Capítulo 47: Lady Neris

516 91 5
                                    

—La encontré, a tu madre

—Te dije que no quería que investigaras nada

—Por eso te mentí. Sabía que no estarías de acuerdo con que investigara su paradero, Damon me ayudó a encontrarla, pero no estaba cerca de aquí, así que...

—Inventaste una coartada— deduce ella y se acerca lentamente para tomarla de la cintura — ¿por qué siempre consigo que hagas las cosas a mis espaldas, Briss?

—Porque eres una cabeza dura, que no había forma de convencerte porque eres terca — dice aun molesta la castaña, rodando los ojos.

—Soy una cabeza dura

—E idiota

—E idiota. Lo acepto— dice apenada la rubia— ¿me perdonas por dudar de ti?

—¿No temes que algún día me canse de tus celos?

—Temo todos los días, pero confío en que me amas tanto como te amo a ti y que encontrarás la forma de perdonar a esta tonta que te ama, porque sé que seguiré cometiendo errores por toda la eternidad.

—Sigo molesta por tus dudas, Lisa Manoban. Te amo solo a ti, Lisa. Solo a ti, nunca te traicioné ni lo haría, ¿cómo puedes creer algo así? Entiendo que te mentí para buscar a tu madre, pero jamás rompería nuestra promesa. Tenemos dos preciosos hijos a quienes adoro como a ti.

—Sigo celosa por esos días que pasaste con Damon -agacha la cabeza la rubia.

—No fue una aventura

—Lo sé, pero odio compartir tu tiempo con alguien más

—¿Podrías no ser tan posesiva?

—No en realidad... pero me esforzaré por mejorar

Jennie suelta sus brazos en jarra para recibir en brazos a su amada.

—Iremos con tu madre -suelta Jennie acariciando su espalda.

—No, eso jamás

—Iremos con tu madre. Punto.

—No podrás convencerme, Bridget

—Lisa...

—Dije que no. Esa mujer ya no es parte de mi vida. No voy a ceder en esto, Briss. Es mi última palabra

—Bien...

Al día siguiente.

La mujer de ojos felinos miraba emocionada por la pequeña ventanilla, la mujer a su lado no se veía tan contenta y se encontraba en silencio al lado de la sonriente mujer castaña.

—Luces seria

—No sé en qué momento me convenciste de esto, Bridget

—Se mover tus hilos— dijo sonriente la joven

—Creo que abusas de tus poderes sobre mí.

La castaña sonrió y acercó sus labios hacia los de ella, casi hasta rozarlos.

—Anoche no te quejaste en absoluto, cariño mío...

—Fue así como lograste convencerme de venir aquí...

—Es verdad. ¿alguna objeción?

—Podrías convencerme de que estoy haciendo lo correcto— Pide la rubia tirando de la joven de ojos amatista sobre su regazo, abrazándola con fuerza y acariciándola sobre el vestido.

—Quizás... pero hemos llegado, debemos de bajar, Lisa

—¿En serio vas a dejarme así?

—Por supuesto. Si te portas bien, quizás en la noche podamos terminar con esta charla, por el momento... tenemos algo que hacer.

El Canto Del Fénix (Jenlisa) || COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora