehyung del departamento; y, como siempre sucedía con las charlas que tenían, el alfa quedó en silencio considerando sus palabras. Tomó asiento junto a él y miraron televisión, sin decir nada. El omega le dio palomitas y le ofreció vino; Taehyung no bebía más que en eventos importantes, entonces aceptó solo una copa y ya.

        Era extraño, Jungkook solía socializar los fines de semana por la noche, cuando salía de fiesta o comía en restaurantes. No obstante, en las mañanas estaba solo; solía creer que los sábados eran sagrados, pues iniciaba su descanso en la tina repleta de burbujas, servía vino y alguna película le acompañaba. Sin embargo, la presencia del alfa no resulta invasiva. ¿Estará siendo descortés? Jungkook sabe que parece un buen tipo, aunque tenía dudas; al inicio, todos lo eran. Aparte, ¿qué quería? Bueno, fue claro al decir que se casarían; es una tontería. Jungkook no fue diseñado para el matrimonio, aparte, en ese momento de su vida sería incapaz de tener cualquier tipo de compromiso. Por tanto, la presencia del contrario le tensa los nervios.

       —¿Qué debo hacer para que te rindas y desaparezcas de mi vida? —dice al cabo de unas horas, cuando la película termina y los créditos ocupan su pantalla.

        —No me rendiré —¿por qué pensaba que lo haría? Jungkook suspira con cierto agotamiento. —¿Quieres que desaparezca de tu vida?

        —Sí —cuánto antes mejor.

        —Bien —sorprende al omega, ¿tan sencillo? —Conóceme, seamos amigos si te hace sentir más cómodo... y si decides que mi presencia todavía te molesta, me iré sin replicar.

         —¿Amigos? —le mira, incrédulo.

         —Sí, así no pensarás que tengo segundas intenciones contigo —es claro que su confianza en los demás, más siendo alfa, era nula.

         —Pero sí las tienes.

         —No, ¿por qué piensas eso? —teme estar dando la idea equivocada.

          —Te apareces en mi departamento diciendo que eres mi alma gemela, dices que me casaré contigo y me das chocolates toda la semana, discúlpame si capté mal las señales. Parece que coqueteas conmigo —y consigue una sonrisa en el alfa, no sabe por qué.

         —No sé si estoy coqueteando —en esa rama no era experto—; en primer lugar, no me aparecí diciendo nada, tú te desmayaste apenas darte cuenta; segundo, admito que fui un poco optimista, no pienso obligarte a nada, obviamente. La confianza es buen punto de partida, ¿no? Por último, no sé, es agradable regalarte chocolates.

        Jungkook niega, sonriendo. Kim Taehyung era peculiar, si tan sólo hubiera aparecido unos años atrás... Suspira.

         —Entonces, ¿no estás intentando cortejarme? —le mira con relucientes ojitos púrpura, Taehyung desvió la mirada en ese instante, avergonzado.

         —No—a Jungkook le sorprende que hable con seguridad. —En el proceso de cortejo el alfa espera algo a cambio, tiene como finalidad que sea recíproco.

        —¿Tú no lo esperas?

        —Supongo que sería lindo —admite, se encoge de hombros.—Pero no, no es eso lo que busco.

        —¿Y qué es lo que buscas?

        —Amarte —¿huh? Taehyung se recrimina por lanzarlo a la ligera, está tan avergonzado que se niega a mirar al omega; Jungkook lo agradece, sus mejillas son una pintura al óleo. —Es decir, quiero estar en tu vida. Me gustaría darte el amor que antes no me atreví, porque te considero excepcional. Mereces todo, y más.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora