Capítulo 36

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¿Estaba embarazada?

Jamás le habría creído si no fuese porque incluso a través de la distancia que me separaba de aquella mesa en la que ella se encontraba, podía ver el miedo y la angustia en sus ojos. Automáticamente mis pies se movieron hacia la cafetera en la que Thomas estaba preparando un Americano, y ignorando por completo el hecho de que una chica estuviese intentando pedirme un té, mandé al mismísimo infierno el protocolo de amistad que existía entre nosotras dos. Si tenía que exponer un secreto como ese para poder llegar hasta ella, no iba a callarme nada. 

Sabía que más adelante me iba a arrepentir de ello pero no iba a dejar que la Alexa de un posible futuro se entrometiese en los asuntos de la que vivía el presente.

Lo he intentado por las buenas. Sé que me has dicho que no, pero necesito tomarme el descanso ahora. ━ dije haciendo hincapié en esa última palabra. ━ Me da igual si luego tengo que ayudarte a cerrar la cafetería durante dos semanas enteras, si me quieres restar estos minutos de mi sueldo o si me pides que te lave la ropa sucia durante un mes, pero tengo que hacerlo. Así que ahórrate el sermón o guárdatelo para luego, porque voy a salir.

━ ¿Por qué? ━ inquirió negando suavemente con la cabeza. ━ Alexa, a no ser que se esté muriendo tu abuelo o quien sea, no voy a...

━ Lucy tiene un retraso. ━  le corté para que dejase de darme razones que ahora mismo me parecían inútiles. ━ Está asustada y me está esperando ahí sentada como si no pasase nada cuando sí pasa. No espero que lo entiendas, solo que dejes de intentar impedirlo. Volveré en seguida.

Lo pronuncié casi en un susurro para que nadie más pudiese escucharlo. Sin esperar una respuesta me separé de él y me dirigí hacia la mesa.

━ ¿Un retraso? 

Una de sus manos me sujetó el brazo impidiéndome dar más de un solo paso. Puse los ojos en blanco exhalando profundamente. Literalmente hacía un segundo que le había pedido que dejase de interponerse en mi camino.

━ Sí ━ respondí con sequedad.

━ ¿Se ha hecho ya la prueba? ━ preguntó desviando la mirada de nuevo hacia el café para verter unos hielos.

No sabía qué reacción esperaba de él, pero que se interesase por si se había hecho o no la prueba en lugar de informarme de cual iba a ser mi castigo me sorprendió casi tanto como la forma en la que sus cejas estaban sutilmente fruncidas. 

Que yo supiese, esos dos ni siquiera eran amigos.

━ No. Pero tampoco sé por qué debería de importante.

━ Ve con ella. ━ su mano me soltó dejándome libre finalmente. ━ Te doy solo diez minutos. ━ puso la tapa sobre el vaso de plástico y se marchó a entregar el café com si nada; dejándome con más dudas que respuestas. 

Chasqué la lengua e intenté ignorar lo sucedido. Ahora mismo no tenía tiempo para él, así que dejé que mis pies me llevasen hacia la mesa en la que Lucy me esperaba y en cuanto mi trasero tocó la silla que ella tenía en frente, extendí una mano sobre la mesa para que ella me la cogiese. Un gesto que se había convertido en una vieja costumbre entre nosotras. Una forma de tendernos una cuerda de seguridad cada vez que sentíamos que una de las dos esta al borde de una precipicio; una que ella se abalanzó a coger con firmeza y le sonreí para que en mi encontrase un atisbo de clama.

Aunque por dentro yo mismo estaba hecha una bola de nervios. 

Quería saberlo todo, pero principalmente quería saber quién demonios era la otra persona implicada. Era inútil plantearme el abrir la boca con la intención de hacerla cantar y que finalmente me lo dijese. No confesaría ni sus peores pecados ante las puertas del cielo con tal de no ir al infierno. Llevaba semanas diciéndome que hasta que no fuese algo serio no me lo diría, y lo último que sabía al respecto era que la situación había ido a peor.

Blinded ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora