37화

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El resto de la cena resulta incomoda, Jungkook se mantiene sereno pero es notoria la tensión con Taehyung. Al final, ambos deciden irse a sus respectivos departamentos tras una despedida aún más incomoda frente a la residencia Min-Park. El azabache sabe que Taehyung no tiene la culpa de cómo él enfrenta sus sentimientos; sin embargo, tampoco desea que lidie con eso. Las mentiras fluyen ácidas sobre su lengua cuando está a punto de explotar; él, en verdad, cree en el amor de Taehyung. De algún modo sabe que, si tuviera la fortaleza para pedir ayuda, le ayudaría sin titubear.

      La soledad en su departamento es pesada cuando ha pasado noches enteras con el alfa; sin embargo, es suficiente alarma para mantenerse a raya. No puede acostumbrarse a Taehyung, simplemente se niega a hacerlo; una mentira más, ya lo ha hecho. Puesto que, recostarse solo en su cama es un martirio; igual, lo intenta, no pasa de dar vueltas durante toda la noche. Aunque, lo agradece; incluso con Taehyung ahí, ha tenido sueños desagradables en las últimas semanas, piensa que se debe a la presión del desempleo. Intenta convencerse de que lo resolverá, como siempre. Es difícil llegar a la mañana; la luz opaca del próximo invierno se cuela por su ventana, el clima es fresco y agradece tener que quedarse en casa. Es sábado y, en cierta parte, extrañaba su rutina sabatina. Entonces, intenta ignorar sus pensamientos.

      Empieza por tomar una ducha, más fresco decide iniciar con el desayuno; hay avena, waffles y leche de menta. Centrarse en sí mismo le ayuda a olvidarse de lo desastroso que suele ser con los demás; un playlist de Conan le acompaña, entonces, no se percata cuando alguien abre la puerta y entra a su departamento. No mintió, él en verdad le dio una llave a Taehyung; en las últimas semanas, han estado prácticamente viviendo juntos. Sin embargo, sí que le sorprende cuando ingresa en la cocina sin previo aviso. Contiene el grito cuando le ve de pie bajo el umbral, con un enorme abrigo y expresión seria. Jungkook traga saliva, nervioso por la pose.

      —Tenemos que hablar —y de todas las frases trilladas, esa es su menos favorita; no sabe qué esperar.

      —¿Sobre qué? —tiene el cinismo de expresar, Taehyung no titubea ante aquella evasión. El azabache termina de adornar su desayuno con trozos de fresas, no quiere estar en ese momento; desea abandonar la ciudad, el departamento, su cuerpo si es posible.

      —De hecho, no tienes que hablar —le sorprende. —Pero ¿puedes escucharme?

     Jungkook suspira dejando de lado el plato para mirarle; le da completa atención.

      —He pasado toda mi vida sanando heridas que no merecía, buscando lugares seguros y centrándome en lo que valía la pena; de este modo, dolía menos. Sé que tú has pasado por lo mismo; aún pasas por eso cada día —no le mira al decir, sus ojos se pierden en los tablones de su piso. —Quería acompañarte porque sé como es; desde el día que llamé a tu puerta, he intentado por todos los medios demostrar mi sentir hacia ti... hacia nosotros —cuando alza el mentón, ojos cafés le miran. Jungkook siente cómo su corazón se detiene y el estómago le da un giro radical. Él no está dudando de su lanzo, significa que... ¿Taehyung sí? —Solo quiero saber si esto significa algo para ti o seguirás huyendo. No puedo perseguirte toda la vida, no tengo la fuerza para eso. Lo siento.

       Recarga las palmas sobre la mesa, junto a su desayuno. Jungkook medita; no puede verle, no cuando sus ojos cafés expresan el cansancio interno del alfa.

      —¿Aún me amas? —es lo primero en cuestionar.

      —Dudo dejar de hacerlo algún día...

      —No estoy huyendo —asegura. —Estoy de pie en el mismo lugar desde hace años, veo a las personas avanzar y seguir con sus vidas; fingí hacerlo también, no es así. No cuando tengo las mismas preocupaciones de cuando tenía 16... Y tú estás tan lejos, no sé si algún día pueda alcanzarte —prometió a Seokjin que lo haría; pero ¿cómo podría cumplir? —No estoy huyendo —se ocultó de los recuerdos que le lastiman; cerrando los ojos y cubriendo sus oídos, a la espera de algún día ser encontrado.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora