39화

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El frío se cuela entre las sábanas, un adormilado gruñido abandona su garganta cuando se percata del lado vacío en la cama. Taehyung busca a tientas, Jungkook no está. Entonces, de mala gana, abre los ojos y descubre que ha amanecido; aún no suena su alarma, es temprano. Bosteza y echa un vistazo al cuarto; no hay nadie. Talla sus ojos y sale a regañadientes usando el par de pantunflas que Jungkook le obligó a usar; él solía utilizar sandalias, pero según el omega raya el piso. No le debatió.

      Avanza a hurtadillas por el pasillo agudizando el oído para buscar señales de vida; no escucha nada, pero el aroma a duraznos está ahí. Entonces, no se preocupa de más. Una sonrisa floja asoma sobre sus labios cuando distingue una silueta sobre la alfombra de la sala, con su laptop en el regazo y una pila de libros junto a él. ¿Estará trabajando? No desea asustarlo, tampoco hace falta, Jungkook siente su presencia al instante.

      —¿Te desperté? —quita uno de los auriculares, al parecer, también escuchaba música. Taehyung niega.

      —¿No es muy temprano para lo que sea que hagas? —no sabe a ciencia cierta qué podría estar haciendo, con él, nunca sabe.

      —Escribía —cierra el aparato. —El insomnio debe ser por comer tanto pastel anoche —excusa restándole importancia.

      —¿Otro artículo? —va junto a él sentándose sobre la alfombra también. No obstante, Jungkook niega. —¿No? Entonces, ¿de qué se trata?

       —Es... —¿cómo describirlo? No es una novela, tampoco poesía; mucho menos un artículo. —Para el desestrés.

       —Me gusta —sonríe. —Aunque, todavía es temprano. ¿No quieres volver a la cama?

       Jungkook le mira detallando el destello en sus ojos púrpura. Recuerda aquel sueño, en definitiva, no es Taehyung. Sin embargo, el amargo sabor se atora en su garganta; no por él, sino por los recuerdos.

       —No sé si pueda dormir —aparte, poco más de una hora falta para que suenen las alarmas. —¡Oh! Mira lo que encontré —abre la laptop; cierra el archivo a medio escribir y va directo a su bandeja electrónica. —Una editorial me escribió, tengo entrevista esta tarde —sonríe con orgullo. —Una suerte que estuviera despierto o no lo habría visto, ¿no crees?

       Taehyung asiente, un tanto celoso. Realmente le gustaría trabajar con él, pues más allá de verlo diario a toda hora, trabaja de manera excepcional.

      —Seguro te irá muy bien —deja una suave caricia sobre el de cabello ébano; le gusta verle sonreír. —Más a mi favor, vuelve a la cama. Podrás dormir una siesta antes de empezar el día, vamos —se pone de pie para ayudarle a pararse también, Jungkook no le debate.

      —Está bien —murmura de mala gana aceptando su mano. Pronto Taehyung está acurrucándole en la cama verificando que esté bien abrigado y cómodo.

      —Debes estar bien descansado para esa entrevista —excusa ante la mirada divertida del omega, ¿cuándo se volvió tan protector? Él no era así.

      —Claro.

Apenas llega la mañana, Jungkook corre a hacerle el desayuno mientras Taehyung se alista a la carrera; se quedaron dormidos y ninguno escuchó la alarma. El alfa se siente culpable, pero pronto olvida todo cuando ve el desayuno servido. Hay algo en todo el ambiente que se siente... cálido, pese a ser casi invierno. El azabache intenta ignorarlo, pues nunca pensó llegar a ser hogareño en lo más mínimo; y ahí está, cocinando para un alfa antes de que éste vaya al trabajo, se da náuseas. Deberá acostumbrarse, si debe ser sincero, no le molesta del todo; incluso cuando le recuerda a su niñez y cómo eran sus madres.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora