Habían aplazado la cena de cumpleaños para ese fin de semana; ellos cuatro en el comedor de los Min-Park, y dos botellas que Jungkook no tocaría por evidentes razones. En realidad, tampoco lo necesita; escucha sobre la boda, como ya es usual, los nervios se sienten en el aire. Taehyung sirve jugo al omega azabache, mientras Yoongi cuenta su anécdota más divertida del día que pidió la mano de Jimin; el verano pasado.
El ambiente es cálido; entre el aroma dulce producto del embarazo y la emoción por quien está por casarse, es hogareño en cada rincón. Jungkook aún no se decide por volver a su departamento, incluso cuando Taehyung le dijo que podía volver con sus hermanos si se lo pedía; en secreto, quiere vivir con él, otra vez. Sólo quiere tomárselo con calma; ninguno habla del tema. Poco han charlado respecto a su relación; claro, es evidente que siguen juntos, o al menos sus amigos lo asumen. Más ahora que, Kim Taehyung, está mil veces más atento; pese a que Jungkook le repitió hasta cansarse que no está a punto de parir. Igual el alfa le carga bolsas del mandado, le abrocha su cinturón de seguridad y toma de su mano para bajar escalones. Prefiere ya no discutirle, y solo disfruta las atenciones; es tierno, su lobo ha olvidado toda molestia.
—Viajaremos a Daegu días antes de la boda para pasar tiempo con su familia; te enviaré la ubicación para que sea más fácil llegar —explica Jimin, pues sabe que ellos no podrían ir debido al trabajo.
—Necesitas relajar esos nervios —molesta su mejor amigo, tiene la cabeza en todos lados estos últimos días. —Ya nos las arreglaremos.
—Por cierto —hay repentina seriedad en el rostro del que dejó el pelinaranja para ir a un tenue rubio. —¿Ya le dijiste sobre el bebé a tus madres?
Jungkook suspira bajo la atenta mirada de Taehyung, niega.
—Aún no —confiesa. —Tal vez vaya a visitarlas en unos días, antes de la boda. Ya sabes, hay... mucho por hacer.
—¿Por el embarazo? —interfiere Min Yoongi, curioso cuando su pareja invitada intercambia miradas tensas.
—En parte —traga saliva. —Hay algo que nos gustaría decirles —Jungkook no quería tocar el tema, pero cree que los dos deben saber.
—¿Se van a casar? —Jimin intenta alivianar la tensión, su amigo niega con una suave sonrisa. —No me asustes, bobo. ¿Qué es?
—Nos mudaremos a Los Angeles, seremos transferidos para el verano —un profundo silencio, duda sobre qué reacción esperar hasta que Jimin le sonríe, aliviado.
—¿Criarán al bebé allá? —Jungkook asiente. —Supongo que ya lo consideraron bien —Seoul tenía muchos fantasmas para su amigo, eso lo sabía bien. —Así que, ¿el bebé nacerá en...?
—Aquí en Corea —aclara. —Queremos que lo conozcan antes de irnos.
—¿Que lo conozcamos? —bufa Yoongi con ojos brillantes, tal vez producto de las lágrimas retenidas. —¿No íbamos a ser sus padrinos? —parece ofendido.
Jungkook observa a Taehyung, sorprendido; en realidad, no habían pensado sobre eso. Era algo que debían decidir juntos, claro que al omega le fascina la idea; y el alfa asiente con una sonrisa.
—Nos encantaría que fueran sus padrinos —responde en lugar de su omega.
—¿En serio? —dicen los tres, a la par.
—Por supuesto.
—Bien, entonces —Yoongi se pone de pie, solo Jungkook entiende su intención y toma su vaso con jugo. —Propondré un brindis, por la galletita en el horno.
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Dark Paradise
Fiksi Penggemar--Amarte para siempre no puede estar mal. Aunque no estés aquí, no seguiré adelante-- ¿Qué es más difícil? ¿Amar o ser amado? Jungkook no sabe cómo hacer ninguna de las dos. Se supone que tu alma gemela aparecerá a tus...