Ambas subieron las escaleras entre risas... sin embargo, antes de que si quiera se asomaran a ver el jardín de su hogar, Dolor se detuvo de súbito.
—¿Escuchas eso? —susurró.
—¿Cómo qué?
—... Espera un momento.
Ella bajó el costal y Tizne hizo los mismo dejándolo aún lado queriendo escuchar con atención, pero notó que su ama, tan pronto como se había asomado sumió la cabeza, y sus pupilas se habían contraído.
—Tizne —apenas escuchó, casi tuvo que adivinar por el movimiento de sus labios—..., son demonios...
—...No perfumamos —susurró.
Doloris vio el cielo y su mano llegó lento a su rostro, con esto pareció que el mundo se había alentado para Tizne, y casi por ambientarse en él se acercó milímetro a milímetro a su ama, ella en cambio, quiso apresurar su mano para tocarla. Surgieron las primeras señales de humo verde cuando de repente unas manos de brazos largos ensombrecidos enrollaron a Doloris. Tizne tapó su boca con ambas manos.
—¡Miren quien está aquí!
Los brazos bajaron a Doloris de un azote. Miles de demonios estaban rodeando la mansión. Fue un cambio drástico, en verdad esperaron su llegada, dejaron de contener la emoción de aquella emboscada para gritar, reír y burlarse. Tizne apretó con mayor fuerza y entre lágrimas asomó la cabeza (todos estaban emocionados de ver a Doloris): un demonio más grande que su ama, aquel cuyo ojo ausente hizo que lo identificará de inmediato, la tomó de los hombros.
—¿Dónde está la chica?
Tizne reconoció la voz, sólo que pareció haberse agravado y se presentó con mayor aspereza.
—¡¿La has ocultado?!
—Sir. Samael —se sacudió de modo que lo alejó—, no lograras convencerla de servirte porque es consciente de sus planes, ¡no es tonta, pierden su tiempo buscándola!
—¡Pero haría lo que fuera por ti!, ¡¿no es así?! —la señaló con el dedo para luego tomarla de la muñeca con brusquedad—. ¡No se refugiará con incienso por siempre!, querrá buscarte y ayudarte, y encima, querrá detener tu sufrimiento haciéndote desaparecer —Tizne lloró más preguntándose cuánta razón tenía—. ¡Vendrás con nosotros ahora!
—¡Suéltame! —quiso quitarse la mano de Samael.
Los demonios alrededor empujaron su espalda y hombros; también tiraban de ella por sus brazos mientras otros retuvieron su cola.
—¡Todos la pagarán! —dijo temblorosa—, ¡No saben con quien se meten!
Y todos atravesaronel agujero oscuro que fue rodeado por flamas verdes, en el interior se pudo verlas cavernas con cráteres flameantes y el rio de lava (únicos materialesluminosos del lugar, que fueron bastantes). Tizne subió escondiéndose detrás deuna roca: aquel lugar es el castigo eterno y no supo si habría una salida unavez entrando ahí... no había muerto aun, así que no contaría su entrada. Una vezque todos los demonios entraron las llamas del portal se consumieron, así queella tuvo que acelerar para poder entrar, y con éxito, llegó antes deconsumirse todo.
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La fama del dolor
FantasiEl dolor ha encarnado en un monstruo, y quiere ser famosa. Una chica de catorce años es salvada, irónicamente, por el dolor encarnado. Por mandato de Metatrón (arcángel) debe ir a buscar a Doloris para detener sus planes caóticos al rededor del mund...