La mudanza fue sencilla; después de todo, no trajeron más que utensilios personales y ropa. Jungkook deja la mitad del armario para Taehyung, y mientras el alfa ordena su ropa, él coloca en su propio estante algunos de los libros que trajo; es inevitable sentir satisfacción al ver sus pertenencias juntas. Le ha dejado entrar en su espacio personal, recién es consciente de ello.
—¿Está bien si pongo tu laptop junto a la mía? —el azabache echa un vistazo hacia las pertenencias de Taehyung.
Ambos habían decidido compartir habitación; existía un cuarto extra y los dos preferían mantenerlo como estudio para trabajar con mayor privacidad. Suena a una excelente excusa, después de todo, iban a terminar durmiendo juntos cada noche. Por lo tanto, evitan ahondar en lo evidente y ponen manos a la obra.
—No hay problema —Taehyung se recarga en la puerta del armario mirándole. ¿Cómo llegaron a esto? —¿Seguro que no te molesta compartir tu habitación?
—Kim Taehyung, invadiste mi vida. Mi habitación es solo un espacio —sabe que está bromeando, pero también es serio. Es fácil dejarlo entrar cuando ya le ha abierto la puerta de su vida, de su... corazón.
—Vivir juntos es...diferente.
Jungkook suspira girando sobre sus pies para enfrentarle. Es inevitable sentir la preocupación en él, le gustaría saber a qué se debe.
—¿Te agobia que viviendo juntos termines odiándome de verdad? —molesta viéndole entornar la mirada.
—¿Sigues con eso? —el menor se encoge de hombros.
—Siempre es una posibilidad.
—No para mí —entrelaza sus manos y le atrae hacia sí para rodearle en un ajustado abrazo. —Me preocupa que te arrepientas de tomar decisiones apresuradas.
—Dos meses es poco tiempo —asiente dándole la razón. —Pero me gusta tenerte aquí —confiesa. —Si no dura, me gustaría decir que disfruté cada día. Si dura... Es aún mejor, ¿no?
—¿Te gusta tenerme aquí? —sonríe torpemente, pronto le escucha bufar.—Ya lo dijiste, no puedes echarte para atrás.
—No planeaba hacerlo —se queja cuando Taehyung deja múltiples besos sonoros alrededor de su rostro. —Hey, que me babeas, tonto —sin embargo, no hace mucho por apartarse. —Eres un cachorro.
El castaño se ríe, ¿por qué luce tan contento? Jungkook a veces no lo entiende.
—Debo hacerlo, luego piensas que me aburro de ti—Jungkook chasquea la lengua, avergonzado. —No puedo permitir eso.
—Lo estás disfrutando, ¿no es así? —desde que le permitió ser encimoso, es casi imposible quitárselo de encima. ¿Lo peor? No le molesta en lo más mínimo.
—Por supuesto que sí, Jungkookie~
—¿Jungkookie~?
—¿O prefieres que te diga amor? —las mejillas del omega hierven en carmín.
—¡Jungkookie! —salta, apartándose de él. —Jungkookie está bien —le da la espalda para huir. —¿No tienes hambre? Muero de hambre, ¿qué tal si preparo algo? —pronto sale de la escena.
Taehyung sonríe, es adorable siendo tímido. Le gusta. Decide darle su espacio, se queda a terminar de ordenar su ropa; sabe que es estricto con la organización, no dará migrañas. Unos minutos más tarde sale en busca del omega; puede sentir el aroma de la mantequilla derretirse, está cocinando. Huele bien. Sonríe al verle murmurando de un lado a otro, ensimismado mientras los ingredientes vuelan entre cazuelas y tablas para picar. ¿En qué pensará tanto? Siempre tiene curiosidad, Jungkook solía perderse en su mente; a veces para bien.
ESTÁS LEYENDO
Dark Paradise
Fanfiction--Amarte para siempre no puede estar mal. Aunque no estés aquí, no seguiré adelante-- ¿Qué es más difícil? ¿Amar o ser amado? Jungkook no sabe cómo hacer ninguna de las dos. Se supone que tu alma gemela aparecerá a tus...