Dark Paradise

35화

Él no sabía amar; todo lo que aprendió del amor venía de personas narcisistas, quienes solían utilizarlo. No tenía referentes; bueno, Jimin y Yoongi, sus madres. Sin embargo, él no podría ser así; ya no. ¿En qué momento se perdió? Piensa que la dulzura de amar a alguien es demasiado pura como para ser corrompida por él, ahora se siente... sucio; si no mereces ser amado, ¿merece amar?

       Toda la semana piensa en ello; descifra su pasado para entender el presente, divisa sus relaciones pasadas. ¿Cómo fracasó en cada una de ellas? ¿Y cómo fue él con ellos? Jungkook enamorado, hace unos años, era irreconocible. Incluso sin ser empalagoso, solía ser servicial, atento, detallista y sobre todo, afectuoso. Amaba el contacto, lo necesitaba; no obstante, ya no podía decir lo mismo. Sí, le gusta cuando Taehyung le abraza o toma sus manos; su tacto es suave y cálido, se siente conectado a él cuando le toca. Pero, ¿por qué resulta tan difícil tener iniciativa? Esa semana pasan la noche juntos cuatro días, no hay distancia entre ellos; entonces ¿por qué el muro que desde el inicio le preocupó derribar ahora parece avanzar hacia él, lento y al acecho?

        ¿Por qué, de todas las personas, no podía amar a Kim Taehyung?

        —¿Piensas que debería utilizar traje blanco? Lo charlé con Yoongi, creemos que es una tradición estúpida; pero igual creo que sería lindo —Jimin está en su sofá con un guión en mano, tendría presentación de la universidad antes de navidad; montarían una obra de teatro, Jungkook fue hasta ahí para ayudarle a ensayar.

        —¿Te gustaría ir de blanco? —él no disfruta pensar en tradiciones maritales; sin embargo, también cree que ver a Jimin de blanco le haría sentir orgulloso.

        —No sé... ¿Irás conmigo a probar los trajes? —la idea de pasar una tarde en una boutique no es su actividad de ensueño; igual quiere ser participe.

        —Por supuesto —cambia la página del guión, suena a una obra divertida.

        —También hay algo más que me gustaría pedirte —murmura, tímido. —A comparación de los anillos, puedes negarte a esto —Jungkook frunce el ceño, le asusta qué pueda pedirle; sabe que no se negará, no podría.

       —¿Qué es?

       —¿Crees que podrías ayudarme a escribir mis votos matrimoniales? —toma por sorpresa al omega, de todo lo que podía pedir, ¿tenía que ser eso?

       Jungkook traga saliva, ¿no es demasiado íntimo? Sabe que a su amigo se le dificulta escribir; no obstante, para él, expresarse no es su fuerte.

       —Por supuesto —regala una sonrisa de labios sellados. —¿Tienes algo en mente?

       —Sí, aunque seguro tú lo harás sonar mucho más bonito —Jungkook agradece el halago; mejor continuar ensayando, por el momento, no le sienta bien escuchar de la boda. —¿Y tú? —llama su atención. —¿Cómo vas con Taehyung? —sí, de eso menos desea hablar; es fácil adivinar ante la expresión del azabache, no quiere teorizar tan pronto.

       —Bien —murmura leyendo líneas sin contexto. ¿En qué escena iban? —A veces se queda a dormir en mi departamento, creo que ya me estoy acostumbrando a eso; no sé si me agrada —a veces era difícil dormir cuando se iba.

       —Te conozco —toma el guión también dándole espacio. —¿Insisto o me cuentas por ti mismo? —no hay  como opción dejar pasar la situación; Jungkook lo sabe.

       —Me dijo que me amaba —antes lo insinuó; pero, por algún motivo, ahora se siente más real... es tangible. Jimin intenta no sorprenderse; sabe que Taehyung quiere a su amigo, amar son palabras mayores.