Manoban Camp 1821
Bridget despertó aquella mañana cuando el sol había salido ya. Ella siempre despertaba poco antes del amanecer, junto a Lisa para poder hacer sus recorridos matutinos, pero ¿dónde estaba Lisa? ¿qué hora era?
—Buen día- Le saludó la señora Sinclair desde la puerta. Aparecía con una enorme bandeja con lo que aparentaba ser un enorme desayuno.
—Buen día, señora Sinclair. ¿qué hora es?
—Las diez, Milady.
—¡Las diez! Pero si jamás me he levantado tan tarde. ¿Dónde está Lisa?
—Mi señora se fue a los campos de cebada, la señorita Ella se fue con ella.
—¿Pero por qué no me despertó? ¿qué le pasa?
—Mi señora notó que usted estaba muy agotada en la mañana y prefirió dejarla dormir.
La castaña no era la más feliz con esa información, pero eso lo hablaría con Lisa ya cuando volviera a Manoban Camp. En gran parte tenía razón. Bridget tenía varios días teniendo dificultad para despertarse por las mañanas, pero por el momento todo lo que deseaba era comer algo.
—Le he preparado huevos con hongos y especias, su favorito.
—Luce delicioso, señora Sinclair- apoya sonriente mientra prueba emocionada su desayuno favorito que no dura mucho en su boca y Bridget termina regresando el cien por ciento de su desayuno —. Creo que hoy no es el mejor día para comer esto. Solo tomaré el jugo.
—Tiene razón. Quizás lo mejor sea que beba su jugo. Le prepararé algo ligero para que tenga algo en el estómago, mi señora- ofrece la mujer mayor que acaricia la frente de la sorprendida joven.
—Gracias, señora Sinclair.
—Descanse un poco, mi señora. Le hará bien.
Cualquier otro día Bridget hubiera alegado que se sentía bien, pero cierto era que se sentía demasiado cansada y somnolienta, así que aceptó el consejo de la mujer mayor, de verdad necesitaba descansar.
La situación no fue única y por el contrario la salud de Bridget menguaba con el paso de los días. Cada vez se sentía más cansada y le costaba levantarse por las mañanas, su apetito era terrible y lo poco que lograba ingerir lo terminaba regresando un par de minutos después. Esto preocupó tanto a Lisa que mandó traer al doctor Suho. El mismo que atendía a Ella en el pasado.
—No veo por qué tiene que venir a verme un doctor desde Londres, Lisa. No es para tanto.
—Briss. No voy a discutir sobre esto. Estás demasiado pálida y débil. Tiene que verte un médico.
—¿Pero por qué desde Londres? Bien pudo venir algún médico de Inverness o incluso de Edimburgo ¿por qué de Londres?
—Porque no confío en nadie más que el doctor Suho para que te atienda. Es uno de los mejores médicos y será quien te atienda.
—¿Por un simple malestar?
—Eres mi vida entera, Bridget. Nada es suficiente para ver por ti. Si algo llegara a ocurrirte... moriría.
Las palabras de la rubia conmueven a la joven de ojos amatista que ve ante ella a una Lisa realmente preocupada.
—Está bien... que me revise, aunque seguro no será nada de importancia.
—¿Dejamos que el especialista lo decida?- pide la de ojos avellanas, Bridget hace un puchero y la chica alta la sujeta por la cintura atrayéndola, luego besa sus labios con delicadeza.
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El Canto Del Fénix (Jenlisa) || COMPLETO
FanficEn el siglo 19, la Casa Manoban de Escocia era una importante familia aristócrata, quienes eran lo mas ricos de la región con la producción de sus tierras, sobre todo la cebada para el Whisky para la Corona. Y si alguien pudo romper las reglas en la...