Capítulo 20

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¿Siempre iba a ser así?

Cada vez que me llevaba a la universidad, siempre tenía otro lugar al que ir. Me dejaba junto a las escaleras de la entrada a la residencia y desaparecía tras el rastro del tubo de escape de la moto. 

Me era imposible quedarme pensando; dónde se marchaba y cuándo volvería. Porque rara vez había escuchado su puerta abrirse y cerrarse anunciando su llegada antes de que me acabase quedando dormida. Ni tampoco le había visto por la cafetería de la KPU a la hora de cenar. Quizá fuese al mismo lugar del que había vuelto borracho como una cuba la otra noche. La idea de que Theresa pudiese estar implicada en eso no me hacía ninguna gracia. No había olvidado la noche en la cabaña del bosque, como fue ella la que incitó a que Ethan y yo acabásemos metidos en esa estrecha habitación. La que ocultó nuestro primer...contacto. La forma en la que Ethan obedeció y en la que mi sexto sentido me decía que había algo que, de un modo indescriptible, les unía. ¿Pero el qué?

Me pasé una mano por el pelo echándolo hacia atrás escapando del ensimismamiento en el que me había metido mirando uno de los cuadros que colgaban en la sala común de la residencia. 

Hoy solo había tenido dos clases, Bioquímica Clínica y Cronobiología Medica. Después de no haber podido hacerme con Lucy la anoche anterior, un encuentro casual por el campus bastó para que acordásemos vernos aquí. Así que como no tenía nada que hacer, acudí tan pronto como salí del aula. Mi intención era aprovechar para sacarme de encima la redacción que tenía que hacer de dos mil palabras mientras esperaba a que ella viniese. Un tostón sobre El Diseño Adecuado de un Proyecto de Investigación. Objetivo e hipótesis, planificación, costes, ética y legalidad. 

Y lo peor era que durante las dos horas que pasé sentada en una de las mesas de la sala común, no había llegado a escribir ni mil palabras. 

Había pasado más rato clickando sobre la mesa el botón superior del bolígrafo que sacaba y escondía la punta, que usando la tinta para escribir. Me había perdido innumerables veces en el laberinto que había detrás de cada acción y decisión de Ethan, y me agotaba. 

El día anterior lo empecé mosqueada. Le dejé claro que estaba cansada del tira y afloja que había entre nosotros, y en cambio, acabé yéndome a la cama con una sonrisa que difícilmente podía borrar. Y todo porque había cedido. Porque por una vez, Ethan había dado un paso hacia delante. No en cualquier dirección y no por cualquier camino, sino por el que nos llevaba a estar más y más cerca. El mismo al que mis decisiones me llevaban por más que tratase de huir. Y después del encontronazo que habíamos tenido... ¿Significaba eso que ahora estábamos en una especie de tregua?

━ ¡Hola preciosa!

Un brazo me rodeó por detrás el cuello y un beso cayó sobre mi mejilla izquierda. Los cabellos cobrizos que se esparcieron por parte de mis hombros delataron a quien se había abalanzado sobre mí.

━ ¿Te he hecho esperar mucho? ━ preguntó mientras tomaba asiento a mi derecha.

━ Que va... He estado adelantando cosas mientras, aunque parece que no tengo la cabeza en su sitio hoy.

En cuanto Lucy dejó la bolsa de plástico con el logo de la universidad sobre la mesa, la cogía para sacar los envases de plástico donde estaba lo que iba a ser nuestra comida.

━ No había mucho entre lo que elegir en el menú de hoy, pero los wraps de pollo con aguacate tenían buena pinta. Así que he cogido dos para cada una. La Coca-Cola es para ti. ━ dijo cogiendo su lata de refresco de limón para abrirla y darle un sorbo.

━ ¿Donde te has estado metiendo? Últimamente casi no te he visto.

Levanté la mirada para mirarla, aunque mis manos seguían batallando por abrir el envase en busca de aquello que calmaría la fiera que aguardaba en mi estómago. Al menos los wraps eran fáciles de comer y podría continuar con la redacción mientras comía. Tenían mucho mejor aspecto que cualquiera que pudieses comprar en un supermercado.

Blinded ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora