45화

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Jungkook siente un cosquilleo desde el final a su espina dorsal hasta su nuca; sin embargo, ahí se mantiene. Taehyung está delineando el costado del muslo que reposa tranquilo sobre su cintura, después de tres arduas rondas se quedó dormido enlazado al contrario sin dejarle espacio alguno para respirar. Taehyung ya conoció el verdadero paraíso; durmió con las piernas del omega abrazándole, en contacto directo con esta tersa piel y sintiendo el aroma a durazno en todo su sistema. Puede morir feliz, no pide más.

      Un ronco suspiro abandona de imprevisto la garganta del alfa cuando Jungkook tiene la osadía de aproximarse en busca de contacto, después de todo, los dos se fueron a dormir sin ningún tipo de tela obstruyendo sus cuerpos. Busca frotar su propia entrepierna contra la ya despierta del mayor, sin embargo, Taehyung le detiene de las caderas antes de que intente cualquier movimiento.

      —Pero... —se queja mirándole con entristecidos ojitos, Taehyung casi siente que va a llorar.

       —Primero debes desayunar, ayer ya no cenamos —aclara, sin apartarle del todo; no quiere hacerle sentir rechazado. Jungkook tiene otros planes, difiere con sus palabras.

       —Un besito primero —abulta sus labios, Taehyung no cree que haya accedido así de fácil; por lo tanto, en recompensa planta un casto beso en sus labios.

        Jungkook no le deja ir, profundiza el toque abrazándose a su cuello. Taehyung cae rendido ante los encantos de su dulce aroma, corresponde el beso y afianza sus manos a la fina cintura del omega. No sabe cómo consigue cegarlo, pero la rodilla del alfa se escabulle entre sus piernas en busca de contacto; el omega gime sensible contra su boca, pues Taehyung frota su entrepierna por impulso. Entonces, despierta de aquel encanto y se aparta.

       —No, primero el desayuno —habla más consigo mismo que con Jungkook. —Tienes que comer.

       —Sé justo lo que quiero comer —busca besarle de nuevo, pero Taehyung coloca su palma sobre los traviesos labios ajenos.

       —Tiene que desayunar, amor —es paciente al decirle. —Después hacemos lo que gustes, pero primero come algo, ¿si?

        Jungkook suspira entornando la mirada, asiente aunque con mohín mimado y resignado. Taehyung se aparta para buscar su ropa interior, el omega mira cada uno de sus movimientos con fascinación; nunca imaginó que alguien podría llegarle a gustar tanto, pero lo hace.

        —¿Qué quieres desayunar? —viste boxers antes de pasarle una camiseta al menor, Jungkook se la pone de mala gana.

        —¡Helado! —salta emocionado, se coloca ropa interior y se cuelga al costado de Taehyung cuando éste planea salir de la habitación; no se queja, camina con él a cuestas, tampoco pesa tanto.

        —No vas a desayunar helado, Jungkook... —mira sorprendido cuando el omega lloriquea.

        —Jungkook no —se queja con un puchero, al borde de las lágrimas.

        —¿Jungkookie? —duda, recibe otra negativa. —¿Bebé? —parece meditarlo, al final niega. —¿Amor? —esta vez asiente en repetidas ocasiones. —Bien —accede, es tierno. —No vas a desayunar helado, amor.

        —¿Por qué? —pelea, una vez llegan hasta la cocina, Jungkook se deja caer en una silla cruzándose de brazos.

        —Te daré helado —acepta. —Pero primero un desayuno real —negocia con el omega mientras busca en la alacena.

        —No, quiero helado —no está a discusión, Taehyung suspira profundo; paciencia.

        —No —Jungkook boquea sorprendido de que le niegue algo.

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