19화

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Ya era tu turno, bae~
villalnela239
Esta es la cuarta parte del maraton,
y solo les recomiendo traer pañuelos :D

Es sencillo ocultarse; Jungkook creó un personaje que jamás sería lastimado, sabía cómo las personas le catalogan de egoísta y desinteresado. Así conoció a Park Hyungsik, en una conferencia que dio su universidad y donde él cuestionó los métodos creativos de RSK. Desde el primer momento encontró atractivo al Jefe Park, ¿cómo no? Era alto y tenía un perfil perfecto; Jungkook sabía que sería sencillo hablarle porque los dos tenían el mismo idioma, trabajo. De algún modo, tejieron una amistad que pronto llegó a una habitación de hotel; Jungkook sabía que a Hyungsik sólo le importaban dos rasgos de él, su creatividad y su físico. Pero, se sentía apreciado en dos de los sentidos que para él son más importantes; su mente y su cuerpo. A Jungkook no le importa que alguien ame su alma, su espíritu, se olvidó de ello hace tiempo. Había aprendido que la forma más sencilla de recibir (y sentir) amor era con contacto físico... Lo que para él termina en sexo el 99% de las veces.

       —¿Te veré esta noche? —Hyungsik planea despedirse mientras avanza hacia la salida, después de desordenar el escritorio del menor.

       —Te confirmo más tarde —no le mira, prefiere volver a su trabajo; al contrario no le importa, se va satisfecho de su oficina. Es cuestión de tiempo, Jungkook siente una especie de malestar apenas está solo en su oficina; le deja un vacío en el estómago y es incómodo en su pecho, sabe a culpa.

       Por un par de horas consigue ignorar dicho malestar, se concentra en su trabajo y sabe que es la mejor manera de olvidarse de sí mismo; no es hasta que escucha ajetreo afuera que vuelve al presente, es hora del almuerzo. Suspira, quizá un descanso venga bien; toma su teléfono del escritorio y deja el sillón giratorio para estirar las piernas, le da calambres pasar tanto tiempo detrás del monitor. Apenas enciende la pantalla ve una docena de notificaciones, Taehyung no dejó ningún mensaje, tiene llamadas a montones. ¿Debería llamarle de regreso? Y si está ocupado... Siendo sincero, no sabe si quiere hablar; al universo no le importa, en ese instante aparece el contacto que alude a Taehyung, ilumina su pantalla entera.

       —Mierda —suspira, debe comportarse como un adulto. —¿Bueno? —muy creativo.

       —Jungkook —suena aliviado. —Al fin contestas, empezaba a preocuparme.

       —Estoy en el trabajo —es tajante al responder. —¿Puedo ayudarte en algo?

       —Yo... —hay silencio, suena que camina. Jungkook no sabe si en círculos. —¿Tienes tiempo? Hablemos.

       —¿Sobre qué?

       —¿Sobre anoche? —siente inseguridad en su tono, por un instante, se compadece.

       —Lo siento, estoy en mi hora del almuerzo y tengo antojo de pizza, así que debo...

       —Te la llevaré —¿qué? —Voy para allá.

       —No —detiene cualquier movimiento que planee. —Taehyung, está bien. Siendo sincero no quiero tocar el tema, jamás si es posible.

        —Jungkook —hay un suspiro suficientemente duradero para ocasionarle agobio. —Lo siento, en serio. Quizá sonó mal lo que dije, no fue con intenciones de herirte. En serio.

       —Lo sé —es Taehyung. —Igual, no es mentira, ¿cierto? Es la forma en que soy.

        —Anoche dijiste que querías confirmar una cosa, ¿qué era? —Jungkook lo recuerda, demasiado bien.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora