Capítulo 40: El heredero

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N/A  sean bienvenidos a mi capitulo favorito... otoño finales en Escocia ha de ser aproximadamente en noviembre por si quieren entrar en fechas

Manoban Camp 1821

El otoño estaba llegando a su término, con ello la fecha de la llegada del tan esperado heredero Manoban.

El doctor Suho junto con su hijo y la ayuda de Bridget Manoban se había mantenido demasiado ocupado cuidando de la gente que trabajaba en Manoban Camp y claro está de Bridget que era la tarea principal del hombre de cabellos plateados, aun cuando la castaña se sentía de maravilla e insistía en no necesitar de los cuidados de nadie.

La madre de Bridget llegó a Manoban Camp al comienzo del otoño. Insistió en que nadie la alejaría de su hija en esos momentos, la señora Sinclair y ella se esmeraron en cuidar de la alimentación de la joven, a pesar de sus negativas. Todo estaba listo para recibir al heredero Manoban.

—¿Y si es niña? —interroga Bridget que se encuentra entre los brazos de Lisa, que las cobijaba bajo un árbol.

—¿Qué?

—¿Qué pasará si es niña, Lisa?

—Mandaré a poner cercos en todo Manoban Camp para que ningún hombre se le acerque.

—Lisa... hablo en serio.

—Yo también, Briss. Si no me causa gracia que ese jovencito Suho pase todo el tiempo con Ella. Imagina lo que sentiré si es una niña y algún pejelagarto la pretende.

—Lisa. Sabes a lo que me refiero —insiste con seriedad la joven.

La rubia sujetó con más fuerzas contra su cuerpo el de la joven de cabellos castaños y luego besó su rente.

—Claro que lo sé, mi vida. Pero te lo he dicho mil veces. No me interesa lo que dice el testamento. Lo amaré igual si es un chico o una chica.

Aquellas palabras hicieron enternecer a la chica de ojos amatista. Leía la sinceridad en ellas.

—Aunque te advierto que si es una niña no permitiré que ni Jin Ferguson se le acerque.

—Eres una tonta, Lisa- dice entre risas resignada a la demencia de su compañera de vida- ¿de verdad no te preocupa perderlo todo?

—No. Mi abuelo debió estar demente cuando hizo ese testamento. Pero no estaba muy bien de la cabeza. A mí me hace feliz saber que tendremos un bebé. Ya te lo dije, hablé con Roseanne y...

—¿Por qué no ir a Elgin?

—¡Elgin!

—¿Recuerdas cuando nos conocimos? Dijiste que te gustaría comprar algunas tierras en Elgin. Podríamos comenzar allí de nuevo.

—¿Eso te gustaría? —cuestiona interesada la rubia

—Amo Manoban Camp, como te amo a ti. Pero... si tuviéramos que marcharnos preferiría volver a Elgin... Salvo por Roseanne, Isabella y Lady McLaren... no me agradan las personas de este lugar.

—¿Ni yo? —interroga con un gesto tierno la hermosa mujer de ojos brillantes y dulces.

—De vez en cuando me agradas un poco...

—Eso me basta... de momento —asegura Lisa mientras recuesta sobre sus piernas el rostro de porcelana de la muchacha de ojos amatista que la observa divertida, la rubia se pierde en aquel mar púrpura y acerca sus labios a los de ella para acariciarlos con suavidad.

Bridget respondió a aquella caricia y acarició el rostro de Lisa. En su mundo no cabían más felicidad, Lisa era su mundo y ella el de Bridget, no había nada que pudiera hacerlas más felices, de momento...

El Canto Del Fénix (Jenlisa) || COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora