Capítulos 13.1 y 13.2

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¡Aviso!

El capítulo 13 cuenta con historias cortas que cuentan las aventuras de estas... damas. Decidí publicarlo de este modo para no saturar la lista de capítulos como tampoco llenar de texto una sola hoja. 

Muchas gracias.

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Capítulo 13.1: liberar prisioneros y armar un outfit.

Tizne fue atada a la punta de un palo de cuatro metros, el antifaz sólo dejo ver los parpados entrecerrados, y los labios molestos de la muchacha.

         —Déjenme pasar o la cabeza de la chica chocará en el concreto —amenazó alzando el palo.

          Los civiles ya habían evacuado la plaza, y sólo quedaron los oficiales apuntando. Uno de ellos ordenó con la barbilla que se apartaran del camino, y Doloris entró apresuradamente directo a un local. Empezó a reír viendo a su alrededor: vestidos, zapatos, pero lo más importante fueron las joyas. La señora vio afuera a los policías asomándose, a lo cual ella cerró el puño de modo que la compuerta se selló de golpe, sonaron las sirenas, y ella desató a tizne rasgando la soga con una garra.

           —¿Y bien? —Doloris saltó al mostrador— ¿Qué vas a llevar?

           —¿Cómo dice? —preguntó acomodándose el antifaz— Robar es delito.

           Dolor empezó a reír, entonces ella dio un pisotón al suelo destrozando los mosaicos.

           —¿Sabes cómo consiguen estas cosas? Haz lo que creas conveniente, yo voy por el premio mayor— volvió a pistear.

          El cuerpo de Tizne se elevó un momento haciéndola analizar las palabras de su ama, y al bajar se apresuró a tomar una bolsa para echar blusas, vestidos, zapatos y joyas varias.

         Después de media hora el dueño vio con desespero su despacho, sus manos le sudaron, y sus ojos inquietos no se detuvieron. Desde dentro, un grupo de oficiales abrieron la compuerta viendo serios al vendedor: el mostrador se había derrumbado para dejar al descubierto un pozo. Los oficiales de afuera entraron y de inmediato se taparon la nariz asomándose un poco. Arrestaron al hombre ese día, pues era su palabra contra la de sus víctimas.


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Capítulo 13.2: Vandalismo y mañana no hay clases.

Muchos chicos salieron de la secundaria despavoridos, algunos maestros resguardaron a los que no tuvieron la fortuna de estar cerca de la entrada. Los oficiales llegaron escuchando el auxilio de todos lados, pero uno pareció desesperado, en todo caso dos fueron hacía allá.

            —¡Auxilio, aquí está!

            Y al acercarse encontraron debajo de un comedor a una muchacha de antifaz plateada, bordeada de diamantes, y cuernos negros lustrados; sus labios pintados sonrieron a sus presas, aunque fue Doloris la que los empujó llevándoselos, entonces Tizne salió para sacar de su bolso una lata de spray y rosear las ventanas de un salón. Los alumnos ahí veían debajo de sus mesabancos lo escrito: "oinimoD" y un triángulo con un ojo en medio. Tizne bajó un parpado con uno de sus dedos, despidiéndose con la otra, mientras se escuchó los roces de las hojas, un objeto caer, y disparos.

          Minutos después, los alumnos escucharon de un altavoz la indicación de salir porque las intrusas ya no se encontraron cerca, sin embargo, cuando abrieron la puerta, un montón de hojas secas cubrían el suelo (las ramas de todos los árboles estaban desnudas), de modo que tuvieron que caminar sobre ellas, un dron grabó todo para el noticiero.

La fama del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora