49화

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¿En qué momento pensó que era lindo? Soportar a Jungkook enamorado es de las cosas más difíciles que ha hecho, lo que es peor, Jungkook no es del tipo convencional; acaramelado y contando historias cursis. No, nada de eso, es exigente y desea que todo salga perfecto para el cumpleaños de Taehyung. Pensarán, ¿qué tiene que ver con esto? Pues, el azabache trabaja todo el día, él volvió a Seoul y no desea que el bonito cumplañero sospeche de sus movimientos. ¿A quién acudió? Pues, ¿quién más? Jimin.

      —Espero una jugosa remuneración, en serio, Jeon Jungkook —el azabache se ríe al otro lado de la línea, va en el ascensor de camino a la oficina de Taehyung; almuerzan juntos cada día.

       —No te estoy pidiendo demasiado —al menos eso creía, lo haría él mismo si tuviera tiempo suficiente. —Es una cena sencilla.

       —La cena sí —parece escabullirse en medio de una multitud. —Pero ¿para qué quieres pasto artificial y lámparas de jardín? Tú no tienes jardín.

       Jungkook se muerde el labio.

       —¿Decoración? —Jimin gruñe al otro lado de la línea. —Vamos, faltan solo unos días, te dejaré en paz apenas esté listo.

       —¿Es necesario todo esto?

       —Sí —¿no es obvio? —Es mi única manera de decirle que...—baja el tono de su voz cuando alguien más sube al ascensor

       —¿Lo amas? —hay silencio. —Puedo asegurarte que sería más fácil una cena, un regalo sencillo y decirle te amo. Te aseguro que lo apreciaría demasiado —no, no se refiere a Taehyung, sino a sus piernas que dan vueltas por la ciudad.

       —¿Por qué decírselo si puedo demostrárselo? —baja en el piso selecto, debe colgar. —Te daré lo que quieras, en serio. Pero esto debe salir justo como lo planeamos, por favor —dice Jungkook, quien poco sabía sobre disculpas, súplicas o agradecimientos. Jimin no puede negarse.

       —Sabes que lo haré —tenía una pila enorme de cosas esperando en casa para el momento adecuado. —Pero igual quejarse es necesario.

       —Gracias, hyung —sonríe. —Debo marcharme —está a unos metros de la oficina del castaño. —Recuerda, la número 55. La reconocerás fácil.

        —Sí, sí. Adiós.

        Jungkook ingresa a la oficina tras dar tres pequeños golpes, Taehyung le sintió venir desde que bajó del elevador; en los últimos días es más sensible a su aroma, lo reconoce con facilidad porque ahora está impregnado en él también. Una vez ingresa, ve al castaño organizar una gran pila de fotografías; seguro para un nuevo proyecto.

       —Pedí baggles y crossaints, espero te gusten —dice Taehyung todavía atento a su trabajo. —Terminaré en un instante.

       — Descuida —toma asiento frente a él mirándole con ternura. —No sabía que ibas a tener exposición.

        El castaño suspira.

       —Tal vez ya te diste cuenta, pero tenemos poco personal y he tenido que resolver el trabajo de tres juniors diferentes en menos de una semana —sin embargo, lo disfruta. —Bogum me prometió que para inicio del siguiente año la plantilla estaría completa sí o sí, entonces queda resistir.

       —Escuché de los editores que se preparan para algo grande —la empresa dará un giro importante. —¿Sabes qué es?

       —Bogum no ha querido decirme, aunque también sospecho porque han estado muy estrictos en el reclutamiento del nuevo personal —en los últimos meses se fueron quedando vacíos en la plantilla por lo mismo, Bogum despidió a lo que él llama peso muerto.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora