DOMINANTE

Alfas

— No puedo creer lo hermoso que es — sollozó Izuku entre lágrimas meciendo suavemente el pequeño bulto en sus brazos.

— Pues... No está tan mal como pensé, tomando en cuenta que viene de ese par de idiotas — se burlo Katsuki pasando delicadamente un dedo por el largo de la pequeña nariz.

— ¡Jodete Katsuki! — gruñeron en coro Denki y Eijiro que estaban recostados en la misma cama con un paño húmedo cubriendo sus ojos y frente...

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Katsuki sintió pavor en cuánto notó el estado de Denki, y esté creció cuando el rubio grito de dolor aferrandose a su enorme estómago apenas logrando sostenerse de la pared. Su cerebro se bloqueó con el miedo, no tenía idea de que hacer a pesar de que lo habían hablado antes, pero era muy diferente la teoría de la práctica y en el momento de la verdad su mente colapso y olvidó todo lo referente a qué hacer en esa situación.

El rubio y el cenizo se miraron con verdadero pánico y Katsuki reaccionó de inmediato haciendo lo primero que se le ocurrio.

Tomó en brazos al Omega, corrio a su auto, lo arrojó al interior, entro y condujo como un demente mientras gritaba a todo pulmón que los demás autos se quitarán de su camino, y cuando no fue suficiente comenzó a lanzar explosiones al aire asustando a todos y logrando pasar entre el tráfico zigzagueando entre los autos mientas el rubio se aferraba con uñas y dientes a lo que podía, incluso el dolor de las contracciones había pasado a segundo plano sustituido por el pánico de estrellarse en cualquier momento.

Los gritos de reclamo y los golpes hacia el cenizo en cuanto llegaron al hospital habían servido para que no hiciera falta mucho para que el pequeño cachorrito naciera...

Eijiro perdió el color y el aire en cuanto recibió la llamada de Denki gritando que estaba apunto de parir y que Katsuki intentaba asesinarlo. La llamada se había cortado a la mitad de lo que pudo deducir era un "auxilio".

Sintió un escalofrío que se extendió por todo su cuerpo, notando como sus piernas se volvían de gelatina, pero reaccionó dándose una fuerte bofetada que resono en el silencioso salón de clases. Se levantó mirando a Aizawa a los ojos y sin decir nada salió como un bólido pasando al lado de Izuku, llevándoselo por la corbata y arrastrandolo hacia la salida.

El profesor solo puso los ojos en blanco, se imaginaba lo que sucedía y lo dejo pasar. Sonrió levemente al sentir un latido más fuerte de lo normal en su pecho, esperaba que todo saliera bien. Respiró profundo y volvió la mirada a los estudiantes que tenían una exprecion aterrada al ver una sonrisa en el profesor. Los fulminó con la mirada y continuo con la clase diciendo que si alguien decía una palabra haría un examen sorpresa de doscientas preguntas...

Ambos chicos llegaron agitados y sin aliento al hospital donde atenderían al Omega, Izuku pregunto por Denki y la recepcionista apenas comenzaba a preguntar el parentesco con él cuando Eijiro gritó que era su Alfa con un gruñido feroz completamente fuera de sí soltando feromonas pesadas llenas de angustia y preocupación.

Eso bastó para que la recepcionista señalará el pasillo cubriendo su boca y nariz al igual que los demás presentes. Izuku solo lo miro con una ceja levantada y sonrió al verlo salir corriendo como si su vida dependiera de ello.

Katsuki se encontraba junto a Denki sosteniendo su mano ayudándolo a soportar el dolor de las contracciones, aunque sentía que más bien era una venganza por todo lo que le hubiera hecho desde que se conocían, porque parecía que el rubio trataba de arrancarle la mano y freírlo con las descargas involuntarias que brotaban de su cuerpo con cada contracción.

En cuanto el cenizo escuchó los gritos a lo lejos reconoció la voz del idiota pelirrojo, soltó su mano a jalones de las garras del rubio casi arrancándosela de los dedos y salió al pasillo. En cuanto lo vio correr en su dirección se adelanto dándole un zape fuerte provocando que reaccionará a medias, lo tomo de los hombros sacudiendolo, le gritó que debía tranquilizarse y lo arrojó de una patada hacia la sala de parto mientras se sobaba la mano pensando que quizá no podría volver a crear explosiones con ella.