Clave

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— ¡¡¿Que él maldito bastardo hizo que?!! — se escuchó el potente rugido por todo el edificio.

— ¿Kacchan? — pregunto Izuku viendo como el cenizo caminaba a pasos gigantes hacia la puerta, aún abrochándose el pantalón, con la camisa en la mano y el teléfono aprisionado entre su hombro y la oreja — ¿Pero que...? — nisiquiera pudo terminar la pregunta.

— ¡¡Voy a castrar a ese mal nacido!! — le gritó al teléfono y lo dejo caer al suelo poniéndose la camisa y siguiendo con los zapatos ya en la puerta.

— ¡Kacchan! — el grito demandante del Omega hizo reaccionar al Alfa que de inmediato volteo a verlo — ¡¿Que pasa?! ¡¿A quien vas a castrar?! — pregunto realmente intrigado, el cenizo era explosivo, pero hasta ahora nunca lo había visto tan decídido a cumplir sus amenazas.

— El imbécil pelo de mierda se encerró con Denki en la UA — dijo con un gruñido poniéndose el otro zapato.

— ¡¿Que?! Me dijo que solo le dejaría una mochila que había olvidado... — dijo el peliverde sorprendido — Pero entonces... Están juntos... — dijo con una gran sonrisa.

— ¡Exactamente! El Pikachu con cara de idiota está en celo ¡¿Cómo mierda se le ocurrió hablarle a ese bastardo?! Si hubiera sido yo no habría pasado nada... ¡Pero que imbécil! — seguía gritándole a la nada listo para salir, pero en cuanto puso sus manos en la perilla de la puerta la voz de Izuku lo detuvo.

— No es idiota, si no lo hubiera deseado no le habría llamado ¿No crees que más bien el decidió que Eijiro fuera? — dijo cruzado de brazos, sonriendo suavemente.

— ¡Eso solo confirma lo idiota que es! — gritó Katsuki con el ceño fruncido.

— Y que vas a hacer ¿Romper las defensas del edificio y sacarlo a la fuerza? — dijo poniéndose serio.

— ¡Eso haré y después le voy a cortar las bolas a ese hijo de...! — susurro dispuesto a cumplirlo. Pero las pesadas feromonas de Izuku lo hicieron mirarlo, estaba furioso.

— ¡¿Tanto odias la idea de que Denki este con alguien?! No puedes pensar que él lo deseaba... ¡¡Tantos celos sientes!! — le gritó con su suave voz, sonó tan linda que por un segundo olvidó que debía corregir su error. Pero volvió rápidamente a la realidad al ver los furiosos ojos verdes mirándolo con intenciones de atravesarlo con la mirada.

— ¡¿Que?! ¡¿Cómo se te ocurre decir algo como eso?! — casi gritó acercándose al Omega que lo miraba desafiante, con la mirada encendida y un puchero en los labios — ¡Por favor Deku! ¡No tiene nada que ver con celos! Yo... — no sabía si continuar, nunca le había dicho a nadie la promesa que se hizo a si mismo, y no saldría de su boca, ni aunque lo torturaran... Pero al ver la irá creciente en su Omega titubeó, no quería que lo malinterpretara.

— ¡¿Tu que, Kacchan?! — soltó un grito suave pero exigente, estaba realmente furioso, y eso solo aumentaba las sensaciones en el corazón del cenizo... Definitivamente algo estaba mal en él.

— ¡No es nada de eso! ¿Deacuerdo? — dijo acercándose y pasando las manos por su cabello — Deku... Escucha... ¡Agh! Bien, no pienses de más... — dijo tratando de encontrar la forma de explicarle — El Pikachu idiota es... Es... ¡Mierda!... — susurro tratando de evitar pronunciar las palabras, pero la mirada de Izuku y las feromonas que comenzaban a atontarlo lo hicieron escupir todo — ¡Es mi mejor amigo! ¡¿Deacuerdo?! Sabes cómo piensa y por eso mismo jamás a querido estar con nadie, y yo me juré no permitir que cometiera un error, me prometí no dejarlo sufrir, ayudarlo a esperar a su destinado... Cuidarlo hasta saber que será realmente feliz... Es mi única familia... Y lo quiero... — dijo mirando hacia otro lado, jamás había dicho abiertamente a nadie lo que sentía por el rubio, pero sentía que el peliverde debía saberlo.

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