CAP. 17

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Querido diario..

Quisiera que te llevarás su amor tan rápido como vino, quisiera que el viento vuele el amor como vuela las hojas y las lleva a lo más lejano.

Te pedí que no te fueras y que no me hicieras daño, pero eso fue lo primero que hiciste, irte como un cobarde y abandonarme a pesar de las veces que te dije que no te fueras que me ibas a destrozar.

Mi amor es como la corriente del río que se va y tú eres esa corriente.

Odio que las olas del mar se llevarán lo que tanto sentí por ti una vez y odio este corazón por guardarte un lugar a pesar de todo.
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Camino bajando las escaleras con emoción pensando que es Erick pero cuando abro la puerta se encuentra nada más y nada menos que Ethan.

Respiro hondo tratando de calmar las lágrimas que me apoderan, no debería de estar hablando nada con el pero aquí estoy mirando esos ojos azules de los que me enamoré.

_Angela, yo no sé que hacer.

_No tienes que hacer nada, solo tienes que pensar que esto se acabó y asimilarlo de una vez por todas.

_Es que no puedo Angela.

Me duele hablar con el de esa forma pero si no lo hago entrar en razón moriré de pena ajena.

_Por favor Ethan, mi familia es muy peligrosa y si se da cuenta de que estás aquí no dudarán en matarte, tienes que irte ahora.

Y es como si llamará a los dioses por qué el Lamborghini de Erick se estaciona justo al frente de la casa y por la cara que trae creo que no está de buen humor.

_Acaso eres sordo?.

Le pregunta a Ethan cuando está cerca.

_Tu no te metas, no sabes nada de Ángela y de mi.

_No se nada_ ríe incrédulo_ soy el que te estuvo investigando por meses buscando pruebas para que Angela entrara en razón sobre casarse contigo, si no hubiera intervenido no se que hubiera sido de ella. De seguro tu seguirías buscando de la otra y vienes aprovecharte de Ángela, lárgate por qué no me gusta y no tengo paciencia.

Ethan me mira una última vez antes de desaparecer por la puerta, le pide a los hombres que no permitan su entrada y yo me quedo pensando en todo, si de verdad me hubiera casado con el, el seguiría buscando de la otra chica.

Ya no tengo fuerzas para nada, es como si todo lo que tenía se me salió de las manos y es tan resbaloso que no lo puedo tomar nuevamente.

Erick se queda conmigo el resto de la tarde y al anochecer decidimos dar una vuelta.

Recuerdo cuando fuimos a Italia, jugamos muy alegremente con las motocicletas, hicimos tantas cosas juntos que no me di cuenta de que cuando sonreía el era la causa de mi sonrisa.

Pero ¿Estoy dispuesta a volver a confiar y estar con el?.

Pues yo creo que sí, lo nuestro surgió del pecado y el deseo, ninguno de los dos se opuso a la hora de unirnos en esa cama, ninguno de los dos dijo nada y nos dejamos llevar de la pasión.

La primera vez que estuve con el pude sentir como me anhelaba, sentí que era mujer cuando me probó por primera vez, me sentí yo misma cuando sus toques salvajes me despertaron, pude ser yo y de una forma poco ordinaria.

Yo no fui la culpable de que nuestra pasión se convirtiera en algo más, no tengo la culpa de nada y de algo si estoy segura.

El daría todo por protegerme.

Reina de la mafia #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora