Dark Paradise

THIS IS ME TRYING

Tuve dificultades para adaptarme.
Mis ruedas eran brillantes,
ahora se están oxidando.
Podría haber seguido mis miedos
hasta el final del camino,
y no sé muy bien qué decir;
pero estoy aquí en tu puerta.
Solo quería que supieras que
este soy yo intentando.

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El invierno llegó antes de lo previsto; Taehyung veía a Jungkook recargarse en la ventana del cuarto, ahí transcurría horas en sus pensamientos. Habían pasados tres días desde la entrevista; sin embargo, el menor se negaba a dar detalle sobre ella. Cada vez que salía el tema, lo evadía. ¿Cómo puede ir? Normal, ya sabes. Preguntas, blablabla. Lo de siempre. No obstante, ninguno de los dos sabe cómo es lo de siempre; hasta ahora habían tenido suerte en los empleos.

       Para el miércoles ya asume que algo marcha mal. Sin embargo, ¿cómo saber? El omega actúa normal, tal vez sólo un poco encimoso. En los últimos tres días, busca abrazos y siempre tiene entrelazadas sus manos; incluso si están comiendo. No le molesta, solo que ya pasó la euforia inicial y comienza a verlo como un indicio. Sabe que preguntar sería inútil, ¿qué debería hacer? También, ¿está siendo paranoico o nota ojeras aumentando en el pálido rostro del omega? Es decir, Jungkook tiene insomnio; él mismo lo dijo, pero siente que ha estado acentuándose hace días. Está preocupado.

       —¿Has estado durmiendo bien? —le cuestiona; Jungkook está a horcajadas en su regazo poniéndole una mascarilla, lo siente tensarse.

       —Sí, ¿y tú? —deja suaves caricias en su mejilla para alisar la húmeda tela.

       —Mientes —Jungkook no expresa emoción alguna, continúa en su labor.

       —No lo hago.

       —Lo haces.

       —Nope.

       Taehyung suspira, cansino.

      —Jungkook —le sujeta de la cadera, sin embargo, el omega es más rápido en darle un brusco manotazo. —Lo siento, yo-

      —No me toques sin mi autorización —se quita de encima.

      —Tienes razón, lo siento —¿el movimiento pareció un impulso? Ve a Jungkook ir al baño para lavarse las manos antes de meterse a la cama. —¿Estás bien?

      —Estoy bien —toma el libro de Taehyung entre sus manos, es una indirecta para que le deje en paz.

      Cada vez que cierra los ojos piensa en aquella entrevista; no es por el morboso tacto o las palabras agrias, sino por todos los recuerdos que en él reaviva. A veces su mente se adormece, piensa que ha logrado olvidar; nunca es así. Desde hace dos años o más Jungkook no tenía cuenta de los alfas con quienes se había acostado en estado etílico para olvidar cómo se sentía el tacto ajeno sobre su piel; no obstante, desde la tarde que Hwang le tocó... Los recuerdos le queman en la nuca como rayos de sol que acaban sus neuronas. Sabe que él no tiene la culpa de que los alfas sean estúpidos, sin embargo, no ha podido hablar del asunto ni siquiera con Jimin. Todavía le asusta que ellos piensen igual a todo el mundo, que es su culpa. Estar con Taehyung ayuda a no pensar, al menos por unos minutos. Hasta que su mente le persuade para creer que se sentiría asqueado al saber dónde ha estado. Antes no solía importarle estar sucio, corrompido; después de todo, las personas a quienes cedía su cuerpo no eran menos desagradables. Sin embargo, si piensa en Taehyung... Es vergonzoso, ha intentado huir de sí mismo los últimos tres días.