Capítulo 21

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¿Qué ocurriría si el fuego y el hielo se besasen? ¿Se apagaría el fuego o se derretiría el hielo? Creo que el hielo congelaría las llamas convirtiéndolas en algo eterno. 

Yo era ese hielo que deseaba congelar el contacto de sus labios convirtiéndolo en eterno. Porque a su lado cada mala decisión parecía ser la correcta.

Sus manos bajaron hasta encontrar el borde de mi camiseta buscando más. Más contacto. Más calor. Más de mí. Y en cuanto llegaron a mi cintura suspiré sobre su boca sintiendo como cada centímetro de mi piel sucumbía al rastro que sus dedos iban dejando a su paso. Invisible pero imborrable. Un suspiro que él acalló profundizando el beso. Dejando que nuestras lenguas tuviesen su primer encuentro.

Si hubiese seguido subiendo las manos le habría parado, pero las dejó allí. Como si por instinto supiese cuando romper mis barreras y dónde encontrar el siguiente límite.

Recorrí con la diestra el lateral de su cuello hasta llegar a su nuca, acariciando cada mechón azabache. Saboreando hasta el último rincón que escondían sus labios hasta que la ausencia de oxígeno provocó que tuviese que romper esa unión para poder respirar. Sin embargo, no quise separarme él más de lo necesario. No podía decir que me había quedado satisfecha. Ni siquiera sabía si algún día me quedaría satisfecha después de besarle. Siempre parecía que estuviésemos dejando algo a medias.

━ Tengo que irme... ━ susurré manteniendo la frente pegada a la suya.

No iba a gustarle la idea, y creo que por eso mismo fue por lo que una de mis comisuras se elevó ligeramente.

━ Que yo sepa todavía te queda un buen rato hasta que tengas que ir a trabajar... ━ esta vez fue él quien jugó rozando su nariz con la mía.

¿Conocía mi horario?

Antes de que se lanzase a por un nuevo beso, aparté la mano que tenía en su pelo para poner la yema del dedo índice sobre sus labios. Todavía estaban impregnados de una fina capa de saliva que los míos habían dejado en ellos.

━ La próxima vez elegirás mejor el momento. ━ respondí ganándome un resoplo por su parte. ━ A las cinco en el Granny's, ¿mh?

No era fácil para mí tampoco, pero esto era culpa suya.

Prensé los labios escondiendo una sonrisa y dejé caer el indice hasta su barbilla antes de darme la vuelta para quitar el pestillo. Momento que Ethan aprovechó para atacar mi oreja derecha.

━ No me gustan tus tácticas... ━ murmuró mordiéndome el lóbulo con suavidad. Haciendo que me aferrase con más fuerza al pomo de la puerta.

Pero decidí no responder por más que quisiese hacerlo. Abrí la puerta y salí del cubículo viendo a través del espejo que había en los lavamanos como él pretendía salir conmigo.

━ ¿Qué estas haciendo? ━ dije girándome hacia él. Poniendo una mano sobre su pecho. ━ ¿Es que no has visto ninguna película en toda tu vida? Yo saldré primero, y tu vas a tener que esperarte cinco minutos antes de salir para que no nos relacionen. ━ expliqué empujándole ligeramente para hacerle retroceder.

━ No me jodas... ¿Cuántos años tienes? ¿Ocho? Esto es una gilipollez. ━ puso los ojos en blanco pero su sonrisa aplacaba cualquier signo de molestia.

━ Adiooos ━ me despedí con la mano libre mientras con la otra cerraba la puerta.

Venganza. Deliciosa y bendita venganza.

Ethan podía haberse salido con la suya forzándome a dejar a Lucy de lado durante un momento, pero ahora iba a ser él quien se fastidiase quedándose enclaustrado en el baño hasta que pasase el tiempo estipulado.

Blinded ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora