HELIUM

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Estoy dando todo de mí
porque la paz llegará;
nunca quise necesitar a alguien.

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La noche es fresca, una salvaje ventisca otoñal despeja el cielo nocturno. Jungkook está en la habitación de Taehyung, éste le pidió subir mientras hablaba con Seokjin; él temía que discutiesen por su causa, pero no podía meterse igual. Entonces, mira por la ventana del alfa; suspira. Desde que cruzó miradas con Seokjin supo que éste repelia su presencia, ha recibido esas miradas toda su vida; la tensión del rubio, su esfuerzo por ser gentil y la sobreprotección a Taehyung, no necesita ser un genio para saber que lo considera peligroso. Los omegas catalogan a chicos como él de problemáticos, entiende que Seokjin está preocupado por Taehyung; es su hermanito menor.

      —Lo siento —dice Taehyung apenas ingresar en la habitación. —No sé por qué él ha sido así, yo-

      —Está bien —Jungkook le sonríe acunando sus mejillas ante el agobio del castaño; lo último que quería era hacerle sentir incómodo. —He lidiado con esto por años, descuida.

       —No, no está bien —sus ojos resplandecen en púrpura. —Ellos no tienen idea de nada, ¿con qué derecho él...? —un gruñido queda estancado en su garganta.

       —Mientras tú lo sepas, está bien —al menos para él. —Aparte, lo entiendo. Es tu hermano, intenta protegerte.

       —No necesita protegerme, no de ti.

      —Ambos sabemos que no es verdad, Taehyung —sonríe soltándole. —Te advirtió antes de mí, ¿cierto?

      —No es personal —aclara. —Evadir los conflictos ha sido nuestra defensa desde la infancia, y tú...

      —Luzco como muchos problemas, sí, lo sé —retrocede un paso. —No debiste pelear con tu hermano por mí.

      —No dejaré que nadie vuelva a lastimarte, mucho menos si es de mi familia. No si puedo evitarlo —agradece la preocupación, no tiene derecho a hablar sin saber.

      —Él no me lastimó, después de todo, tampoco dijo alguna mentira —se encoge de hombros; no lo sintió como un ataque.

      —La forma en que lo-

      —Tú lo dijiste antes, él no tiene idea.

      —¿Por qué estás tan calmado? —suspira, teme que esté ocultando cómo le lastimó la situación; ya lo ha hecho antes. Le escucha reír, no sabe por qué.

       —Porque me defendiste —Taehyung frunce el ceño, más aún cuando Jungkook busca tomar su mano. —No me importa lo que ellos digan, sin ofender. Me importa lo que tú pienses... soy tu omega; no suyo. Tú me conoces, ellos no.

       —¿Eres mi omega? —sonríe divertido. Escucha al menor bufar, es suficiente para él. —Deja que se le pase el instinto, seguro que le caíste bien.

       Jungkook asiente aceptando cuando Taehyung le rodea entre sus brazos; le gusta estar recluido en él, es cálido.

      —¿Sabes por qué no me afecta?

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