Capítulo 13.5 y 13.6

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Capítulo 13.5: subterráneo misteriosos y screamers.

Tizne extendió su brazo tanto como pudo para gravarse, pero fue difícil mientras se arrastraba en una estrecha brecha, pronto, dejó que el celular enfocase el techo para ella poder entrar en la brecha.

          —Vamos, niña —se vio como la escamosa mano pasó encima de la cámara para tomar el brazo de Tizne—. Ya casi llegamos.

          —Cuidado, la cámara.

          Doloris tomó el celular y grabó, mientras que con su otra mano arrastró a su esclava. La señora notó como un ciempiés gigante subió en la chica para escapar por donde llegó.

          —Sentí algo —elevó el rostro.

          —Fue un ciempiés gigante —no simuló y sacó a Tizne ignorando sus quejas asqueadas. Luego, se grabó a sí misma—. Ella puede bajar aquí porque, según ella, "tiene la protección divina", pero no sabe que antes de ella, otros humanos bajaron aquí.

          Grabó lo que había frente a sus narices: un camino irregular con estalagmitas de formas antropomórficas.

           —Las comunidades indígenas que se perdieron aquí alababan a las bestias que viven por estos rumbos, según para...

          —¿" viven"? —se escuchó el énfasis de la chica.

         —Sí. No te alejes mucho... ¡Miren eso!

        Tizne gritó abrazando a su ama de las caderas, fue lo primero que grabó, luego enfocó una exagerada cantidad de bichos fluorescentes azules que tapizaron las paredes de un pequeño templo de piedra.

          —¡Alimento típico! —grabó la cima de la chica que hiperventilaba y las rodillas que le fallaban— Oh, mal de altura supongo... Tizneee ¿Cuántos dedos tengo aquí?

         Ella cayo de rodillas, y Doloris le puso en frente su palma abierta, después de ver que no reaccionó, grabó su rostro (detrás de ella se pudo ver como de un túnel se asomó una serpiente con forma de mujer enroscada en una estalagmita esculpida, Dolor sintió su presencia, pero la ignoró).

          —Se acabó el video, debo sacar a la humana —se agachó un poco, pero pronto se volvió a gravar—. Advierto: sus cuerpos no soportarían...

           Escuchó como la chica inhalo agudamente y apagó la cámara.


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Capítulo 13.6: Geiser y antivillanas.

Un grupo de turistas gritaron por ayuda, donde debían mantenerse alejados de los geiseres de agua. Una mujer trató de zafarse de los brazos de un hombre; fue dramático como la naturaleza quiso opacar el sonido de todas sus preocupaciones, pero cansada de todo el desorden, Doloris emergió de uno de los geiseres y dobló las rodillas hasta llegar al suelo. Hizo aún lado sus brazos para exponerse tanto a ella como a un niño empapado que bajó al suelo.

          —¡Ya pueden guardar silencio!

          Caminó hasta ungeiser inactivo para saltar en él, pero tan pronto como se fue, Tizne saliódisparada por otro: apareció sólo para gritar por los aires hasta mantener elequilibrio, reír, y maniobrar entrando a otro.

La fama del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora